junio 02, 2011

POR LA VIDA NO A LA MEGA MINERÍA


Una gran lucha por LA VIDA se está librando hoy desde todos los espacios de la palabra y la acción;  del Tolima para el mundo, el mensaje es claro, no queremos existir en un mundo que no podremos llamar mundo, porque lo que tendremos será desolación, muerte, hambre, sequías, pandemias, dolor…
Desde hace algunos años, varios grupos, agremiaciones, colectivos y comunidades, nos hemos levantado en contra del proyecto minero La Colosa de la empresa sudafricana Anglo Gold Ashanti, ubicado en los territorios cercanos al municipio de Cajamarca del departamento del Tolima; y hemos planteado con vehemencia que el problema  de la mega minería y las zona impactadas por su acción no solamente es en términos ambientales, sino también sociales, culturales y políticos;  que la soberanía nacional  y la autodeterminación de los pueblos, al ser vulneradas y violentadas de manera indiscriminada por el capital trasnacional, es un elemento fundamental para llegar a la raíz del problema minero en Colombia; que el concubinato de las empresas transnacionales en Colombia con la fuerza pública y el paramilitarismo en muchas ocasiones, ha sido evidente en los territorios nacionales, como en el sur de Bolívar y el Chocó en donde han construido escenarios de muerte, silencio y oscuridad.
Lo que nos lleva firmemente a pensar que como en otras ocasiones la historia se repetirá; con suficiencia técnico-científica hemos demostrado que los daños ambientales son irreparables en los ecosistemas impactados por las acciones de las criminales transnacionales de la  minería y los saqueadores de nuestras riquezas naturales.
Frente a la muerte, LA VIDA, y no descansaremos hasta VENCER, Cajamarca, fundamentalmente es un territorio agrícola de vocación, generaciones de hombres y mujeres se han levantado desde su tierra, han construido su mundo y han pensado su vida desde el campo, desde la digna y honrosa labor del campesino; pero los sucesivos gobiernos han despreciado el campo, lo han vendido y lo han ofertado de la manera más vulgar; la lucha en contra de la mega minera es de una sola bandera:  LA VIDA, y ella no tienen color porque los tiene todos, los de la tierra,  de los hombres, de los niños, de las  mujeres y los amigos; la lucha que hoy libramos en Ibagué no sólo es por Cajamarca, es por el mundo, es la misma lucha que elevamos en Marmato, El Quimbo, Santurbán, Ituango y en cualquier lugar donde la depredación del mundo mercantilizado anteponga sus intereses de acumulación de capital frente a LA VIDA, la dignidad y la autonomía de los pueblos; igual que ante las imposiciones del Plan Nacional de Desarrollo, al intento por acabar la Universidad Pública mediante la Reforma a la Ley 30, la criminalización de la protesta pública, legitima forma de lucha del pueblo, cada vez más socavada por la lógica del capitalismo mundial.
Por lo mismo nos negamos rotundamente a que las expresiones de resistencia popular y comunitaria que se han levantado en contra de la mega minería en Colombia, y ahora en el Tolima, sean preñadas de apuestas electorales oportunistas y ramplonas que buscan posicionar sus candidatos y no una lucha transparente y digna por LA VIDA.
Como  Anticapitalistas, marchamos por la vida, por la esperanza, y como pueblo repudiamos cualquier intento politiquero de apropiarse del movimiento y mucho menos de hablar por la gente.
Reafirmado en el Tolima, para el mundo.
Corriente Anticapitalista Ibagué  -Corriente Ecosocialista - Corriente Anticapitalista Nacional

LA AUTOEDICIÓN: ¿NEGOCIO PARA LOS EDITORES O UNA OPORTUNIDAD PARA RESCATAR ESCRITORES DEL ANONIMATO?

Por: Albeiro Arias
Licenciado en Lengua Castellana U.T.
Candidato a Magister en Literatura de la UTP


