febrero 12, 2014

TRANSCURRIR UT (Febrero 13 de 2014)

Por: Carlos Arturo Gamboa B.

1.
La gente suele confundir elecciones con democracia y por estos días en el país la confusión reina. La Universidad del Tolima no es ajena a esa falacia y cuando se dio a conocer la Resolución No. 0083 del 24 de enero 2014 convocando a la elección de graduados ante el Consejo Superior, los Consejos de Facultad, el Consejo Directivo del Instituto de Educación a Distancia y el Comité Central de Currículo, las mañas electoreras nacionales empezaron a hacer presencial en el mundo universitario.
Hablar de graduados en la Universidad del Tolima es hacer alusión a una gran población sobre la que no se tiene certeza. El año anterior, en un evento que los convocó, descubrimos la pluridimensionalidad de este sector, por eso, e invocando a un principio institucional de que quien enseña debe aprender, toca aceptar que el sistema actual de elección de graduados es obsoleto. Para la muestra un botón, los demás para la camisa: El Instituto de Educación a Distancia lleva 30 años de existencia y no sabemos a ciencia cierta cuántos graduados somos, entonces ¿Por qué una asociación de 10 miembros se abroga el derecho de elegir un representante al Consejo Directivo? Queda en evidencia la ausencia de una política de graduados y el mínimo asomo de la idea de la democracia real. El actual representante fue elegido mediante un acto de escritorio por el tan mentado ex rector Rivera Bulla y al parecer la estrategia para relegirse es la misma. ¿Se permitirá de nuevo esta afrenta a la participación real?
2.
Mi propuesta para el IDEAD es la siguiente: Que se convoque a los graduados de todo el país, en las diferentes sedes o CREAD, para que exista una inscripción masiva a la asociación. Que luego se convoque a una asamblea con participación nacional, para eso tenemos medios como el Skype que nos permite comunicarnos. Elegida esta Junta, que se me ocurre puede tener al menos un representante por Centro Regional, ellos designen sus delegados y tengamos esa representación colegiada con asiento en el Consejo Directivo. De esa manera podremos empezar a construir una democracia más participativa y romper la lógica de las logias que se apoltronan a su antojo y nunca dan cuenta de sus actos a la población que dicen representar. La otra opción es repetir la historia, pero luego no pregunten ¿en dónde están nuestros graduados?
3.
Se recibieron satisfactorias noticias sobre la problemática de descuentos en la Maestría de Educación que había dejado en evidencia en la anterior columna de Transcurrir UT. Este derecho que se estaba negando fue reestablecido, con lo cual los funcionarios y catedráticos adscritos a dicho programa de posgrado recibieron los descuentos pactados. Queda entonces demostrado que sí es posible que los derechos primen sobre los caprichos administrativos o sobre las interpretaciones amañadas de las normas. Ojalá los directivos entiendan que estos escenarios crean desgaste y aprendan a economizar conflictos innecesarios.
4.
Se aproxima un nuevo concurso docente para profesores de planta. El anterior dejó en evidencia factores que deben corregirse. Esperamos que exista un análisis juicioso del mismo para que se puedan emendar los errores, hasta ahora no conozco ningún estudio que dé cuenta del proceso del año 2013, del cual en este blog se publicó un artículo provocando el debate. ¿Se revisaron los perfiles? Muchas de las vacantes se deben a perfiles mal diseñados. ¿Se revisaron los aspectos evaluativos? Entre los jurados había mucha ambigüedad al respecto. Estas y otras preguntas deben resolverse antes de abrir el proceso, no nos pase lo del borracho que llegó todo arrastrado a la finca, en horas de la madrugada, y cuándo su esposa le preguntó ¿por qué llegas a esta hora y en ese estado?, él respondió: es que como me cogió la noche, me vine rodando. A lo que ella respondió: Claro sinvergüenza, llegaste más rápido, pero arrastrado, sin ropa y sin el mercado.