julio 12, 2011

LA GALLINITA CORRUPTA III

Por: Carlos Arturo Gamboa
Desde que la Gallinita Corrupta debió abandonar la Granja de Nariño, se ha dedicado a pasear de nuevo los campos en donde había sembrado miseria. Después de haber empollado cuatro gigantes huevos, salió a predicar su evangelio mesiánico de seguridad demofáscica, mientras en el país de las lombrices seguían de cerca el discurso del nuevo gallo gangoso, esperando que la unidad de la granja ayudara a calmar el hambre, las persecuciones y las inundaciones. Como siempre las lombrices del país de la injusticia son más ingenuas que una monja en un cabaret.
El evangelio de la Gallinita Corrupta va de boca en boca, y según dicen las sangradas escrituras, sus discípulos han sido perseguidos a tal extremo que en cada cárcel del país hay una docena presos. Otros han ido a predicar su evangelio a tierras lejanas como Panamá y EEUU. Como un mesías destronado la Gallinita Corrupta se ha dedicado a vagar entre ciudades de fuertes botines electorales con el fin de cautivar futuros corruptos que quiera llenar sus arcas, ya que él es reconocido por antiguos milagros como la creación de la Ley 100 que enriqueció a las EPS; la multiplicación de los Agroingresos Seguros y conversión de tierras baldías en Zonas Francas. Algunos afirman que sus poderes son tales que era capaz de escuchar conversaciones inéditas de la oposición, crear pruebas fariseas, crear desmovilizaciones en donde no las había e incluso, caminó durante 8 años sobre aguas turbias. También multiplicó los peces gordos.
Ahora en su nueva predica, promete que esta vez sí derrotará a los Gavilanes de la montaña si le dan otros 8 años. Dice que sus huevos empollados están cabalgando como los cuatro jinetes del apocalipsis entre corrupción, miseria, injusticia y crímenes de lesa humanidad. Mientras cabalga, en burro de paso, por las montañas del país de la injusticia, y escucha cantar a los campesinos “ya no canta el gallo viejo como cantaba primero, porque ya llegó otro gallo, a cantar al gallinero”, sueña con volver a la Granja de Nariño a empollar la hecatombe que dejó latente. 
Y las pobres lombricitas aún creen en esos evangelios, sin darse cuenta que las Loco-motoras de su hijo el gallo gangoso, arrasan el país y prometen terminar de entregarle el poco territorio que nos queda a las Águilas del Norte y los Halcones Multinacionales. Definitivamente esta fábula no tiene moraleja, sólo millones de pendejos; porque como decía el cantautor Facundo, recién asesinado por las trasnacionales del crimen: “Por temprano que te levantes a donde quiera que tu vayas, ya está lleno de pendejos, y son peligrosos porque al ser mayoría eligen hasta al Presidente....!!!”
Vea aquí las fábulas anteriores: