noviembre 09, 2013

CONSTITUYENTE UNIVERSITARIA: LA IDEA QUE SIGUE DANDO VUELTAS


Por: Carlos Arturo Gamboa
Vicepresidente ASPU-Tolima

Una idea de transformación de la educación pública sigue rondando por el país: La Constituyente Universitaria. En Villavicencio se desarrolló el II Foro Nacional Interuniversitario Poder Constituyente, con la participación de cerca de 14 universidades públicas colombianas. Múltiples voces, distintas experiencias, muchas preguntas, grandes retos, conforman la polifonía de sentires frente a la descomunal crisis que vive la educación en todos sus niveles. En el caso de las universidades públicas colombianas se esbozan unos temas en común que las ahogan, entre los cuales tenemos:
Gobiernos universitarios sin gobernabilidad: En la mayoría de los casos los casos los Consejos Superiores Universitarios terminaron siendo el nido en donde empollan los más variados vicios de la sociedad colombiana, corrupción, clientelismo, mafias, repartición de puestos, tráficos de influencias, empresarización de lo público, entre cientos de más licencias, han puesto en jaque la vida universitaria. Los rectores, o son parte de esas camarillas o están sujetos a ellas, quienes tranzan el bien y el mal, quienes ponen o quitan rectores por encima de las voluntades democráticas de las comunidades.
La manoseada palabra autonomía: La falta de financiación estatal, el entreguismo desaforado al capital, el síndrome de pos-graduación, la apatía docente, el acomodamiento de los sectores académicos y el adormilamiento estudiantil, han convertido la palabra autonomía en un concepto que sirve a todo fin. En ese sentido, la universidad pública vive en un estado de heteronomía constante ante el CNA, Colciencias, El Ministerio Nacional de Educación y demás órganos que regulan y estrangulan lo público en función de indicadores propios del mercado.
¿Transformar o reformar?: Las reformas son siempre el método más eficaz para deteriorar lo público. Ante la imposibilidad de imponer la reforma a la Ley 30, el MEN emprendió el camino de hacer breves reformetas, con lo cual ha ido imponiendo el espíritu de su universidad con ánimo de lucro, arrodillada a los indicadores transnacionales y supeditada al mantenimiento con base en la mercantilización de sus servicios. Ante el declinamiento de la MANE que terminó atrapada en las lógicas “aparatosas” de los grupúsculos y la apatía generalizada del profesorado universitario, el gobierno Santos ha ido imponiendo su lógica. En este espacio, es fundamental la construcción de una Constituyente Universitaria que se la juegue por derruir ese modelo constituido y con base en el poder constituyente, emprenda la trasformación de la universidad pública.  
La desmitificación de la universidad: El proyecto hegemónico de universidad la ha conducido por erróneos caminos, dejando por fuera el mundo cultural, los saberes excluidos  y la visión emancipadora del saber popular. Esa desconexión entre universidad y contexto hace que en los momentos de crisis no se cuente con el respaldo popular para su defensa. Por lo tanto es necesario replantearnos el quehacer universitario desde una óptica raizal, amalgamada con conceptos como el buen vivir, la ecología de saberes,  la inclusión; solo de esa manera estaremos verdaderamente soportados en lo constituyente que radica en cada individuo y en la fuerza de lo común.
Quizás estas cuatro ideas fuerza sirvieron de puente y permitieron compartir experiencias, dudas y retos. Muchos más temas hicieron parte de la variedad de disertaciones que caben bajo el enunciado  “compromiso ciudadano para la reconducción de la universidad pública”, pero ya serán objeto de sistematización en las memorias del evento. Lo expuesto aquí corresponde a mi opinión.
De la misma manera, el colectivo que sigue creciendo no está exento de debates, controversias y contra-argumentaciones, pero solo si somos capaces de cohesionarnos en el proyecto de la defensa de la universidad como un espacio que puede generar futuro, podremos vislumbrar un camino en conjunto; caso contrario repetiremos los viejos errores de los movimientos sociales, en especial de la izquierda colombiana que le rindió más pleitesía a sus egos que a sus proyectos de transformación. Salimos fortalecidos de este foro, con grandes tareas, con la decisión de seguir caminando por el rumbo de los sueños de poder constituyente. El III Foro se realizará en Universidad de Pamplona en mayo de 2014, y en su agenda tendrá temas como el diseño de mecanismos y metodologías para el fortalecimiento del proyecto constituyente, los saberes emancipatorios en el marco de la Constituyente y los modelos de gobierno universitarios pensados desde el poder popular constituyente, entre otros.
Esperamos seguir creciendo, en ideas y en lo colectivo, esperamos seguir contribuyendo a recuperar esa idea de sujeto universitario, esperamos contar con más universidades en el proceso. Solo los seres humanos que sueñan y se empecinan en transformar su realidad son dignos de futuro, por eso el reto de la Universidad Pública consiste en recuperar esos dos sentidos que la nombran: Lo universal incluyente y lo público. Los dos aspectos hoy parecen estar en sus últimos estertores, de nosotros depende que la universidad sobreviva en un tiempo de indicadores banales.

noviembre 06, 2013

LA CIUDAD PUJANTE



Por: Carlos Arturo Gamboa B.

Apenas te vas aproximando desde el aire te sorprende a lo lejos el hermoso perfil de su paisaje. Luego empiezas a descender sobre una corta pista en donde un gran avión no podría meter sus narices. El pequeño aeroplano aparca mientras una despistada ayudante de vuelo (azafata en aviones más grandes) te traduce la felicidad del aterrizaje, felicidad que todos compartimos porque en esta pista con nombre de aeropuerto todo podría ser posible.

Desciendes y mientras caminas entre conos rojos ves a tres o cuatro despistados esperando tras las rejas a que algún conocido descienda. Deben llevar horas esperando. Vas al estrecho cuarto en donde la banda ruidosa te entrega las maletas y sales sin que nadie verifique tu propiedad. Solo un anciano dormita en la puerta y mira pasar brazos y maletas, el problema de este viejo vigilante es que ya debería estar jubilado, pues sus manos contienen la huella de muchas horas laborales.

Las ciudades empiezan a hablarte desde sus puertas. El aeropuerto es una de ellas, la preferida en tiempos de aires, conexiones y vidas aglutinadas por el ir venir de los horarios. Este aeropuerto parece un barco lacerado. Sus baños, cuando no están cerrados, están sin agua y sin papel. Los taxistas merodean sus risas en los bordes y los operadores dormitan en los pasillos. Si llegas unos minutos tarde te regañan, pero te piden paciencia ante una espera de tres horas en las mañanas, porque casi siempre se presentan problemas de bruma, tráfico aéreo o cosas de esas…

Si abres la puerta y recorres los primeros pasillos de esta ciudad, encontrarás un taxista malgeniado que ni te saluda; una carretera repleta de las cicatrices por la desidia estatal y un taxímetro que no corre, sino que corroe. Entonces a la altura de Mirolindo, descubres que has regresado a Ibagué, la ciudad pujante, llamada así porque aquí todos pujamos ante la escasez de agua, ante la malversación de lo público, ante el descuido de las calles. Ciudad en la cual desde que estás descendiendo sobre el aeropuertico pujas para que un chulo no se pose en tu ventanilla y recuerdas que ser ibaguereño es tener la capacidad de aceptarlo todo y de vez en cuando pujar.