marzo 26, 2014

LA TAL CRISIS UNIVERSITARIA NO EXISTE



                    
Por: Carlos Arturo Gamboa B.
Todos tenemos un trabajo digno y bien pagado
Nadie está en desventaja ni es maltratado
Nuestros jefes nos sonríen y nosotros también a ellos...
Si se trata de estudiar, allí está la universidad
Un abogado, un arquitecto o enfermera puedes ser
El trato es serio, la enseñanza es buena, ¿y el Costo?
Qué importa el costo!

Los Prisioneros. La estamos pasando muy bien.

Quienes andan diciendo que la Universidad del Tolima continúa viviendo una crisis, no tienen ni pizca de razón. Quizás ellos no se han dado cuenta de cómo se ha profundizado la democracia, todos pueden participar. Los representantes consultan a sus sectores sobre las decisiones que toman en los órganos directivos. Para mostrar un ejemplo, recién hemos ratificado al señor Ernesto Monroy como representante de los egresados de distancia, con la abrumadora cifra de 5 votos que representan cerca de esos 50 mil egresados. ¡Eso sí que es democracia! No sé por qué se quejan. Además queremos que él sea nuestro próximo representante al Superior, porque no es suficiente con que sea director de dos programas. La democracia es para nuestros amigos.
No se dan cuenta los “poquitos” críticos, tercos y “lumpen-intelectuales” que la excelencia académica crece que da gusto. Hay docentes de planta de sobra, los pocos catedráticos están bien pagos, les respetamos sus derechos, les otorgamos garantías,  viven felices en la universidad, su compromiso es tal que trabajan los domingos y nos les pagamos dominicales. Las prácticas crecieron abrumadoramente, los laboratorios están al día, hay reactivos, hay elementos educativos, los video proyectores funcionan 24 horas al día, los salones son suficientes, por eso los estudiantes del IDEAD ya no están en los colegios a donde fueron de niños; hay dinero para investigación a diestra y siniestra, los catedráticos del IDEAD tienen 16 horas semestrales, ¡imagínense, 16 horas semestrales para investigación! Toda una bonanza.
Nos ha tocado nombrar algunos colaboradores en la parte administrativa, un poquitos más de 200, pero fue para reforzar los procesos, no para aumentar la burocracia o pagar cuotas políticas como dicen ese puñadito de contradictores. Por eso ahora las oficinas trabajan al tope, no hay represados procesos, tramitar una cuenta es súper fácil, tramitar viáticos es cuestión de un par de horas, pagarle a los proveedores casi se logra hacer en línea, comprar una resma de papel es como ir a la tienda. Cómo será que hasta Icontec nos certificó.
Por eso no hay que creerles a quienes andan por ahí sin hacer nada, diciendo que existe una crisis. El “territorio de paz” en que se ha convertido la universidad es un ejemplo de tolerancia, respeto por la diferencia, formación académica, construcción de saber y cultura.
A los muchachos de los “combos de siempre” les tenemos todo a disposición, ellos piden, nosotros damos. Algunos revoltositos, que joden por todo, se quejan, pero eso es que están patrocinados por los de siempre. La política sobre drogas es un ejemplo para el país, la política de bienestar fluye como un río de leche, sobre todo para los estudiantes de distancia que tienen garantizado el ambiente universitario ideal para su desarrollo socio-afectivo, hasta en los rincones más alejados del país. Con los sindicatos de profesores y trabajadores todo es paz y armonía, hemos cumplido todos los acuerdos, quizás hasta nos otorguen una medalla al mérito por el respeto sindical.
Eventos culturales por doquier, cuenteros, cuenteros y cuenteros, y no es puro cuento. Revistas alternativas como El Salmón tiene su propio presupuesto. Hay decenas de ellas. El territorio es verde, y no de la ira, es verde por nuestra conciencia ambiental, por eso los carros no contaminan el campus y el restaurante no arroja sus desechos al río Combeima. La transparencia es nuestro lema, por eso remodelamos las oficinas con cubículos de vidrio. El servicio de internet parece una autopista, la plataforma funciona a las mil maravillas, sobre todo en épocas de matrículas.
No hemos incumplido ninguna promesa, ni la incumpliremos. Por eso queremos que la comunidad nos reelija. Queremos mantener esta universidad feliz muchos años más.
Por eso nos reafírmanos, la tal crisis universitaria no existe. Es un argumento de “cuatro pelegatos”
Comuníquese y cúmplase