Una vieja broma de escritores dice “publiqué en la editorial Bolsillo propio” y el chiste terminó en una editorial verdadera Editorial El Propio Bolsillo que publicó inclusive a Jaime Jaramillo Escobar, María Cristina Restrepo, Luis Fernando Macías Zuluaga, entre otros.
Con la invención de la imprenta creció el ánimo de los escritores por divulgar sus obras aunque los costos alejaban a los más pobres. Hoy en día las cosas son más fáciles y la pululación de editoriales de garaje facilita las cosas. Hay quien imprima, hay quien quiere publicar y los costos son accesibles. Todo está dado.
Publicar representa someterse al escrutinio público, dialogar con la tradición, salir del anonimato en algunos casos y el primer paso para adquirir cierta visibilidad o para desaparecer definitivamente. La mayoría de los libros no alcanzan siquiera una segunda edición. Publicar a monto propio significa en la mayoría de los casos perder la inversión o recuperarla en muchos años, regalar los libros a gente que nunca los leerá, guardar cajas en la casa generando estorbo porque no se cuenta con los medios para distribuirlos y ahí el escritor termina su proceso de corrector, editor y distribuidor.
Llegar a vivir de la escritura es oficio para unos pocos. Se requiere de talento y una buena editorial que lo apoye o, la mayoría de las veces, simplemente lo segundo. No hay que descuidar las que se enriquecen y a los autores sólo le llegan algunas migajas.
Y publicar de bolsillo propio no es que sea un pecado, no por lo menos para quien escribe. El pecado radica en la cultura, que se ve llena de objetos defectuosos, mal terminados, mal editados y sin ningún valor estético. El pecado también radica en que muchos editores se dedican a ensalzar a polluelos de escritor, haciéndoles creer que son grandes poetas, narradores, cuentistas y demás. No hay ningún proceso de selección serio más allá de que el pseudoescritor tenga disponible unos cuantos ahorritos para invertir o gastar en una edición. Esto ha creado a cientos de enanos de escritor que se dedican al ego antes que a la obra, que se preocupan en publicar cuanto borrador de taller o de clase hacen sin siquiera hacerle correcciones. El escritor tolimense César Pérez Pinzón decía que hay quienes quieren ser escritores y hay quienes quieren escribir. Los verdaderos escritores son los segundos, como ha sucedido con un buen escritor que vive en el anonimato con una obra de gran calibre y sin ningún afán por publicar: Jacobo Reyes Godoy, quien seguramente el tiempo le hará justicia. Hay otros que publican en cuanto folletín, hoja, revista, periódico o cualquier cosa impresa para posar de escritores.
En cuanto a los editores vemos cómo andan a la caza de ellos para mirar cómo les sacan su dinero (son inocentes, al fin y al cabo, ese es su negocio). Dos casos: hace unos años se presentó el lanzamiento de un libro de “poesía” en la Biblioteca Darío Echandía con bombos y platillos. La autora dijo en su lanzamiento: “yo no sabía que era poeta hasta que el señor X descubrió unos “papeles sueltos” que tenía en mi escritorio; papeles que yo escribía en mi tiempo libre como secretaria y él se dio cuenta que yo tenía talento”. Era cierto, sólo papeles. Otra perla: hace unos días El boletín informativo de la Universidad del Tolima, algunos periódicos locales e inclusive alcaldes y decanos, celebraban que un tolimense ganó una convocatoria internacional llamada Antología de poetas hispanoamericanos y españoles Editada por Lord Byron editores en España, editora perteneciente a Leo Zelada, poeta peruano, según se reclama. Este señor lleva años enviando falsas convocatorias por internet disfrazadas de concurso, cautivando a incautos aspirantes de escritor, haciéndoles creer que han sido seleccionados para integrar tan “prestigioso proyecto editorial”. En 2010 decía Zelada “Cuando inicié este proyecto editorial de publicar a los exponentes de la nueva poesía hispanoamericana nunca pensé que en menos de un año llegaríamos a la tercera edición. Quiero agradecer antes que todo a los poetas que en forma desprendida y desinteresada confiaron en este proyecto autogestionario e independiente.[1]
Con esta argucia ha publicado decenas de antologías de cuento, poesía y ensayo. La cosa es que cada seleccionado debe pagar 200 euros para el envío de sus cinco libros. ¡Hagan cuentas! 200 Euros por 35 autores da 7000 euros. Y sólo tiene que publicar 175 libros y enviarlos. La ganancia es de más de 4000 euros por antología. Igual negocio hace una editorial que se hace llamar INSTITUTO CULTURAL LATINOAMERICANO, con varias publicaciones al año con diferentes nombres como Antología poética del sur y elegidos 2011 con este mismo sistema. Lo increíble es que en la provincia (y no nos gusta el término) ven una publicación de estas como la gran hazaña, con frases como “ahora el poeta X entró a dialogar con la poesía universal”. Sin entrar a investigar y sin corroborar las fuentes. Esto sucede porque generalmente quienes hablan de cultura son modelos, principiantes de periodismo, políticos, fotógrafos, y toda clase de gente que nunca ha estudiado arte. Las cosas que hay que ver.
No se trata de irse lanza en ristre contra la autoedición por bolsillo propio. Esto no está mal ni debe ser visto como algo indecoroso. Grandes escritores se han dado a conocer de esta manera, tampoco se debe juzgar a los editores, pues es su negocio y muchas veces ellos ofrecen las oportunidades que las grandes editoriales, signadas por el mercado y la moda, no ofrecen a escritores serios y de oficio.

