julio 06, 2010

DE LAS FORMAS FEUDALES Y BURGUESAS


Por: Carlos Arturo Gamboa B.


Durante dos periodos de gobierno Colombia estableció un modelo de gobierno feudal, y a partir de ahora se implementará un Estado burgués. Aunque las líneas del poder establecido siempre posicionan el régimen dominante, las particularidades de los mismos difieren en algunas tonalidades no poco importantes, que a mi juicio son igualmente letales.

El señor feudal ostenta el poder con el ansia de un reconocimiento público y privado, él se sabe carente de linaje por lo tanto apela a todas las formas posibles de afirmación, que por lo general busca mediante la concreción de acciones que populicen su mandato. Él procura el favor del pueblo a bajo costo, en una transacción de migajas por popularidad. El discurso del señor feudal busca hacerle creer al pueblo que tiene en él un digno representante de sus necesidades, por eso apela a los diminutivos, palabras que acercan la brecha entre el latifundista y el desheredado de la tierra. Se reúnen constantemente con las masas populares y atiende el llamado, las súplicas de los miserables retumban en sus oídos y establece máscaras de ternura que se adentran en la creencia popular. El señor feudal es un tirano adorado. Los enemigos del gobierno feudal son todos aquellos, seres o fenómenos, que atenten contra su figura de líder, de adalid de las masas, por eso persigue con ahínco las voces disonantes, prestan todos sus esfuerzos a la letalidad de los complot y no le tiembla la mano para sacrificar a sus más cercanos cómplices con el fin de ratificar la seudo-legalidad de su mandato. El señor feudal se sabe ajeno a toda casta, su nombre no tiene una tradición dentro de los recovecos sociales, por eso persigue el bien material a toda costa, depreda los límites ajenos, se apodera de las tierras en transacciones de sangre. Poseer animales y tierras, es para el señor feudal, el fin último de su destino, quiere perpetuarse en el trono, pues sabe que sus herederos no tienen el linaje suficiente para conservar el poder.

Por su parte, el señor burgués se sabe poseedor de una tradición, de un don de sangre, su arte de gobernar no es aprendida por ejercicio práctico, sino que se cree poseedor de un linaje que lo catapulta como tal. Su entrenamiento no está en poseer la tierra, está en el campo de los negocios, su nombre y sus bienes hacen parte de toda una historia y el poder jamás le ha sido ajeno a su casta. Los enemigos del señor burgués están en la bolsa de valores, en los mismos negociantes con quienes reparte su reinado, la tierra es otro bien más y los brotes de rebeldía de los subyugados son apenas disculpas para una nueva transacción monetaria. El señor burgués no mata de frente, sabe que el comercio de la muerte es lucrativo, por eso le interesa estar a las sombras, poco frecuenta el mundo popular, no le interesa que el vulgo lo reconozca como parte de ellos, al contrario, procura una enorme distancia, aberración que heredó del linaje de su sangre. El discurso del señor burgués es tajante, siempre con tambores de guerra, altisonante adjetivo del mandato, aunque nunca descarta, como buen negociante, la posibilidad de realizar pactos nacionales que garanticen la tranquilidad de su mandato. A él le interesa el mundo, no como al señor feudal que le interesa su latifundio. Mientras el señor feudal pasea en su caballo, el señor burgués prefiere un Air Boing.


Dos formas de dominación, dos construcciones de Estado que en nada favorecen al vulgo que siempre estará limitado a la esquina odiosa del olvido. En el primer escenario el señor feudal es amado por la mayoría, por eso quieren perpetuarlo en el poder, porque él garantiza que la miseria sea disfrazada con penachos de colores de esperanza. En el segundo escenario el burgués es odiado por las mayorías, pero su poder se establece a fuerza de leyes, sin embargo su perduración dependen del pacto entre gobernantes y burgueses, esta transacción le permite credibilidad y por lo tanto legitimidad. Colombia hoy se debate en el enigma del gobierno del señor burgués después de haber padecido durante ocho años al señor feudal. Nunca estos dos especímenes han tenido problemas en complementarse pues se reparten el poder por turnos, mientras el vulgo mira aletargado en sus platos de ignominia humana y los opositores sueñan con cenar, al menos una noche, en el palacio.

junio 30, 2010

RITUALES



Los tiempos son aciagos, oscuros, pincelados por la noche oscura del alma. De las piedras brotan humos fétidos de soledad, las calles se llenan de seres desalmados que alimentan sus voraces tránsitos con mercancías. No queda un lugar en donde depositar la mirada sin temor a ser capturado por la banalidad. Debes pisar con cautela porque los espejos sobre los que caminamos son frágiles fisuras de tiempo y soledad. Para redimir la época debemos retornar al instante eterno en que todo fue moldeado por la palabra certera de la poesía. El vino fermentado del universo, la pulsión que moldea las mentes, eterna lucha entre ángeles y demonios que aprisionan el hombre. Volver a mirar la fuente en donde el reflejo de la luna tiene guardado los misterios. Retornar a la arena de un tiempo mítico atado por el cordel del universo. Sólo buscar entre lo recóndito permite soportar la asfixia de mi época. Ven conmigo y caminemos por las rutas del pasado y si despertamos sobre los muros de la historia, no temas, juntos construiremos los nuevos caminos de ese caos. Poesía. Amor. Vino, eterna trinidad de los deseos. Ven conmigo y empecemos el ritual del hombre del futuro.

junio 20, 2010

MENOS POLÍTICOS Y MÁS POLÍTICA


Por: Carlos Arturo Gamboa


En contra de quienes piensan que la mayoría de colombianos son unos ignorantes porque siguen votando por quienes han mantenido el régimen de la exclusión y la miseria, diré que eso no es así. Los colombianos son conscientes que vivimos en un país atroz, pero como los esquizoides prefieren olvidar para evitar el dolor, por eso crean falsos sueños colectivos maniatados a su realidad. Esa capa de dolor ha cubierto nuestra existencia y, mezclada con la sangre y con la pobreza como plato de la cotidianidad, ha creado en los cuerpos inmovilidad y en el cerebro incapacidad para pensarse diferente. Los colombianos hemos visto cientos de proyectos fracasados, desde la misma imposibilidad de independencia, pasando por las frustradas reformas de la tierra, la muerte de Gaitán, la menoscabada ideología de la guerrilla, la muerte de Galán, la imposibilidad de la paz por las masacres de la Unión Patriótica, la muerte de Jaime Garzón, el fracaso del Caguán, la muerte de los líderes y los diferentes y, últimamente, los falsos positivos; y cientos de más acciones que terminaron por crear un imaginario de pesimismo radical. Somos el producto de la más elaborada sistematización de dominio burgués.


