abril 09, 2014

CARTA PÚBLICA (RECLAMO ÉTICO)

La mano mutilada


Señor
ERNESTO MONROY GONZÁLEZ
Funcionario Universidad del Tolima
Director Programas IDEAD
Representante “ilegítimo e ilegal” de egresados IDEAD al CD
Amigo de la Administración

No había dado respuesta a su correo titulado “EL TA – LENTO DE CARLOS ARTURO GAMBOA BOBADILLA”, debido a que esperaba contestación negativa (que ya preveía) de un derecho de petición dirigido al rector de la Universidad del Tolima, solicitando nulidad de su nombramiento como representante de los egresados al Consejo Directivo del IDEAD.

Primero quiero agradecer que en tres largos años de silencio como representante, es la primera vez que usted responde a un egresado del IDEAD, aunque haya sido más para insultarme que para argumentarme. Quiero también agradecer el envío de los anexos, documentos que necesitaba urgentemente para demostrar la forma arbitraria y antidemocrática en que se ha procedido para elegir un representante de esta enorme población de integrantes de la comunidad universitaria. Nos hubiese gustado obtener respuesta pronta al correo que transcribo, fechado con 12 febrero de 2014, en donde algunos miembros de la asociación solicitaron participar en la asamblea de la misma para elegir el representante. Dicha asamblea nunca se dio, su silencio demuestra la primera violación al proceso.
Señor
ERNESTO MONROY GONZÁLEZ
Asociación de Egresados Instituto de Educación a Distancia

Respetado Ernesto:
 
De acuerdo con la resolución de Rectoría No. 083 de enero 24 de 2014, comedidamente me permito solicitar se informe la fecha, sitio y hora para la reunión de los miembros de la Asociación de Egresados del Instituto de Educación a Distancia, con el propósito de elegir al Representante de los Egresados al Consejo Directivo del IDEAD.

Quiero recordar, como usted lo anexa en el comunicado que hice público en proceso asambleario, que me negué a participar en esa tramoya llamada “elección de egresados al Consejo Superior”, por considerar que: “La elección de representantes de egresados al Consejo Superior, no cuenta con la debida participación del estamento en su conjunto, y por el contrario se limita a la decisión de la Junta de Egresados, desconociendo el sentir y la decisión de las mayoría de egresados de la Universidad del Tolima”. Esto lo expresé el 19 de octubre de 2011, y lo hoy lo sigo considerando igual, por eso es que cuestiono su “ilegitimo e ilegal” nombramiento, no es una concepción que ahora surja en mí, es parte de un  carácter democrático que deseo que algún día prime en la comunidad universitaria. Qué bueno que haya anexado mi declaración, aunque para usted sea un “descarado juego y sinvergüenza posición”. Es de entender que para quien los demás son títeres a sus intereses personales, mi posición democrática y ética le resulte bochornosa.

Es necesario recordar que al día siguiente, el 20 de octubre de 2011, usted procedió a destituirme (y fue usted porque no hubo asamblea) como  presidente de dicha asociación, alegando que según el artículo 10 violaba los estatutos, pero al revisarlos no encuentro por ningún lado que los miembros deban callar ante procederes antidemocráticos, lo que si encuentro es que los miembros deben “observar las normas contenidas en el presente estatuto”, normas que usted “violó” cuando no atendió el llamado de los miembros para la realización de la junta en febrero de 2014, y cuando de manera “antiética” construyó un documento inconsulto que fue firmado por algunos “incautos” que aún se dejan envolver con sus patrañas verbales; no la mayoría como además reza el estatuto; con lo cual se evidencia la segunda irregularidad. Espero que los firmantes, cuando el proceso se abra, declaren la forma en que sus pocas firmas terminaron apareciendo en dicho documento, que al parecer, a la luz de los estatutos, podría ser la prueba de una posible “falsedad en documento público”, ya que dicha asamblea nunca sucedió.

