marzo 13, 2017

LA MUJER DEL ANIMAL O EL HORROR DE NUESTRA REALIDAD


Por: Carlos Arturo Gamboa B.

“El cine es una verdad 24 veces por segundo”
Jean Luc Goddard

Debo confesar que hace un buen tiempo una película no me generaba tantas contrariedades como La mujer del animal, del cineasta colombiano Víctor Gaviria. Lo primero que rememoré, después de esos 120 minutos de agonía, fue la pesadumbre que me alertó los sentidos cuando vi Saló o los 120 días de Sodoma de Pier Paolo Pasolini; aunque las estéticas distan entre sí, la crueldad de la imagen emparenta estas dos obras que logran colocar frente a nuestros ojos el zumo horrorizado de la condición humana; por eso se torna arte, doloroso, propio del realismo sucio.
Con una apuesta estética y actoral que ya dejó huella en el cine, esta vez Gaviria se adentra en esa realidad de las otras violencias, la del género, que pervive como hermana siamés de la miseria, la delincuencia y la insolidaridad. La mujer violentada es una metáfora cruel que hace crispar los nervios y logra el efecto de hacernos sentir que no estamos frente a una pantalla, sino que asistimos como testigos indefensos (igual que todos los coprotagonistas), a la gran función de la barbarie patriarcal, en donde la injustica danza al ritmo de una sociedad destrozada. Pegados a la silla del cine soportamos el horror de la inmovilidad. Uno quisiera levantarse, apagar el proyector para evitar que la protagonista siga sufriendo y, quizás, en una especie de necesidad catártica, deseamos que al “anti-héroe” lo ajusticien pronto, solo así nuestra mente podrá soportar que tanta inhumanidad siga taladrando los sentidos.
Hay un paisaje en el cual sucede la película y es el territorio de la ignominia. Miseria, ausencia del Estado y sus instituciones y crueldad, encarnada en “El animal”, ese siniestro personaje que merodea por todos lados dejando una estela de dolor por donde cruza y que cada vez vuelve a Amparo, el cuerpo violentado, la vida desgarrada; pero también esa crueldad habita en los ojos de “los otros”, incapaces de actuar al ver tanta atrocidad, quizás porque eso es lo primero que genera la violencia; inmovilidad.
La actriz española Ana Diosdado alguna vez expresó que “Los auténticos actores son esa raza indomable que interpreta los anhelos y fantasmas del inconsciente colectivo”, y acá sí que logran darle vida a nuestros fantasmas, porque uno podría afirmar, sin temor a fallar, que no existe un colombiano que no haya sido testigo cercano de la violencia contra una mujer; porque en la película se narra:
(…) la historia de un maltrato, pero a la vez es la historia de cómo se ha hecho del abuso de la mujer un tema común y corriente, cómo de puertas para adentro se convirtió en normal el acto abominable de pasar por encima del otro. Quizá lo más difícil en la película no sean los golpes, sino la indiferencia de los testigos: una mujer humillada en público, sacada de los pelos de una taberna, y todos en silencio, como si todo fuera un paisaje atroz y común. (Rivera, 2017, párraf. 4)
El mismo Víctor Gaviria dijo en alguna entrevista que durante la investigación para la película se encontró de frente con tantos casos de este tipo, que sintió la necesidad urgente de culminar el proyecto, porque: “A medida que íbamos investigando nos dábamos cuenta que animales hay muchos, y todos muy crueles, todos terribles: tíos, abuelos, padres”. Y ese es el mayor efecto que causa la película en los espectadores, recordarnos que ese animal desaforado, violento y sanguinario, está tan emparentado a nosotros que quizás podría llevar el mismo apellido, al menos ya tenemos la certeza de que lleva el mismo gentilicio: colombiano.
La mujer del animal es una película necesaria para Colombia, porque muestra la verdad de frente y sin anestesia. Si Gabriel García Márquez nos enseñó a vernos a través de la metáfora del realismo mágico, hace rato que Víctor Gaviria nos construyó un espejo fílmico en donde al asomarnos nos asustan nuestros propios horrores.
Referencias bibliográficas
GAVIRIA, Víctor. (2017). La mujer del animal. Colombia: Polo a Tierra / Viga Producciones
PASOLINI, Pier Paolo. (1975). Saló o los 120 días de Sodoma. Italia: United Artists
RIVERA MARÍN, Daniel. (2017). La mujer del animal: la brutalidad de la indiferencia. En. Revista Arcadia. Disponible en: http://www.revistaarcadia.com/cine/articulo/la-mujer-del-animal-pelicula-de-victor-gaviria/62498