El promedio colombiano es un ser sin esperanza de cambio, si en algo aprendió a creer fue en los discursos impostados de la necesidad básica. El dominio de la palabra mentirosa está en todos los entramados de la vida del país, desde las más mínimas expresiones cotidianas, hasta los discursos que desde el poder trasmiten ilusorias formas de igualdad. Nos han vendido la guerra como seguridad, el incremento de impuestos como desarrollo económicos, el detrimento de lo laboral como posibilidades de empleo, la desaparición de la salud pública como ineficiencia, el ataque a la educación pública como subversión; y muchas otras falacias que para ser enumeradas tardaríamos más tiempo del que nos queda por respirar. Por eso la mayoría de la población prefiere mirar la realidad desde la ventana silenciosa de su existir. Por eso somos emotivos y pasajeros, actuamos en las arenas movedizas de nuestras necesidades inmediatas, el pan de cada día. Aprendimos y creemos en la mentira que la diferencia entre quienes tienen y la mayoría es nuestra ineficiencia, nuestra falta de aprovechar las oportunidades, es por tal razón que a nadie le tiembla la mano cuando de aprovechar esos escenarios se trata. El líder comunal trabaja soñando construir un botín electoral para venderlo en la próxima subasta de votos, el político quiere ser caudillo para tener acceso a los entramados de la repartición, y así sucesivamente subimos en el escalón de esa perversa organización que mueve el tráfico de la inequidad. Y los demás elaboran otras formas más simples, pero no menos trágicas, de la misma lógica. La trampa diaria como forma de subsistencia, el problema de la ley es que juzga a la mayoría con gran fortaleza y es débil y cómplice con la minoría que infringe el mayor mal. Si alguien es sorprendido robándose un artículo en un supermercado tendrá que pagar entre cinco y seis años de cárcel, pero para al senador que se robó miles de millones del erario público, le dan casa por cárcel. Increíblemente el primero es juzgado como ladrón y torpe y el otro es admirado por su sagacidad, así se piensa en los entramados de nuestra cultura.


Por eso no podemos decir que la mayoría de colombianos que eligieron la tradición del dominio sobre el pueblo, sean ignorantes, ellos son inocentes, los culpables son aquellos que han sostenido los discursos del poder desde los medios de comunicación, los grandes personajes de este país que teniendo voz para denunciar el estado lamentable de nuestra existencia guardan silencio para no arriesgar su comodidad. Somos culpables quienes desde los escenarios de lo público nos amañamos en los cargos esperando la oportunidad para subir el escalón de depredación y no arriesgamos el renacer la palabra que denuncia y se pone en posición de abismo, es culpable el docente que no moviliza las ideas en las aulas, sino que guarda ese silencio cómplice de la barbarie y prefiere medir logros y tareas. Los culpables descansan cómodamente viendo la televisión, mientras los inocentes se levantan cada día esperando aprender las formas elaboradas de aquellos a quienes siendo sus tiranos, admiran.


Por eso nunca antes Colombia necesito menos políticos y más política.


Junio 20 de 2010.

junio 15, 2010

NO LIBRERÍAS: ¿NO FUTURO?


Por: Fernando Quiroz



Fácil, pensé. Al fin y al cabo, casi todo tiene remedio. Casi. Y esta no debería ser la excepción: simplemente había olvidado el libro en casa. El de turno: Escapada, de Alice Munro. Y jamás viajo sin qué leer. Los aeropuertos serían insoportables. Y no habría disculpa para mantener a raya a los vecinos de silla en el avión. Sin embargo, la última vez, rumbo a Ibagué, lo olvidé.



Vuelvo al comienzo: pensé que era muy fácil solucionarlo: caminaría algunas de sus calles emblemáticas con la disculpa de encontrar a Carlos Framb o a Juan Esteban Constaín. De buscar el dios redondo de Villoro, en estos tiempos de religión mundialista. De rendirle homenaje a Caballero Calderón en el centenario de su nacimiento.



Pero me llevé la sorpresa enorme de que no hay librerías en Ibagué. Así como lo leen: ¡No hay!



Aunque Ibagué suena como suena -suena bien, y esta semana, por cierto, suenan los pianos del Festival Internacional Óscar Buenaventura, y los hace sonar, entre otras, mi admiradísima Teresita Gómez-, no tiene librerías.



¿Por qué abrir los oídos pero vendar los ojos? ¿Se puede ser tan culto en un arte y tan descuidado en otro?



Me adelanto a las críticas que vendrán -es tan difícil oír ciertas verdades- y aclaro que, después de mucho preguntar, después de mucho caminar, encontré en la carrera tercera, en medio de tanto almacén de zapatos, tanto casino y tanta farmacia, la excepción a la regla. Es una miscelánea que ofrece muñecos de peluche, cajas de colores, artículos plásticos hechos en China para rellenar piñatas, textos escolares y otros libros de segunda mano que han ido dejando allí los familiares de lectores recientemente fallecidos.



Allí, bajo la estricta e incómoda vigilancia de una operaria que no entiende mi demora, curioseo los títulos. Al lado de un tomo sobre los perros de caza reposa, como nuevo, un almanaque mundial de 1983. Más atrás, una impúdica Madonna me mira desde la portada de su biografía, que duerme junto a un manual sobre el arte de romper cristal. Descubro a Irene, de mi profe Jorge Eliécer Pardo, a quien recuerdo con afecto. Su novela hace equilibrio entre un compendio de tablas de logaritmos y La estructura de la clase obrera de los países capitalistas.



Conocí buenos lectores en Ibagué -los hay, claro que los hay- a los que les toca, cada vez que viaja un amigo, cada vez que los visita una tía, encargarles libros, como otros ruegan por una chocolatina o encarecen camisetas.
Triste realidad. Y más triste imaginar qué futuro les espera a los jóvenes de una ciudad sin librerías.



fquiroz64@gmail.com

junio 09, 2010

FÙTBOL Y GÉNERO


Atención Mujeres:

(De todas las especies, hijas, solteras, casadas, viudas, concubinas, amigas, madres, tías, vecinas, etc.)


