mayo 29, 2010

LA FABULA DE LA GALLINITA CORRUPTA





LA FÁBULA DE LA GALLINITA CORRUPTA

Por: Carlos A. Gamboa

No hace mucho tiempo, vivió en el la país de la injusticia una Gallinita que cuidaba sus huevitos con gran ahínco. Oriunda de los grandes latifundios, esta Gallina solía conocer la importancia de la seguridad, por eso se le escuchaba decir: “Si las tierras están cercadas, se impide que las gallinitas se vuelen y empiecen a cantar y de tanto quiquiriquí terminen por contar la verdad del gallinero”.

Pero en aquel país de la injusticia, también vivían cientos de lombricitas, con las cuales se alimentaba la Gallina y sus secuaces, y sobre las cuales siempre imponían un régimen de atrocidades. Las lombrices más osadas, aquellas que algún día se atrevieron a llegar hasta la Gran Granja, fueron sepultadas en sus alrededores, no sin antes cobrar recompensas jugosas por los Gallos armados. Muchas lombricitas aparecieron reseñadas por el DAS, agencia de protección del gallinero que traduce: Departamento de Ajusticiamiento Seguro.

Tanto miedo causaba entre las lombrices las artimañas de la Gran Gallina que terminaron por adorarla, mientras sus hijos se repartían las tierras, los bancos, las empresas y los subsidios. La Gallina solía asustarlos a todos con el cuento de que tenían que derrotar a los Gavilanes de las montañas que querían arrasar con todo. Por eso las lombricitas trabajaban el doble y cobraban menos, pagaban más impuestos, y sufrían en silencio mientras La Gallina se daba el lujo de repartir las mejores tierras entre los Gallos, comprando armas para reprimir lombrices e imaginarios Gavilanes. Se peleaba con los vecinos de otras Granjas y si alguien le reprochaba algo les gritaba “les doy en la jeta maricas”.

Pero un día las lombrices hicieron de tripas corazón y empezaron a denuncia a los cuatro vientos las tiranías del Gallinero y fue cuando la Gallina salió a defender sus cuatro huevitos; sin darse cuenta que lombricitas amarillas, verdes y rojitas, se habían enterado que allí los huevitos estaban más bien podridos y cuando la Gallina por fin tuvo que abandonar el gallinero, todos se dieron cuenta que esos cuatro polluelos deformes que había incubado se llamaban: Corrupción, Masacre, Injustica y Pobrecía.

El heredero de la Gallina resultó ser un huevo “positivo positivo”. La Gallina se encuentra huyendo y la justicia la persigue para desplumarla. Los Gallos no saben qué hacer con tantas armas y las lombricitas no entienden que son ellas quienes deben gobernar el gallinero.

Y colorín colorado, amarillo o verdolado, este cuento no ha terminado…

Mayo 29-2010