[1] http://www.margencero.com/articulos/antologia.htm

junio 01, 2011

LA POESÍA CONTRA EL MERCADO

El mercado y el poeta

Una Carta abierta defiende la poesía escrita en español. Firmada por más de 200 personas, alerta de los efectos perniciosos del marketing sobre la poesía y señala la pluralidad como alternativa necesaria.

Tomado de: Megatendencias
Cansados de los maniqueísmos simplificadores que tanto daño ha hecho y están haciendo a la poesía que se escribe en España y Latinoamérica, un grupo de lectores, críticos y poetas han redactado una «Carta abierta en defensa de la pluralidad y convivencia de poéticas» que se desarrollan en nuestro idioma.


En ella, se reivindica una concepción amplia, inclusiva y plural de la escritura poética, así como una actitud de exigencia moral y apertura intelectual que esté a la altura de las herencias, cuestiones y búsquedas actuales, y que permita reinventar y re-imaginar el futuro individual y colectivo, al margen de las leyes mercantilistas que imponen su particular dictadura a una labor, la labor poética, que debería ser independiente.


Contexto en que surge


En España, el mercado ha invadido el espacio de la poesía, imponiendo a ésta sus leyes: La búsqueda de ganancias por encima de todas las cosas ha hecho que diversos actores del mercado editorial desplieguen numerosas estrategias de marketing, entre las que pueden contarse desde la invención de poéticas banales hasta la fabricación de impostadas antologías. Todas estas estrategias se han destinado a la captación de “lectores homologados”, dentro de supuestos sectores de recepción.

Pero el mercantilismo de la poesía en España no ha tenido efecto sólo en el mundo editorial, sino también en el ámbito de lo público, concretamente, en el de los premios de poesía pagados con fondos públicos, tal y como ya denunciaron en 2007 un grupo de poetas, en carta enviada entonces al Ministro de cultura español: “Dado que su Ministerio está impulsando la necesaria reforma democrática de los medios artísticos y culturales de titularidad pública, mediante la aplicación de un Código de Buenas Prácticas, los abajo firmantes le pedimos que haga extensiva esta iniciativa a los ámbitos literarios de nuestro país que, directa o indirectamente, son de titularidad o financiación pública, y sobre los que se ha ido extendiendo poco a poco, mediante el consentimiento pasivo o cómplice, una serie de conductas que no pueden ser calificadas más que como corrupción, en la medida en que el dinero público acaba utilizándose para beneficio de unos pocos o desviándose hacia manos privadas sin posibilidad de control legal ni democrático alguno”.


En definitiva, la devoradora y aparentemente infinita espiral del marketing está golpeando a la poesía desde distintos frentes, haciendo de ella un “objeto de consumo” tan “vendible” como el detergente o los automóviles.


A modo de denuncia


En este contexto, los firmantes de la «Carta abierta en defensa de la pluralidad y convivencia de poéticas» pretenden, por un lado, denunciar uno de los efectos del mercantilismo sobre la poesía.


En concreto, quieren denunciar el peligro que entraña el mercado para las poéticas ricas y diversas que se hacen, practican y desarrollan en español en el momento actual: el potencial empobrecimiento de la poesía en general (de la que se escribe y de la que se publica), derivado del encumbramiento de fórmulas poéticas preestablecidas y más “asequibles” o “atractivas” para un supuesto lector “pasivo”, del que el mercado parece esperar que se acerque a la poesía sin espíritu crítico alguno, a modo de individuo consumista y no de vibrante buscador.


Los firmantes consideran, por el contrario, que la diversidad de poéticas es garantía de una riqueza cultural no homologable, reflejo de una sociedad que cuenta con capacidad de arriesgarse para cuestionarse, conocer, desvelar, inventar, etc., en este caso concreto a través del lenguaje y del pensamiento, elementos esenciales de la labor poética. Esta pluralidad no debería diluirse en la confusión y el ruido de las estrategias mercantilistas hacia la poesía.