Se les comunica que a partir del
9 de Junio al 11 de Julio de 2010;
(Tiempo de duración del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010);
deberan tener en cuenta las siguientes reglas:


1. Hacer las compras del mercado y el súper FUERA de los horarios de partidos y/o repeticiones de los mismos (sin excepción).

2. Leer la sección deportiva para que tengamos tema de conversación; si no lo hacen, no se extrañen que no se les hable durante ese mes.

3. Durante el mes entero la tele es mía, a todas horas, sin excepción. El control, ni lo miren.

4. Si tienen que pasar frente a la tele durante un partido, pueden hacerlo, siempre que sea gateando o arrastrándose y sin distraer o hacer ruido.

5. Durante los partidos soy sordo y ciego. No esperes que te atienda, escuche, mire, abra la puerta, conteste el teléfono, vea al niño que se cayó del segundo piso, salude a tu madre, haga las compras, apague el incendio de la cocina, etc., etc., etc.
Nada, pero NADA !!!.

6. Deberás aprovisionar la heladera de cervezas y sonreirás si viene un amigo a compartir unas horitas de fútbol.
En agradecimiento, te dejaré ver TV de la media noche hasta las 4 de la mañana, siempre que no haya repeticiones de los partidos durante ese tiempo.

7. Si me ves molesto porque el equipo de (Brasil, Argentina, Alemania, Italia, etc.) va perdiendo no me digas
"…no es para tanto…"
ni tampoco
"…tranquilo que seguro ganan…"
Sólo harás que me enoje MÁS.

8. Puedes sentarte a ver un partido conmigo y podrás hablarme, pero sólo durante los comerciales del entretiempo.
(Para que entiendas: Eso es cuando en la tele no se ven a los jugadores).
No se te ocurra hacer cualquier comentario técnico, tampoco abuses.
¡¡No te expongas!!!


9. Las repeticiones de los goles son muy, pero muy importantes. No importa si ya los vi antes, o si me los sé de memoria. Los quiero ver de nuevo, muchas, muchas, muchas veces.
(¿Me entiendes?)

10. Que no se le ocurra a ninguna de tus amiguitas casarse, bautizar, enfermarse, organizar reuniones o cenas, y menos visitarnos; menos aún los días de semifinales y JAMÁS el día de la final porque solo hay tres opciones a saber:
a ) NO iré,
b ) NOOO iré, y
c ) NOOOOO iré.


11. Sin embargo, si un amigo nos invita a ver el fútbol, en un Bar o en su casa…
¡¡¡ (Qué maravillosa invitación)!!!
…Iremos sin dudarlo…
No importa si nos llama a último minuto.
Ah! Y si no estás lista a tiempo,
¡¡¡¡ te quedas...(de una) !!!!


12. Los resúmenes de los partidos, durante la noche son tan importantes como los juegos mismos; no se te ocurra decir:
"…Pero si eso ya lo viste, ¿por qué no cambias?..."
ni
"… ¿No te aburre ver a cada rato lo mismo?...".

¡¡¡ No, no, no, NOOOOOOOOOOO!!!


13. Para el día de la Inauguración y el de la Final ; deberás preparar una picada súper especial, comprar cerveza y mandar los chicos a casa de tu madre o dónde te dé la gana.
Deberás quedarte en casa para servir los emparedados, cortar el salame y abrir las cervezas, tener la bandeja con hielo, etc.
(Todo en absoluto SILENCIO).

14. Finalmente, ahórrate expresiones tales como:
“… ¡Qué bueno que el Mundial es cada 4 años!...”
“… ¡Felizmente, sólo dura un mes!...”
Estoy inmunizado a esas expresiones de mal gusto.
Y por si no lo sabes, anda enterándote, también hay:
Champions League, Copa Libertadores, Copa América, Liga Italiana, Liga Española y luego eliminatorias para el próximo Mundial.


SI ERES MUJER LEELO Y MEMORIZALO
SACA DOS FOTOCOPIAS
PEGA UNA EN LA REFRI Y LA OTRA DE TU LADO EN LA CAMA.
COLABORA CON LA SALUD y DERECHOS HUMANOS
MANDA 50 COPIAS A CADA UNA DE TUS AMIGAS

junio 04, 2010

¿QUÉ NOS QUEDÓ DE LAS ELECCIONES DEL 30 DE MAYO?


Por: Jaime Amaya Vàsquez


Desazón, angustia, tristeza, soberbia, fue lo que produjo en muchos sectores de la opinión pública el resultado de las elecciones presidenciales en Colombia del pasado 30 de mayo, al ver la derrota de las ideas de la decencia, de la civilidad, de la honestidad, de la justicia social a manos de los representantes de la barbarie, de la corrupción, de la exclusión de los intereses de clase de la gran mayoría del pueblo colombiano. Pero esta situación no debería sorprender a nadie, máxime si se tiene en cuenta que las campañas políticas en nuestro país, y en muchos otros, no son programáticas sino mediáticas. La experiencia muestra que es mucho más efectivo conseguir un buen asesor publicitario que uno ideológico, porque lo que entra en juego no son los programas sino los elementos publicitarios (íconos, eslóganes, frases e imágenes) con las cuales se puede ejercer una presión sobre los electores, consumidores de publicidad. Los modernos estudios del lenguaje han demostrado que en la comunicación, lo dominación ideológica se hace desde el momento mismo de la enunciación por cuanto quien hace de emisor no sólo se vale de una organización de las palabras, las oraciones, las imágenes, los símbolos y los colores sino que a todo esto añade aquello en lo que el receptor debe creer, negándole la posibilidad de la confrontación de los puntos de vista; es decir, en la publicidad como comunicación, el emisor proporciona nuevas verdades que niegan al receptor la posibilidad de interiorizar un punto de vista propio, fruto de la confrontación de ideas; el emisor parte de la base de que el receptor debe compartir su punto de vista aunque le sea contrario en sus intereses y por tanto hay necesidad de inoculárselo.