Igual que en el 2011, cuando el mal recordado ex rector Rivera Bulla le firmó su  seudo- nombramiento como representante de los egresados al IDEAD, hoy el rector Herman Muñoz, desconociendo y/o avalando la “ilegalidad” de su elección, procede a nombrarlo, amparado en interpretaciones acomodadas de unas normas que maltratan la importancia de los egresados en la Universidad del Tolima. Este proceder leguleyo de las normas se me hace tan parecido al que desde la legalidad burguesa le han aplicado a Petro, de quien usted se jacta de ser amigo, pero de quien no aprendió que la democracia son las mayorías, no las minorías acomodadas al poder de turno. Con el aval de la rectoría a su proceso “ilegal” de elección, se está demostrando una vez más que el concepto de “ética” que por estos lares prima, solo se exige de manera amañada a la oposición o a quien exprese su pensamiento crítico, pero cuando se trata de amigos de la administración, que además se desempeñan como funcionarios de la universidad, son evadidos y ocultados.

Señor Monroy, sé que luchar contra la antidemocracia y los sistemas cooptadores de ideas y de acciones propias de sujetos universitarios autónomos, es casi una quijotada, pero en ello me declaro terco, porque sé que es el sentir de muchos que no estamos “asimilados” o “resignados” a que las cosas continúen así; por lo tanto procederé en mi labor, aun en contra de una Administración que legisla a su parecer, olvidando la responsabilidad social que se le ha designado al estar al frente de la única universidad pública del departamento.

Respecto a los adjetivos y calificaciones que usó en su poco argumentado escrito, no pienso responder por ahora, pero lo invito a que realice un Taller de escritura I, gustoso lo recibiría como asistente en uno de mis cursos. Por ahora los trascribo, luego los talleriamos:
cínico desvergonzado
absurdo, ilógico y desfachatado comportamiento del personaje constructor de cuentos de hadas
… su descarado juego y sinvergüenza posición.
es poco lo que sabe.
insoportable.
su intelecto  no le alcanza para ser un nerd.
aturdido, despistado e imperdonablemente utilizado (Monroy, 2014).

Finalmente, frente a su airado reclamo por mis columnas en donde denuncio las irregularidades de la Universidad del Tolima y en donde, como sujeto que aprehendí de la misma universidad que el pensamiento crítico es vital en nuestro tiempo, plasmo mi pensamiento; le recomiendo que no las lea, ya Daniel Pennac lo advirtió, tenemos derecho a abandonar la lectura, como lo hace la mayoría heterónoma que nos rodea.

Universitariamente,

CARLOS ARTURO GAMBOA B.
Egresado IDEAD

 Posdata 1: Destinatario Dr. Herman Muñoz Ñungo (Rector Universidad del Tolima): Apelando a su alocución en la emisora Ecos del Combeima, en donde afirma que toda la información de esta administración es pública y está a disposición de la comunidad, y haciendo uso del derecho de petición consagrado en la Constitución Política de Colombia, le solicito el favor de ordenar a quién corresponda, publique en la página web de la UT, los siguientes documentos que no encuentro, y/o mediante correo me indique su ubicación:

  • -          Actas del Consejo Directivo del IDEAD (Actualizadas)
  • -          Actas del Consejo Superior Universitario (Actualizadas)
  • -          Acta de la asamblea de la asociación de egresados del IDEAD, en donde fue nombrado el señor Monroy como representante, estatutos de la asociación, convocatoria a la asamblea. Estos documentos debieron ser el soporte legal para ser nombrado y debieron ser remitidos a su despacho.
  • -          Reglamentación interna de la Universidad del Tolima para trámite y aprobación de viáticos nacionales y al exterior para personal supernumerario y transitorio  y relación de supernumerarios y transitorios que han viaticado durante los años 2013-2014.
  • -          Perfiles, convocatorias y actas del proceso de selección del personal supernumerario contratado durante el 2013-2014.

Posteriormente solicitaré otras informaciones, por ahora, y con el fin de no colapsar el ya maltrecho sistema de información de la Universidad del Tolima, espero pronta respuesta a estos requerimientos.

Posdata 2. Destinatario Dr. Arturo Osorio Arévalo: Como representante al CSU de los egresados de la Universidad del Tolima, muy comedidamente le solicito que este caso anormal de la representación del IDEAD al Consejo Directivo, sea tratado en la próxima sesión del Consejo Superior. Si requiere otra documentación con gusto se la proveeré.

Posdata 3. Egresados del IDEAD: ¿En dónde están?

abril 07, 2014

EL FANTASMA DEL RUMOR




Por: Carlos Arturo Gamboa B.