Como muro de contención


Jenaro Talens afirmaba en el libro "Poesía Hispánica Contemporánea. Ensayos y Poemas" que: “Si el pensamiento no puede captar directamente lo infinito, debe entonces recorrer lo infinito en todas las direcciones”. Llevada esta idea al ámbito de la poesía, para los poetas resulta crucial mantener una libertad de recorrido, en la que formular su tradición y su apuesta, el espacio y camino de su propia voz.


En este sentido, la «Carta abierta en defensa de la pluralidad y convivencia de poéticas» pretende hacer las veces de muro de contención contra la homologación de las poéticas, fomentada por los movimientos y demandas del mercado. Sus firmantes consideran que debe frenarse la erosión de “la pluralidad poética heredada” y que es necesario defender “el trabajo y legado creativo, teórico y vital de muchas poéticas y poetas precedentes”.


Las palabras y la intención de esta Carta se expresan en unos cuantos párrafos y se sostienen mediante firmas. Aspiran a salvaguardar y respaldar los posicionamientos libres de cada poeta, lector o crítico, sin adscripiciones a escuela o tendencia poéticas alguna.

CARTA ABIERTA EN DEFENSA DE LA PLURALIDAD Y CONVIVENCIA DE POÉTICAS

La realidad no es legible de manera evidente. Las ideas y teorías no reflejan sino que traducen la realidad, pudiendo traducirla de manera errónea. Nuestra realidad no es otra cosa que nuestra idea de la realidad. Del mismo modo, importa no ser realista en un sentido trivial (adaptarse a lo inmediato), ni irrealista en el mismo sentido (sustraerse de las coacciones de la realidad); lo que conviene es ser realista en el sentido complejo del término: comprender la incertidumbre de lo real, saber que existe una porción de lo posible aún invisible en lo real. Edgar Morin.



El lenguaje poético es un patrimonio colectivo. Una urdimbre tejida en la arena de la diversidad. Nuestras tradiciones literarias siempre se han visto atravesadas por múltiples mutaciones que han ayudado a componer y descomponer el ovillado paisaje de la palabra. No en vano la palabra recoge la complejidad genésica de nuestra existencia. Así ha sido en el caso de la lengua española. Las literatura(s) panhispánica(s) (de acá y allá, en diálogo unas veces, aisladas otras) siempre han manifestado en su devenir histórico la riqueza de lo plural, el desborde de lo conectivo. No existe una deriva única de lo poético. Nunca se produjo una voz homogénea para toda nuestra tradición. Las tentativas de encerrar el lenguaje literario dentro de límites inamovibles han dado como resultado estructuras cerradas de pensamiento que trabajan en contra de la propia y esencial condición de la palabra.


Las personas que firmamos esta carta creemos firmemente en esta pluralidad poética heredada –a la que hemos tratado de contribuir activamente con nuestro propio trabajo– y por eso nos mostramos resistentes a cualquier forma de cierre normativo. Creemos necesario alzar un muro de contención ante actitudes que pretenden reproducir debates que «ya» no son legítimos –que, en realidad, nunca lo fueron– porque representan en sí mismos una agresión a esa misma pluralidad conquistada, al trabajo y legado creativo, teórico y vital de muchas poéticas y poetas precedentes y que recogen de manera natural el legado incuestionable de los padres de la modernidad poética: del romanticismo inglés y alemán al surrealismo pasando por Baudelaire, Rimbaud y Mallarmé. Ha costado mucho desterrar de nuestro campo literario el cainismo y la exclusión. No vamos a consentir ahora que vuelvan a reproducirse estrategias envenenadas similares. El debate de poéticas es necesario, útil el contraste filosófico, intelectual, en torno a la creación, pero siempre en el marco de un respeto escrupuloso a la diversidad y el disenso.


Por todo ello queremos reivindicar como legítimo y propio de la(s) poética(s) panhispánica(s) actual(es) los siguientes elementos:


- Escritura(s). En plural. Modos del lenguaje que se encuentran. Ningún programa prescriptivo. Huellas. Rescoldos a modo de conceptos, de cruces, de intuiciones. Ninguna tabla de la ley. No sabemos. Quizá sean un modo de operar, de practicar la literatura. Ese acontecimiento ignoto. No sabemos. Disparan la semilla de lo por hacer y de lo hecho. No sabemos. Mueven a la acción.