Escuchamos a muchos de los que creen en el modelo de democracia occidental reconocer la enorme influencia de los medios de comunicación, en especial de la televisión, en la toma de decisiones políticas por parte del pueblo. Esta influencia, entendida como manipulación ideológica, logra crear, en términos de Giovanni Sartori, toda clase de amores y odios a favor de unos y en contra de otros. Nosotros nos alarmamos de ver que son justamente los más necesitados y desprotegidos los principales defensores del proyecto político neoliberal mafioso –como lo describe Petro. Y por eso, entre las razones que esgrimen para defenderlo les escuchamos decir cosas como: “es que el candidato Santos va a continuar con la buena labor de gobierno del presidente Uribe”, “cómo vamos a votar por alguien que no cree en Dios”; “es que Antanas vuelve a mostrar el culo”; “Petro es un guerrillero” “si no gana Santos se nos mete Chávez a gobernar aquí”, razones con las cuales creen defender intereses nacionales y de conciencia individual. Lo que vemos aquí es una irracionalización de la política al suscitar ese tipo de emociones en la masa, es una política reducida a episodios emocionales, sostiene Sartori, de lo cual podemos desprender que la irracionalización está ocurriendo es en la democracia. Hay que reconocer, además, que la televisión premia y promueve la extravagancia, el absurdo y la insensatez, por esa razón, es posible ver a las víctimas en pleno gozo por el triunfo de sus victimarios. Démonos cuenta que incluso nosotros mismos nos atrevemos a calificar el desempeño de los candidatos en los debates televisivos y demás presentaciones en este medio, y decimos que a unos les fue bien y a otros, no tanto, que fue que Mockus dio papaya, que Petro era la mejor opción pero le faltaban las maquinarias, etc. Somos capaces hasta de establecer nuestra propia escala de valoración del desempeño de cada candidato en la televisión con lo que le estamos dando la legitimidad que reclama el discurso impositivo que se establece a través de este medio.

Cuando la conciencia política de toda una masa resulta afectada por un medio tan poderoso como la televisión, Debemos reconocer que se trata de una forma distinta de democracia; nos hemos convertido en una democracia televisiva, en la que el conocimiento político de la masa ha sido reemplazado por el poder de causar diversas emociones por medio de la televisión, lo cual pone en peligro, como lo afirma Bordieu, tanto a la vida política como a la democracia misma. Al crear todo ese tipo de emociones ocurre una especie de embrutecimiento político: La televisión embrutece no sólo al vulgo sino que la democracia está embrutecida y la falta de capacidad política lleva a la desaparición, de alguna manera, de la democracia. Ese es el espacio que esperan las dictaduras camufladas de democracia para el ejercicio del poder absoluto. Pero hay que tener en cuenta que esa manipulación política por medio de la televisión trae otras consecuencias igualmente nefastas porque, sostiene Sartori, un pueblo tan manipulable por la televisión es forzosamente algo inseguro e inestable en sus amores y odios. Así como en nuestro caso lograron el amor hacia el proyecto político neoliberal del uribismo, los amores de la masa pueden desviarse hacia cualquier otra bandera, con la misma facilidad, de ahí el control absoluto que ejerce el estado sobre un medio tan estratégico como la televisión. Cabría preguntarnos aquí si en definitiva nosotros, que nos consideramos personas decentes, progresistas, inclinados hacia la justicia social fuimos derrotados en las elecciones a manos de la derecha. Frente al fenómeno de masas que es la televisión y sus alcances, tenemos que reconocer que como lo afirma Sartori, el buen ciudadano democrático clásico, con virtudes cívicas está en vías de extinción y el poder del pueblo es nulo en las democracias televisivas. La democracia no es un régimen político adecuado dado como está, en nivel de conocimientos político, el vulgo.

mayo 30, 2010

LA FÁBULA DE LA GALLINITA CORRUPTA PARTE II




Por. Carlos Arturo Gamboa

Como siempre en el cercano país de la injusticia, volvió a reinar el rey. La Gallina logró convencer de nuevo a millones de lombricitas que acudieron al llamado mesiánico del gallinero. Ahora Los Gallos y sus secuaces tendrán motivos de sobra para continuar operando su fábrica de cadáveres, mientras en la incubadora los cuatro deformes polluelos continuarán creciendo: El Pollo Corrupción seguirá su marcha triunfante por todos los rincones del país, repartiendo puestos, cobrando tajaditas de meritocracia y despilfarrando el dinero de los impuestos, mientras las pobres lombricitas serán cada vez más pobres. El Pollo Masacre se paseará orondo por los campos y las ciudades etiquetando lombricitas “subversivas”, que son todas aquellas que desean que las cosas cambien; por eso aumentarán las motosierras, las balas y los helicópteros. No habrá refugio alguno en donde este pollo no penetre, y ya tienen listos miles de disfraces de Gavilanes, para ponerles a las lombricitas masacradas. El Pollo Injusticia seguirá sentado a la diestra de Dios Gallina ¡y que la Corte Suprema nos ampare! Y el pollo mayor, el Pollo Pobrecía, aumentará su población, ya no serán 22 millones de lombricitas hambrientas, sino 40. La Gallina saldrá triunfante y será nombrada asesora de las Naciones Unidas, porque allá necesitan de mesías que ayuden a combatir tanta lombriz insatisfecha en el planeta.


Mientras tanto seguirán alborozados los dueños de TV Gallina y El Diario Pio-Pio. El mundo de las hiperrealidades dormirá su siesta volviendo a etiquetar corazones a sus imaginarios amigos políticos de la red. Los Colorados se darán por fin cuenta que este país ya no es de lombrices liberales; las lombricitas amarillas celebrarán que aún no desaparecen a pesar de sus errores y que quizás sea ese el lugar de la verdadera resistencia. Por su parte las lombricitas verdecitas despertarán del sueño virtual de su oleaje y comprenderán que hacer política no es enviar mensajes a los chats, porque las maquinarias son reales.

Por el cercano país de esa injusticia que tanto duele, caminará una lombriz meditabunda esperando que alguna vez las lombrices despierten de su sueño aletargado y entiendan que son ellas quienes deben gobernar. Irá pregonando a los cuatro vientos: “Estas lombrices tienen huevo”


Y colorín, descolorido, este cuento continuará, aún no se ha perdido…

mayo 29, 2010

LA FABULA DE LA GALLINITA CORRUPTA





LA FÁBULA DE LA GALLINITA CORRUPTA

Por: Carlos A. Gamboa

No hace mucho tiempo, vivió en el la país de la injusticia una Gallinita que cuidaba sus huevitos con gran ahínco. Oriunda de los grandes latifundios, esta Gallina solía conocer la importancia de la seguridad, por eso se le escuchaba decir: “Si las tierras están cercadas, se impide que las gallinitas se vuelen y empiecen a cantar y de tanto quiquiriquí terminen por contar la verdad del gallinero”.