Un fantasma recorre los pasillos de la Universidad del Tolima, es el fantasma del rumor.  En cada esquina alguien murmura algo, que la administración está en crisis, que los hechos de corrupción están quedando al descubierto, que se privilegia a unos pocos, que nunca antes una administración se había desgastado tan pronto, que las cosas no van bien… la mayoría de esos rumores no son de la “oposición”, sino de personas comunes y corrientes. Detrás del rumor dormita la verdad y son pocos quienes desean preguntar en voz alta, pues la historia demuestra que esas voces luego serán objeto de una persecución disfrazada de legalidad.

Pero la mayoría vive al garete. No sabe, ni quiere saber qué pasa. Ni el vigilante de la puerta, ni el estudiante apresurado por las fotocopias, ni el docente obsesionado con el video beam, ni la oficinista apática, ni los acomodados, ni muchos otros más. Las cosas no cambian casi nunca debido a los indiferentes. Hay cierta resignación y aceptación de que así son las cosas en lo público. La universidad es como un pequeño país, es un reflejo micro-social de nuestra crisis como sujetos. Lo peor de todo es que se supone que la universidad debe ser la garante de la transformación social y científica. Nada más alejado hoy de la realidad que esta premisa.

En ese juego, los administradores de turno aplican sus recetas. Divide y reinás, confunde y gobernarás, ofrece prebendas y ocultarás. Por eso abundan las cortinillas de humo que encubren lo verdaderamente importante. Como en Colombia, en la Universidad del Tolima existe un staff de abogados que “aplican moral jurídica contra la oposición”, mientras toleran los mayores exabruptos que atentan contra lo público. La universidad que es pública, no hace pública sus decisiones. No sabemos cuánto valen las construcciones, ni imaginamos cuánto se gasta en viáticos, cuánto valen las compras, qué políticas se aprueban en el Consejo Superior Universitario, cuáles normas aplican y cuáles ocultan, vivimos en el reino de la ignorancia siendo un centro en donde supuestamente se construye el saber.

Somos pocos los que preguntamos, a riesgo de recibir memorandos por respuesta. Pasado los años nos enteramos de que “algo andaba mal”, por eso en estos días se supo que la Contraloría falló en primera instancia y destituyó al ex rector Rivera Bulla y lo inhabilitó por once años, ya casi nadie recuerda por qué… ¿y los daños causados a la Universidad del Tolima quién los asume? Los estudiantes con sus matrículas, los ciudadanos con sus impuestos y la región con el atraso. La Contraloría, que no es ni mucho menos el símbolo de la justicia y equilibrio, termina por decirnos lo que pasa en nuestro campus, porque la mayoría indiferente acepta que la frase “autonomía universitaria”, es solo eso, una frase. Nunca sabremos cuánto terminó constando el bloque 33, la inservible cancha de fútbol, los elefantes blancos de la Sede Centro y Sede Miramar, las edificaciones de La María, la nueva Facultad de Ciencias Humanas, nada, no sabemos nada de nada, por eso ellos siguen ahí tranquilos y seguirán edificando porque el ladrillo  y el cemento siempre genera CVY (cómo voy yo); nos contentamos con afirmar que así es en lo público, así es en Colombia, así en el departamento, así es aquí y así estamos resignados a que siga siendo. Tres años después han destituido a un rector que renunció ¿y sus amigos y cómplices? Por eso la burocracia pública es el mejor lugar para cosechar corrupción, solo hace falta sembrar un funcionario, no importa cuál sea su color. No son todos, pero son tantos…

El fantasma del rumor hoy algo dice. Que hay pujas en el Consejo Superior, que hay una bonanza de ingresos y la cosecha trae consigo sus langostas, que pronto habrá elecciones a los seudo-órganos de representación y los mismos quieren seguir siendo los mismos, que la Universidad del Tolima, a pesar de estar siendo direccionada por un profesor se olvidó de los profesores, que los administradores siguen haciendo su agosto en abril. Algo más allá de los tintos consumidos en el parque Ducuara está pasando. Quizás a muchos no les interese, lo cierto es que no debe ser “algo positivo” porque como decía mi abuelo: cuando el río suena…

El fantasma del rumor algo nos dice, espero que no sea tarde cuando descifremos el mensaje.