mayo 21, 2013

QUIEREN OLVIDAR, YO INVITO A GRITAR

LA CARTA QUE NUNCA CONTESTÓ EL RECTOR DE LA UT:
 

Ibagué, 3 de mayo de 2013

Doctor
JOSÉ HERMAN MUÑOZ ÑUNGO
Rector
Universidad del Tolima
Presente

Reciba un cordial saludo

Como ha sido de conocimiento público, la renuncia intempestiva y silenciosa del único decano en propiedad de la Facultad de Ciencias Humanas y Artes, Arlovich Correa Manchola, generó diversas inquietudes entre la comunidad universitaria, que inmediatamente fueron agravadas por el nombramiento, también intempestivo y silencioso, del decano encargado, José de Jesús Gamboa.

Sobre estos dos hechos, la renuncia y el nombramiento del encargado, se dijeron varias cosas, contradictorias casi todas, hasta que dos semanas después el renunciado decano aclaró, a través de una comunicación pública, las razones de su dimisión.

A esa comunicación le siguió un cruce epistolar que habría sido muy interesante y digno de una comunidad humanista, si no hubiera sido porque el director de la Oficina de Desarrollo Institucional, Miguel Antonio Espinosa Rico, en su nota pública sobre este particular, acusa de gravísimos delitos a un grupo de profesores de la Facultad, sin referirse a nadie en particular, lo cual es más grave porque tiende un espeso manto de dudas sobre todas las personas que hoy formamos parte de ella.

Quizá usted ya conozca la comunicación del director de la ODI, pero si no es así, la anexamos.

Quienes nos hemos sorprendido e indignado por estas acusaciones, le solicitamos respetuosamente informarnos si la postura del director de la ODI responde a la de su administración, puesto que pertenece a ella, y si es así, por qué no se han hecho las denuncias correspondientes ante las autoridades judiciales.

Si por el contrario, las acusaciones del director Espinosa Rico constituyen una expresión enteramente personal, que en nada comprometen a su administración, le solicitamos respetuosamente rechazar esos señalamientos a través de un pronunciamiento público, pues resulta dañino, y sienta un mal precedente, que un miembro de la comunidad universitaria haga imputaciones de este calibre en total impunidad.

Esta solicitud también la hacemos en virtud de sus repetidos llamados al respeto, el diálogo y el consenso universitario, cualidades democráticas que se han visto gravemente amenazadas por el funcionario en cuestión.

Con sentimientos de consideración,


FIRMAS DE DOCENTES Y ESTUDIANTES

 LA CARTA QUE SIGUE IMPUNE

He leído la carta del amigo, compañero y colega, Arlovich Correa Manchola y afirmo que su don de gentes y valores humanos, rebasan en enorme magnitud las pequeñeces y nimiedades que son de curso cotidiano en la vida universitaria, que son la moneda con la que se comercian dádivas, lisonjas, y se atraen, entre besuqueos hipócritas, lealtades engañadas de efímeros coequiperos.

Arlovich muestra el alma, un término ya abandonado entre las entelequias de las cosas nuevas recien envejecidas de la postmodernidad apócrifa y vacía cuando no se la cuestiona ni se interpelan sus discursos. Resulta comprensible para mí este espectáculo, bien orquestado por apresurados practicantes de show mediatizado con medios baratos de la decadente jerga universitaria que han impuesto.

Pero Arlovich, para quienes han levantado la fabricada frenética lucha de la coyuntura, no hay ni habrá razonamiento válido. Su situación personal o académica no dicen nada, como los cancerberos de las películas del pasado, la orden es ladrar, sin importar si es de día o de noche, oponerse a todo lo que se diga o se haga desde la dirección de la Facultad o de la institución. Usted entró en la categoría de enemigo de clase, tan pronto fue electo decano, eso no lo pierda de vista. No estamos ante militantes, no hay formación politica en quienes por estos días vociferan y amenazan con eclipsar la vida universitaria.

No hay lugar para ofrecer disculpas Arlovich, no las sopesarán, su carrera alocada los llevará a estrellarse contra los muros de la verdad que sacrifican sin vergüenza alguna con tal de crear los artificios de su comportamiento rabioso e irracional.

Lamentable que sean docentes los que deban decir a estudiantes sin rostro y sin valentía intelectual lo que deben hacer en estas circunstancias. Estos docentes deberían avergonzarse de reclamarse como tal, de negarle a los estudiantes su derecho a ser adultos, de abandonar el ethos universitario, si es que alguna vez, al menos como requisito lo suscribieron.

No dudo que la Facultad saldrá adelante a pesar de quienes más daño le han causado, que son justamente quienes ahora quieren volver a ser estrellas del rutilante y patético mundo universitario de consignas sin esencia o que muestran cómo ideales tan caros como la calidad académica se confunden con la reivindicación del consumo de psicoactivos y una peligrosa y aparentemente inocente alianza con el narcotráfico del micronegocio que se vive en el campus. Quienes más daño le han hecho y le hacen a la Facultad están precisamente en la Facultad, pero no alcanzan a dimensionar cómo y porqué lo están haciendo. La extrema derecha universitaria tiene ahora, otra vez, la mejor oportunidad para enrostrarnos que dimos vida a una Facultad en la que sus estudiantes muestran este lamentable respeto por una Universidad que no sienten y que, al contrario, expresan despreciar.

Arlovich, gracias por su sinceridad, por su humildad. Una vez, siendo candidato a una decanatura en otra Facultad, ofrecí pétalos de flores a quienes responden la sinceridad con basura, pero la respuesta en aquella ocasión, de este mismo tipo de personas, fue similar a la que tendría un asno... tragarse los pétalos, jamás comprendieron el mensaje.

Gracias digo, Arlovich, su gesto merece mi humilde reconocimiento y eso me basta.

Con saludos fraternales,

Miguel Antonio Espinosa Rico
Profesor Facultad de Ciencias Humanas y Artes
Universidad del Tolima

 DIRECTOR DE LA OFICINA DE DESARROLLO INSTITUCIONAL -UT- 

LA RESPUESTA DEL RECTOR: SILENCIO CÓMPLICE