Pero en aquel país de la injusticia, también vivían cientos de lombricitas, con las cuales se alimentaba la Gallina y sus secuaces, y sobre las cuales siempre imponían un régimen de atrocidades. Las lombrices más osadas, aquellas que algún día se atrevieron a llegar hasta la Gran Granja, fueron sepultadas en sus alrededores, no sin antes cobrar recompensas jugosas por los Gallos armados. Muchas lombricitas aparecieron reseñadas por el DAS, agencia de protección del gallinero que traduce: Departamento de Ajusticiamiento Seguro.

Tanto miedo causaba entre las lombrices las artimañas de la Gran Gallina que terminaron por adorarla, mientras sus hijos se repartían las tierras, los bancos, las empresas y los subsidios. La Gallina solía asustarlos a todos con el cuento de que tenían que derrotar a los Gavilanes de las montañas que querían arrasar con todo. Por eso las lombricitas trabajaban el doble y cobraban menos, pagaban más impuestos, y sufrían en silencio mientras La Gallina se daba el lujo de repartir las mejores tierras entre los Gallos, comprando armas para reprimir lombrices e imaginarios Gavilanes. Se peleaba con los vecinos de otras Granjas y si alguien le reprochaba algo les gritaba “les doy en la jeta maricas”.

Pero un día las lombrices hicieron de tripas corazón y empezaron a denuncia a los cuatro vientos las tiranías del Gallinero y fue cuando la Gallina salió a defender sus cuatro huevitos; sin darse cuenta que lombricitas amarillas, verdes y rojitas, se habían enterado que allí los huevitos estaban más bien podridos y cuando la Gallina por fin tuvo que abandonar el gallinero, todos se dieron cuenta que esos cuatro polluelos deformes que había incubado se llamaban: Corrupción, Masacre, Injustica y Pobrecía.

El heredero de la Gallina resultó ser un huevo “positivo positivo”. La Gallina se encuentra huyendo y la justicia la persigue para desplumarla. Los Gallos no saben qué hacer con tantas armas y las lombricitas no entienden que son ellas quienes deben gobernar el gallinero.

Y colorín colorado, amarillo o verdolado, este cuento no ha terminado…

Mayo 29-2010

mayo 20, 2010

ALGUNAS REFLEXIONES EN TORNO AL PROYECTO DE LEY QUE REFORMA LA LEY 30 DE 1992 QUE REGULA LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA



Por: Carlos Arturo Gamboa.

“Dos hombres que difieran acerca de los fines de la vida
no pueden esperar llegar a un acuerdo sobre educación”

Bertran Russell

El 12 de abril del 2010, fue radicado en el Congreso de la República el proyecto de Ley con el que se pretende reformar la Ley 30 de 1992, que regula la educación superior en Colombia; todo esto ocurre en el marco de la finalización de un gobierno que demostró gran habilidad para reformar las instituciones públicas bajo el pretexto de la modernización, la eficiencia de los bienes públicos y la buena administración; pero cuyo velo frontal esconde las más astutas formas de la consolidación de un país que cada más le apuesta al modelo global de supervivencia, es decir, un mundo regido por el mercado cuyo fin sumir al ser humano en el letargo del consumo.

Esa misma lógica de regulación de lo público usó el gobierno para solidificar un mecanismo de salud que en nada ha transformado las deficiencias en el sector salud, y que por lo contrario ha permitido que cada vez más una mayor franja de la población se encuentre a la intemperie del Estado, responsable éste del cuidado de sus ciudadanos. La crisis del sector salud y la fingida hecatombe, es una muestra palpable de la poca efectividad de las políticas que se vienen implementando desde que Uribe Vélez engendrara ese proyecto anómalo llamado Ley 100. Si la salud no le dolió a nadie del alto gobierno, ¿qué podrá esperarse de la educación superior, cuyo discurso está al servicio de las políticas multinacionales?

La educación, como un proyecto de la modernidad, soñaba con la formación de sujetos autónomos, capaces de construir un mundo mejor, pero desde sus inicios se vio sometida a los intereses burgueses que condicionaron ese “proyecto de hombre”, bajo las primicias de la producción. Un sujeto educado para el sistema actual del orden mundial, es aquel capaz de poder ofrecerles algo productivo al sistema: productor de bienes, desarrollador de tecnología o proveedor de conocimiento. Lejos están estas lógicas por ayudar a formar seres libres, éticos, preocupados por el cuidado del ecosistema, por la equidad, por el equilibrio de la especie humana.

Dentro de ese enorme panorama, la educación colombiana es apenas una bacteria más en el complejo ecosistema, y temas como la autonomía universitaria asustan y entorpecen los proyectos de los grupos sociales que desean hombres productivos para su macro-mundo de la producción líquida. La Ley 30, es en parte reflejo de algunos derechos rescatados por parte del mundo universitario y responden a unas formas de gobierno, que si bien deben revisarse a la luz de los tiempos, esta reforma debe surgir del seno mismo de las Universidades, no de los intereses particulares de las elites de la nación. Ellos nunca enviarán a sus hijos a las universidades públicas, ellos construyen los sujetos que heredan sus fortunas en las universidades formadoras de la nueve especie aria del planeta.

¿Qué hacer? La pregunta que debe guiar siempre al sujeto actual, el sujeto que se piensa así mismo y a los demás. Preocupa la pasividad de sectores como el profesorado universitario adormecido por los mecanismos burocráticos de los puestos públicos, la inoperancia de los grupos estudiantiles, unas veces desarticulados por su nubla política o por la coacción que desde el Estado a satanizado el derecho a la protesta legítima, y no preocupa menos el hecho de tener directivos que sueñan con la eficiencia y la eficacia como la salvadora del sector público. El Estado debe garantizarles a sus ciudadanos la vida, la salud y educación, sino es así ¿para qué Estado? Preocupa además que en la agenda de los candidatos de la coyuntura política se esté construyendo un discurso parecido al tradicional enfoque de ver la universidad pública como un “lugar peligroso”, y claro, esa lógica es lógica en sus cerebros, porque una universidad que potencie el pensamiento siempre será un problema para quienes llevan siglos apoderados de los bienes que como pueblo nos corresponde.

