mayo 05, 2014

RODOLFO LLINÁS Y LA MINISTRA DE EDUCACIÓN

Por: Carlos Arturo Gamboa B.
Dos intervenciones provocan este texto: la de la Ministra de Educación María Fernanda Campos sobre una nueva reforma que afecta el trabajo docente en Colombia (CM&; emisión 7:00 pm) y la entrevista que le realiza la revista Semana al científico Rodolfo Llinás; a través de los dos discursos se puede evidenciar la ligereza con la que en Colombia se aborda el tema de la educación.
En primera instancia, la concepción que Llinás tiene de educación está ligada al desarrollo y al progreso, como esos dos soportes falaces del capitalismo, veamos una de las respuestas que nos ofrece;
Primero hay que reconocer la importancia de la educación. Colombia no será nada hasta que no eduque su gente. El problema siempre ha sido que no se optimiza a los individuos, no se les da la posibilidad de llegar a lo mejor que pueden ser. Eso solo se logra con educación, pues al fin y al cabo esta se trata simplemente de optimizar las capacidades cerebrales. ¿Cómo hacemos para optimizar? Hay que trabajar más porque la gente entienda, que la gente sepa algo. El saber es simplemente poder poner en contexto lo que uno sabe (Llinás, 2014).
Estoy de acuerdo en la importancia que posee la educación en una sociedad, pero de ahí decir enfáticamente que “Colombia no será nada hasta que no eduque la gente”, es desconocer que en parte la tragedia de Colombia son esos sujetos educados que la manejan ¿Acaso hay analfabetos en Congreso? Muchos de los políticos que han saqueado el país fueron formados en las mejores universidades del país y son posgraduados en el exterior ¿Entonces? Además el señor Llinás considera que debemos optimizar los individuos y que toca trabajar más, eso parece el viejo eslogan de una campaña del ganadero politiquero. De otro lado, es necesario advertir que el saber no solo consiste en poner en contexto lo que uno sabe, ese es el engaño de las llamadas competencias que buscan formar autómatas para el oficio, desconectados de la realidad social. Pero veamos otra perla de Llinás:
Cualquier otro grupo humano daría lo que fuera por tener la tierra colombiana. ¿Se imagina? Con dos océanos, con agua dulce, con todo prácticamente… La vida en Colombia es demasiado fácil. No hay invierno, la gente no se muere de desnutrición (2014).

Respecto a lo primero que dice en esta cita, estoy de acuerdo, por eso es que los gringos llevan años acá explotando las riquezas por intermedio de sus trasnacionales y a cambio nos han dejado una buena ración de armas para alimentar nuestras guerras internas. En lo que no puedo estar de acuerdo es en que la vida en esta tierra es “demasiado fácil” ¿Por qué no te paseas por nuestros campos arrasados por la guerra, por los tugurios suburbanos alimentados por el desplazamiento, por los anillos de miseria de las ciudades? Paséate por ellos Llinás y luego evalúas eso de la facilidad de vivir en Colombia. ¿Qué no hay invierno? Será que solo nos visitas en verano y no puedes ver los ríos desbordados arrastrando poblaciones enteras con todo y sus cultivos, o será que cuando vienes no sales de los edificios de la capital, porque en los rascacielos los inviernos son bastantes confortables. Y señor Llinás, acá la gente si se muere de desnutrición, como los niños del Chocó a quienes nunca les llegaba la bienestarina que se descomponía en las bodegas de algún funcionario público corrupto, bien educado, con título universitario.
Bueno, pero comparto que la educación debe ser una política de Estado, un camino para la igualdad, un derrotero para la equidad de los colombianos, pero ese modelo que usted reclama con ahínco no me parece el adecuado. Prefiero quedarme con esta frase que nos deja: “La escuela enseña la ubicación de los ríos, pero jamás explica la importancia del agua”, estoy seguro que esto no lo aprendió usted por competencias, pero es lo más serio de su entrevista.
Por otro lado, la Ministra de Educación María Fernanda Campos, afirmó por los medios (mayo 5) que se acaba de implementar una reforma para aumentar los índices de calidad en la educación. La mayoría de las cosas que enuncia tienen que ver con la carrera docente. Por ejemplo, afirma que los programas de licenciaturas contarán con tiempo mínimo de cinco años de formación, que no se podrán ofertar carreras de licenciatura en las modalidades a distancia y virtual, que todo docente debe hablar una segunda lengua y esa será el inglés. Alguien desprevenidamente dirá que estos aspectos son necesarios para mejorar el sistema educativo colombiano, pero miremos lo que no se dice, porque el silencio también guarda significados. No se habla de mejorar salarios y estabilidad laboral de los docentes, tenemos miles de casos en Colombia en donde los licenciados recién egresados devengan menos del salario mínimo ¿Esto no afecta la calidad? Se procura reformar la carrera docente, pero se seguirá permitiendo que profesionales de otras disciplinas sin saber pedagógico ejerzan la docencia ¿Esto no afecta la calidad? Afirma que las licenciaturas solo podrán ofrecerse de manera presencial, como si existiese una relación directamente proporcional entre presencialidad y calidad ¿En dónde están los estudios? Cabría preguntar por qué la segunda lengua debe ser el inglés, cuando, por ejemplo, el portugués cada día cobra mayor vigencia como lengua científica del continente. O por qué no el quechua, el aimara. ¿Será por cumplir con los tratados de libre comercio?
La Ministra de Educación ha demostrado ser una mujer muy hábil para ocultar perversidades disfrazadas de discursos benévolos, todavía la recordamos en el 2011 y su sueño de universidad con ánimo de lucro, al mejor estilo chileno-pinochetiano. Esta vez de nuevo lanza una reformeta inconsulta, sin estudios serios, sin el debate de largo aliento que necesita el sistema educativo nacional. Y para que no crean que riño  con todo lo que dice Llinás, quiero enviarle este mensaje del científico a la ministra de los gazapos educativos, lo expresó cuando le preguntaron sobre las posibilidades de practicar lo aprendido en Colombia: “[…] acaban teniendo un trabajo en el que no practican lo que estudiaron y muchos terminan de políticos o haciendo otras cosas”, creo que se refería usted ministra Campos, porque usted no es del sector educativo, por eso habla de la educación como si estuviese hablando de economía.