febrero 04, 2015

SER PILLO PAGA



Por: Carlos Arturo Gamboa B.
Cansados de las políticas populistas del gobierno de Santos, un nutrido grupo de notables colombianos ha decidido implementar el programa “Ser pillo paga”; esto con el fin de contrarrestar esa seudopropaganda que invita a los colombianos más pobres a estudiar mediante becas, que quizás no sean becas, pues si se retiran podrían quedar sin título y endeudados hasta la médula. ¿Se imaginan ustedes lo que le puede suceder a un provinciano regresando a su tierrita después de cuatro semestres en Bogotá? ¿Cuántos años durará pagando su deuda? Esto podría convertirse en el UPAC de la educación, teniendo en cuenta que los índices de deserción alcanzan el 42 %, y crece…
Por eso debemos apostarle a lo que mejor sabemos hacer: ser pillos. La historia de Colombia demuestra hasta la saciedad que el mejor camino es delinquir, por eso la corrupción es la carrera predilecta para el ascenso social. Ya “Uribito” Arias demostró que se pueden dar becas como las de Agroingreso Seguro para los latifundistas amigos y la inversión ser ve reflejada a corto plazo en las urnas. No toca esperar cinco o más años para que los egresados salgan a montar un café internet o a manejar taxi.
Igual que los estudiantes de ese otro programa populistas, nuestros participantes se inscribirán en las Universidades acreditadas, o ¿creen que Uribe, los Nule, Samuel Moreno, Sabas Pretelt, Londoño y los demás cientos de prohombres se hicieron en las Universidades de provincia? NO, ellos se formaron en las mejores universidades del país, y hasta se posgraduaron en el exterior, ahí está la evidencia de la necesidad de estar acreditados. Además, muchos hicieron pasantías en los Concejos Municipales, en la Cámara de Representantes y en el Senado, espacio propicio para unir teoría y práctica.
Claro está que toca estar prevenido ante las deserciones, porque si en las universidades el porcentaje crece, en nuestro programa puede ser letal. Las últimas estadísticas muestran que muchos desertan cuando vienen las “pruebas finales”, y huyen a Panamá, EE.UU, o cualquier lugar del mundo a donde la “justicia pedagógica” no los alcance. A este ritmo tendremos deserción del 99 %, solo quedará en el programa un abogado de esos que se formaron en las universidades “acreditadas” y presta su honorable servicio a los “pillos”.
Ante la iniciativa, ya se han inscrito varios “maestros” insignes de Colombia a orientar cursos, seminarios y programas dentro de la propuesta “ser pillo paga”, entre esos tenemos:
Seminario “El derecho a la impostura”, orientado por Luis Carlos Restrepo
Diplomado “Las obras civiles, una oportunidad de negocio”, dirigido por Samuel Moreno
Programa “Ciencias Agropecuarias aplicadas al campo de los amigos”, dirigido por Andrés Felipe Arias.
Maestría “Ciencias ocultas”, acreditada por el asesor espiritual de Zuluaga, Luis Alfonso Hoyos.
Seminario “Cómo desbordar la inteligencia”, orientado por María del Pilar Hurtado.
Cátedra “Michel Foucault, el poder deber ser eterno”, diseñada y dirigido por Álvaro Uribe Vélez
Diplomado a dos voces “Matar, rematar y contramatar”, a cargo de Mancuso y El Alemán.
Cátedra “La importancia de ser honesto”, creada por Fernando Londoño.
Seminario de nivelación “El Twitter y otras formas de la política”, liderado por el egregio Uribe.
Curso vacacional “Un temporada en Melgar”, ofertada por el Ejército Nacional.
Con esta nutrida oferta de-formación, el futuro del país está garantizado, eso sí toca aprender inglés para poder entender las órdenes que llegan del norte. Inscríbase ya, porque en Colombia, SER PILLO PAGA.