Esperamos que del letargo surjan las voces que entren a defender la universidad pública, que sean objeto de análisis profundos los articulados del proyecto de ley y que de ser necesario, la comunidad en general se movilice para defender la autonomía de la universidad, ya que es de los pocos rincones en donde los sectores menos favorecidos tienen oxigeno, porque para las élites cada vez hay mejores centros de “deformación”

Posdata: Aquí se puede consultar el articulado del nuevo proyecto de Ley.

mayo 14, 2010

DIA DEL MAESTRO: REFLEXIÓN

MI PRIMERA MAESTRA

Fernando Vásquez Rodríguez

Cuando Adán salió de "El Paraíso", lo primero que pensó fue en buscar a Eva, su costilla de cabellos largos. Y duró un largo rato buscándola porque aunque los dos fueron expulsados por el mismo querubín, por la misma espada encendida, cada uno al salir tomó un rumbo diferente. Así que, luego de caminar y pegar algunos gritos, por fin divisó a Eva sentada sobre una laja de piedra enorme, desenredándose el cabello y mirando hacia el fondo del valle, ensimismada en pensamientos pos-edénicos.
- Bonito lo que hiciste...
- Bonito ¿qué?- contestó Eva, sin darle la cara a Adán.
- Esto, lo de perder "El Paraíso".
Eva volteó la cabeza. Vio a Adán desnudo, sin la hoja de parra, sin el aura protectora de la inocencia; lo vio flaco, inerme, humanamente solo. Lo vio asustado, con esa mirada como de niño que acaba de perder su alimento predilecto.
Adán volvió a llenar su boca de reclamos.
- ¿Qué fue lo que te dijo la serpiente?
- No era una serpiente...
Adán guardó silencio por un momento. Miró las pequeñas manos de Eva desenredándose el cabello, un cabello largísimo, un cabello que le servía de vestido. Luego, volvió al ataque.
- Bueno, lo que fuera. ¿Qué fue lo que te prometió para que hubieras comido la manzana?
- Libertad- contestó enfáticamente Eva -, Libertad.
Eva se mantenía altiva. No había en ella ningún indicio de culpabilidad. A lo mejor era por causa de la manzana. En fin, mantuvo su porte digno, y empezó a jugar con una hoja, desprendida de un arbusto cercano. La voz de Adán se hizo más clara...


- Y luego, viniste tú a provocarme, a llenarme de ideas, a cambiarme las cosas.
- No te obligué-contestó Eva, casi susurrando.
- Sí, pero tú y tus cosas, que yo no sé qué, que ya no seríamos esclavos del temor, que podíamos ser libres, que ese "Paraíso" no era sino otro nombre para designar la suma ignorancia... tú, y tus palabras...
Eva agarró la hoja y empezó a doblarla mitad por mitad, como haciendo el primer origami del Génesis. Despacio, muy despacio, levantó la cara y miró a Adán directo a los ojos. La mirada de Eva traslucía más nubes que tierra, más cielo que barro.
- Estábamos contentos y felices porque no sabíamos nada. Éramos ignorantes totales, Adán. Y en eso consistía "El Paraíso".
- ¿Quién te enseñó esas cosas?

- Ya sabes quién...
- Sí, yo sé que todas las tardes, al lado del manzano, te reunías con ella. Y yo te oía hablar y escuchaba otra voz, aunque por lo tupido del follaje donde me ocultaba, apenas si podía ver una forma que se resbalaba entre el vergel...
Era yo, que me movía alrededor suyo.
- Sí, pero al final de tus diálogos vespertinos, cuando ya te habías marchado, yo llegaba hasta el árbol para inspeccionarlo y sólo veía una serpiente desenroscándose del manzano con lentitud...
- Adán, no era una serpiente...
Adán volvió a padecer ese desconcierto, típico de las pláticas con Eva. Después de hablar con ella se sentía "otro", como que todo cambiaba de lugar y daba vueltas a su alrededor. Hablar con Eva era como emborracharse con humo. Pero a la par que le producía tal rechazo, también le atraían las ideas, las cosas dichas por ella. Era como salir de lo familiar para indagar en algo extraño. Recordó que Eva le había dicho eso, precisamente, "se trata de dejar lo conocido, para adentrarnos en lo desconocido".
Adán se alejó algunos pasos de Eva. Además de tener rabia, sentía nostalgia. Miró hacia atrás y ya no vio por ningún lado "El Paraíso". Tampoco vio el querubín de la espada remolineante. Contempló tan sólo una gran arboleda y unas rocas gigantescas. Observó algunas aves planeando en la distancia y sintió una especie de remordimiento muy cercano a la melancolía. Sin voltearse, habló en voz alta, para que Eva lo escuchara.
- ¿Y qué necesidad teníamos de salir de "El Paraíso"?, si allí estábamos tan bien, tan seguros...
- La ignorancia duerme sobre nuestras seguridades- balbuceó Eva.
Adán sintió que las palabras de Eva iban directo, como piedras, al cascarón de barro de su orgullo. Se vio derrotado. Volviéndose sobre sus pasos, prefirió cambiar de estrategia. Se sentó al lado de Eva y se mostró frágil, fingió ser más débil de lo que era en ese momento.
- Debe ser porque no comí sino un bocado de la manzana, por lo que no te entiendo. A lo mejor es porque no asistí, como tú, a todas esas charlas vespertinas...
- Conversatorios, interrumpió Eva.
- Por esas benditas charlas interminables, debe ser por eso. Yo no sé.

Pero, ¿qué encontrabas tú o qué te daba ella...?
Eva se compadeció. Por un instante sintió que Adán era como su hijo. Hasta lo vio bello en medio de su raquítico desamparo, y pensó que podría llegar a ser un buen padre del hijo que ya era germen dentro de su vientre... Porque de eso igualmente le había hablado su amiga, la de las tardes del Edén, su amiga de voz seductora y ojos profundos...
- Yo también como tú, Adán, sentí un miedo inicial. Tuve pánico a las palabras de mi amiga, pero ella me ayudó a nacer otra vez. ¿Sabes qué?, Adán, mi verdadero nacimiento no fue de una de tus cosquillas, no fue de la arcilla roja, sino cuando comí la manzana. .. Pero te decía que ella fue dándome alientos, para dar ese paso, para poder morder ese fruto. Adán, el árbol que da ese fruto, según ella me contó, se llama el árbol del conocimiento... Bueno, y entre charla y charla, ella me fue dando el valor necesario para comer, para atreverme a saborear el fruto de lo nuevo, de lo inédito... Y comí...
Adán miraba a Eva sin pestañear. Estaba embelesado, seducido por las palabras de ella.
- Y cuando comí la manzana, lo que en verdad pasó es que tuve, por primera vez, conciencia de mí, de lo que era, de dónde estaba. Esa manzana fue como un espejo. Yo no me comí la manzana, yo verdaderamente me vi en ella. Y el alimento, esa blanca masa porosa, fue como una revolución, y por primera vez tuve conciencia de mi rostro, y reconocí mi cuello, mis brazos, mis senos... Adán por primera vez supe que tenía un cuerpo...
- ¿Y todo eso por culpa de la serpiente?- interrumpió involuntariamente Adán.
- No, no era una serpiente Adán. Era Lilit, así me dijo que se llamaba. Lilit, mi primera maestra.
Adán guardó silencio. Se puso de pie, y como impulsado por una fuerza extraña, tomó de la mano a Eva. El mundo le pareció ahora menos inhóspito. Sin mirar hacia atrás, comenzó a caminar con la mujer hacia el horizonte. El sol esa tarde era en verdad hermoso.