- Tradicion(es). En plural. Linajes incrustados, desde siempre, en nuestra modernidad, en nuestra memoria literaria. Linajes que se activan y se iluminan desde el presente y de los que debemos hacernos merecedores. Como afirmó Eliot, la tradición «no se puede heredar, y si la deseas debes obtenerla con gran esfuerzo». Cada poeta se forja y construye su tradición, su propia cadena de ejemplos y magisterios, y este esfuerzo es en sí mismo un acto poético, una intervención en el mundo. Puede ocurrir –y de hecho ocurre– que este esfuerzo ponga a prueba nuestra capacidad de asunción cognitiva o de mera comprensión, incluso a lo largo de toda una vida de esfuerzo. La dignidad e inteligencia vitales consiste entonces en asumir esta discapacidad en vez de darle el formato autoexculpatorio de lo incomprensible, lo hermético, lo bárbaro y despreciable. Imposible simplificarla, esencializarla, despotenciarla a través de marbetes o etiquetas reductoras. Imposible normativizarla en interés propio, mediante operaciones espurias de exclusión o ninguneo. Voces habitadas para nuestro presente y nuestro futuro.


- Heterodoxia(s). En plural. Nunca una lectura unívoca de lo poético, no podemos aceptar como obvio ni la desaparición del habla ni el habla homogeneizada. La palabra poética implica desborde, intersubjetividad, entramado conectivo, intersticio, complejidad. Y significa todo ello porque dialoga con lo humano.


- Poética(s). En plural. No hay una poética una que convierta a las demás en otras. No hay norma, no hay centro natural o tácito. Queremos (re)afirmar y defender el deseo y la probada capacidad de convivencia de poéticas diversas que han demostrado en los últimos años su resistencia a la codificación. No precisamos para construir o apuntalar una identidad la negación del Otro. No vivimos la alteridad como amenaza, sino como nutriente y condición necesaria para la construcción de nuestra posible identidad colectiva y personal.


- Hibridez y Diversidad(es). En plural. Creemos que la poesía no es mercancía, no es hija de la rentabilidad económica. Tampoco de las ideologías. La poesía es una multiplicidad de pájaros, aves raris, aves migratorias, que ponen su nido en lo alto, alejado del manoseo y voracidad de las alimañas y carroñeros. No podemos, por tanto, hablar de «una» poesía, sino de «poe-diversidad», en constante vuelo, en constante cruce, en constante mestizaje. Y no enjaulada, sino libre, puede ser del mundo, desde el mundo, con el mundo. Pero siempre «haciendo mundo».


- Pensamiento(s). En plural. Desconfiamos de los falsos dualismos (razón y emoción, realismo e irracionalismo, público y privado, naturaleza y cultura…) en los que se ha querido encerrar lo poético. Se trataría, como dice Miguel Casado, de «ampliar la noción de pensamiento, extenderla a todos los movimientos de la mente, a uno y otro lado de la conciencia, a todos los movimientos interiores del lenguaje que de modo constante nos recorren y atraviesan». En definitiva: destacar el carácter desestabilizador y genésico de la palabra poética como apertura del pensamiento.


- Realidad(es). En plural. La relación de lenguaje y realidad es compleja, porque ambas son complejas de por sí y más cuando se relacionan, influyen, comunican. Es simplista y equívoco detenerse en un estilo o propuesta, en una sola manera de abordar esa difícil exploración de la materia (humana y no humana) que llegará a ser poema.


- Subjetividad(es). En plural. Sin menoscabo de que cada uno/a pueda o quiera llevar la voz poética adonde crea conveniente. Todas las formas de enunciación tienen sentido y no seremos nosotros quienes juzguemos la pertinencia de lo que cabe o de lo que debe desaparecer.


- Emoción(es). En plural. No codificadas, no predeterminadas en un calculado ejercicio de causa-efecto practicado desde las inevitables limitaciones del poeta sino trascendidas y reveladas junto a él en un proceso que hermana escritura y lectura, que convierte al lector en agente activo y co-productor de sentido.


- Lector(es). Recepciones. Por todo lo anterior reivindicamos el respeto a la inteligencia y creatividad lectoras, a la libérrima capacidad de sorprenderse y sorprendernos de aquel que generosamente se acerca a un texto para darle vida; a su derecho inalienable de que nada ni nadie se haga garante ni faro de sus emociones, su criterio, su infinita libertad.


Así, queremos reivindicar la convivencia de poéticas, la pertinencia del debate crítico, la belleza de la pluralidad como alimento de lo creativo. Y rechazamos de manera frontal cualquier estrategia de apropiación, simplificación o reduccionismo literario.


Y para que así conste lo firmamos en Madrid, a 17 de mayo de 2011.