mayo 07, 2010

ENTES PÙBLICOS DESPOLITIZADOS


UN DEBATE A PROPOSITO DE LA RECIENTE DESTITUCIÒN DEL GOBERNADOR DEL VALLE JUAN CARLOS ABADÌA, MIENTRAS EL PRESIDENTE ÁLVARO URIBE SIGUE EN CAMPAÑA POLÍTICA A FAVOR DE SANTOS POR TODA COLOMBIA.

Por: Carlos Arturo Gamboa B.

Ha hecho carrera en las instituciones públicas colombianas un soterrado mecanismo de politiquería que juega a favor de la corrupción y su hija preferida: el clientelismo. Este seudo-mecanismo de participación ha servido para sostener una serie de entramados del orden burocrático, que a la larga sólo es otra forma más de mal-administrar los bienes públicos: La no participación en política. Si un empelado público no puede asumir su categoría de ciudadano autónomo que le permita hacer ejercer su uso público y privado de la razón, lo que se está propiciando es la construcción de seres despolitizados, objetivo claro de caro interés para el capitalismo. No pienses, no actúes, es el lema construido desde la enajenación política de los seres que se mueven bajo el influjo adormecedor del consumo. Sin embargo, bajo el telón de las grandes corruptelas administrativas, se potencia la coacción como una forma de asimilar al individuo para que haga parte de las castas politiqueras que manejan el bien público. En ese escenario, la prebenda privada emerge como el mejor mecanismo seudo-democrático para coaptar las acciones políticas que no van más allá de respaldos a los dueños de los múltiples poderes entronizados en las instituciones públicas. En este gran mercado persa de los bienes públicos se tranza con los cuerpos y con las mentes, pero esos cuerpos no son sujetos de acción sino maniquíes dispuestos al sacrificio corporal con tal de agradecer al poder de turno; y esas mentes no se construyen desde la elaboración de un pensamiento autónomo, sino cohibido y puesto al servicio de proyectos mezquinos que para nada movilizan las dinámicas propias del quehacer público.

Así las cosas, el individuo que transita los eslabones burocráticos Weberianos, no alcanza a asumirse como sujeto político que piensa, propone, y acciona el dispositivo de su ser público, sino que queda atrapado en las múltiples bifurcaciones que a manera de meandros construyen la institucionalidad, predispuestos por ella y potenciados por ella. Ese individuo se queda sin opciones de movilizarse y por lo tanto debe decidir heterónomamente por hacer parte del entramado, matriculando su cuerpo y mente al servicio de un caudillo de oficina, lo que le garantizará acceder un poco dentro del organigrama y tener acceso a escenarios en donde sólo reproducirá la mediocridad heredada. Por otra parte, le queda la opción de asumirse como sujeto rebelado y hacer oposición frente al sistema, lo que seguramente le acarreará su pronta exclusión. El sobreviviente de la institución pública no puede decidir, sólo acatar para ser parte del gran grupo de depredadores públicos.

El sujeto ideal para el sistema burocrático público, debe ser entonces un ser despolitizado, ajeno a las acciones históricas y sociales en cuales está inmerso como ser cultural. Negarse a actuar como ser político, es asumir la pasividad que le permite al sistema consumir sus esfuerzos a favor de un orden que excluye al sujeto, potencia el individualismo y lo compra a bajos precios y en cómodas cuotas. Obviamente esto no se solucionará desmontando las formas democratizadas de participación, pero negarle al sujeto que se asuma como ente político, es prepararlo para la ciega obediencia.

No se puede, entonces, permitir que un espacio de construcción de conocimiento y de argumentos, como la Universidad Pública, se promuevan las acciones soterradas en donde se negocian los espacios de poder, y se condenen las manifestaciones políticas e ideológicas bajo la figura amañada de su imposibilidad política, cuando lo que debería erradicarse es la ocultación que trasgrede el acto político inherente a todo ser humano, para darle cabida a la politiquería. Esas acciones de prohibición en el fondo lo que promueve es continuar caminando en el largo camino de la corrupción y el desparpajo de los falsos discursos que no permiten la construcción de un pensamiento libre.

mayo 05, 2010

CARACOL RADIO CHUZADA



SIGUE DESTAPÀNDOSE LA OLLA MALOLIENTE DEL ESTADO TOTALITARISTA QUE DURANTE 10 AÑOS A CONTROLADO EL PAIS. !QUÈ VERGUENZA QUE UN PERIODISTA COMO DARÌO ARIZMENDI NO TENGA EL TALANTE DE DENUNCIAR ESTOS HECHOS...

mayo 03, 2010

EN TIEMPOS OCRES, BIENVENIDO EL VERDE


Por: Carlos Arturo Gamboa B.


El título de profesor, tan vilipendiado en estos años de la “revolución educativa”, otorga el privilegio de la consultoría. En estos días cuando se agita el mundillo electoral colombiano no he podido ser ajeno a ese privilegio. Muchos de los estudiantes, con los que comparto cátedra en Periodismo o en Literatura, se han acercado inquietos con el fin de entrecruzar «miradas políticas» sobre el tema reverberante de las candidaturas presidenciales. El sólo suceso de poder escuchar de sus voces esas inquietudes, ya me traza esperanzas, sobre todo en esta nueva década cuando el sentido de la a-política pareciera haber invadido las mentes y los cuerpos de lo jóvenes y de no pocos adultos. En ese ir y venir de ideas, se debate cuál es el camino a seguir, y ante tan variada argumentación, dejaré sentada mi posición, como debe hacerlo un profesor, más aún en el ámbito universitario.


Considero que Colombia llegó al límite de la barbarie y en tiempos donde ni siquiera la vida posee un valor no-económico, la pregunta a resolver es ¿Ahora qué hacemos? Sobre el mantel electoral se muestra variados platos, pero ninguno diferente, si acaso el discurso de Petro en los últimos debates, pone en juego las profundas crisis sociales que deben ser resueltas para que el país tome un rumbo social. Nadie habla de la reforma agraria tan necesaria para que se construya una equidad de bienes, debe ser porque anunciarlo sería arremeter contra las burguesías dueñas de medio país, contra los ganaderos y sus ejércitos armados de intolerancia, contra los grandes capitales que expropian tierras para explotación de bienes no renovables. Ya Antonio García Nossa lo había explicitado, este país, y en general esa Latinoamérica nunca liberada, jamás construyó una forma de gobierno diferente al orden colonial: “Cuando el último soldado español se embarca de regreso a la Península, lo que queda en pie no es un nuevo orden, sino el orden colonial -su cuerpo, sus instituciones, sus clases, su economía, su cultura, su espíritu- administrado por un nuevo cuadro de personas”, es decir, jamás nos liberamos de la supremacía burguesa y sus intereses mezquinos, por eso nunca construimos una nación.


Ahora bien, el problema es que nuestro actual Estado ha llegado incluso a superar la barbarie y la desigualdad de los métodos coloniales. La corrupción se convirtió en una forma de vida colombiana, las instituciones son marionetas del Estado y cumplen el dictamen de la burguesía, no sólo porque de esa manera se consolidan en el poder, sino porque ellos mismos, en la gran mayoría, son la burguesía. Esa cultura de la compra de ideas y de cuerpos responde a la antigua lógica del fin justifica los medios. Sostenerse en el poder es la gran meta de la minoría del país, aún a consta de la miseria generalizada que atiborra cada rincón de esta adolorida Colombia. Ahora resulta que todos los males tienen un epicentro: La guerrilla. Ya no hay niños muriendo de hambre en el Choco, no hay congresistas paramilitares, ya no hay desaparecidos, ni refugiados, ni exiliados, ni desplazados, ni ricos repartiéndose los subsidios, ni desempleados, ni indígenas golpeados y presos por sus ideas, ni pescas milagrosas estatales… Este país es el más feliz del mundo, sólo que existen guerrilleros “terroristas” que toca matar y seremos la Suiza latinoamericana. Como diría el saliente: falso de toda falsedad.


En medio de ese caos oculto, las ideas parecen velas a punto de extinguirse, y pareciera que no es tiempo de luchar por las grandes utopías, sino al menos el tiempo de defender la vida. Los muertos no tienen derechos, y a ese estado de indefensión hemos llegado. Ahora hablar en contra del orden establecido es ser “terrorista”, no hay lugar para la argumentación, menos para la disidencia. Más trágico aún resulta que la mayoría (lo que algunos denomina opinión pública), considera válido ese discurso y así lo demostró eligiendo dos veces a Uribe, aún sabiendo que había desbaratado la Constitución Política, se había aliado con los paras (Mancuso así lo afirmó recientemente), había comprado el Congreso y había convertido la barbarie en política de Estado. ¿Entonces que hizo que la mirada virará hacia otro escenario?


El cansancio primero atrofia las ideas y luego los cuerpos; pero el mecanismo del pensamiento humano aún no ha sido derrotado, el sueño de las máquinas debe esperar. Los jóvenes, actores sociales e históricos algún día deberían manifestarse, el problema es que los medios están en manos de los pirotécnicos del poder y ellos jamás predijeron que una nueva forma societal estaba en marcha: Las redes virtuales. Un nuevo espacio, en donde la velocidad domina el vértigo, se convierte en el epicentro del fenómeno electoral, ahora hay un lugar en donde se pueden expresar sin necesidad de desplazarse, un mundo interconectado de manera rizomática, un mundo activado por un click. Y fue por ahí en donde empezó a re-construirse el discurso de la legalidad como necesidad cultural, porque son los jóvenes los más excluidos en la sociedad colombiana, sometidos al poder del adulto. ¿Por qué la juventud rebelde empieza a reclamar la legalidad, si esta categoría es propia de los adultos? Porque la ilegalidad es de tal monstruosidad, que incluso es mejor la ley y las instituciones del orden.


Otro discurso que atrajo la mirada de los jóvenes fue el tema de la educación, ese antiguo sueño de la modernidad que nunca desembarcó en estas tierras, la formación de un ser razonado, ético y argumentado, discurso de hace siglos en la hoy Europa adormecida. Sin educación no hay construcción de república, sin letrados seguiremos en manos de los hacendados del poder, sin conocimiento seremos masa amorfa que la burguesía usa a su antojo. Pero quiero ser claro, con ella tampoco garantizamos nada.


En ese escenario considero de vital importancia que la política sea un tema nuevo entre los jóvenes y la masa de ciudadanos, que los debates en los pasillos, los cafés, los bares, las aulas y los escenarios urbanos, sea el fenómeno Mockus. Es un buen indicio, pareciera ser que al letargo colombiano le ha llegado su fin. Si, lo sé, soy optimista. Comparto la necesidad de construir una ética que permita movilizarse en el mundo de lo público sin el ánimo de depredar y le apuesto a la educación como una de las formas de reconstrucción social; pero no le apuesto a un hombre, sino a la colectividad. Las soluciones no vienen en la maleta de viaje de un político, se construyen desde las bases sociales. Mockus no es un hombre de avanzada, no está proponiendo la construcción de un nuevo país, está liderando la necesidad de volver a lo esencial, al respeto por la vida, por los bienes públicos, por la ética, por la educación; es decir, nuestro país es tan lamentable que incluso añoramos el viejo orden.


Aclaro, mi voto será verde, porque quiero garantizar que durante los próximos ocho años al menos pueda escribir textos como este sin el temor de ser catalogado de “terrorista”. Después del 30 de mayo seguiré luchando por construir ese verdadero país para los colombianos, espero que en esa lucha me reencuentre con muchos de esos alborozados jóvenes que hoy enverdecen el paisaje. En tiempos ocres, bienvenido el verde.

abril 21, 2010

ANTANAS MOCKUS VII

ANTANAS MOCKUS VI

ANTANAS MOCKUS V

ANTANAS MOCKUS IV

ANTANAS MOCKUS III

ANTANAS MOCKUS II

ANTANAS MOCKUS I