marzo 07, 2015

MARZO CULTURAL EN LA UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

Por: Carlos Arturo Gamboa B.
No más iniciado el mes de marzo se tuvo conocimiento de la amplia agenda cultural alternativa disponible en la Universidad del Tolima, liderada por distintas expresiones y variados colectivos. Hacemos aquí un breve recuento con el fin de promover la participación en cada una de ellas.

Palabra realizada y su tercer  número.
Esta revista de corte literario está direccionada desde el Centro Cultural y se alimenta especialmente de los textos producidos en el Taller de Literatura y Escritura Creativa Hugo Ruiz Rojas, dirigido por Omar González. En ese sentido, se ha convertido en un espacio para las nuevas apuestas escriturales, idea que se ha mantenido desde su creación. El lanzamiento del último número de la revista se realizó el pasado 3 de marzo en el Auditorio de la Academia en la Universidad del Tolima, acompañado de otros actos artísticos. Quienes lo desee, en la oficina del Centro Cultural se pueden adquirir algunos ejemplares disponibles.
Cátedra Libre abre su séptima temporada.
La denominada Cátedra Libre: temas y problemas de nuestro tiempo, coordinada por Jorge Gantiva Silva, profesor de la Facultad de Humanidades y Artes, inicia el próximo miércoles 11 de marzo. Este espacio que combina política, cultura, filosofía y educación, entre otros temas, nos ofrece este semestre una variada programación. El espacio siempre se construye desde la apuesta de uno o varios conferencistas que presentan el tema y luego se abre un espacio al debate, la conversación y la participación de los asistentes. Esta Cátedra se celebra los días miércoles, a las 6:00 pm, en las instalaciones del Aula Máxima de la Universidad del Tolima. Esta es la programación:
Proceso de paz: alcances y retos de la sociedad y la universidad. Profesor Jairo Estrada. Universidad Nacional de Colombia. Ibagué, 11 de marzo de 2015.

Poesía y vida. Homenaje a Nelson Romero, poeta y profesor, Universidad del Tolima, ganador premio Casa de las Américas en Diálogo con Carlos Gamboa, poeta y profesor Universidad del Tolima. Ibagué, 18 de marzo de 2015.

La epistemología insurreccional de Guamán Poma de Ayala. Profesor Pierre Díaz Pomar, Universidad del Tolima. Ibagué, 01 de abril de 2015.

La universidad Shock: del despojo a la sociedad de la ignorancia. Profesor Jorge Gantiva Silva, Universidad del Tolima. Ibagué, 15 de abril de 2015.

El capital del siglo XXI de Piketty. Aproximaciones e interpelaciones. Profesor Darío Restrepo, director de posgrado de Economía. Universidad Nacional de Colombia. Ibagué, 22 de abril de 2015.

El maestro ignorante de Jacques Ranciére: pistas para construir la paz. Profesor Jorge Wilson Gómez. Universidad del Tolima. Ibagué, 13 de mayo de 2015.

Gramsci y América Latina. Combates de un pensamiento abierto. Profesor, Jorge Gantiva Silva. Universidad del Tolima. Ibagué, 20 de mayo de 2015.

Ciudades rebeldes: entre Harvey y Lefevre. Territorios, bordes y conflictos. Profesor Jorge Luis González. Ibagué, 03 de junio de 2015.


Revista Ústelee: hojas para reciclar, una nueva apuesta estudiantil.


Un colectivo de estudiantes del programa de Comunicación Social-Periodismo, de la Universidad del Tolima, presentan el primer número de este proyecto escritural. La idea consiste en reciclar todo tipo de trabajos académicos que los estudiantes realizan pero que luego van a parar a la basura, por lo tanto lo que se busca es reciclar la escritura mediante un proceso de formación para salvarlas y ponerlas a circular.  El lanzamiento del primer número de esta revista se realizará el miércoles 11 de marzo, en el Auditorio de la Academia, a partir de las 5:30 de la tarde. Igualmente se estará abriendo la convocatoria para el segundo número. Esta publicación cuenta con el apoyo de la Dirección del Programa y la Facultad de Humanidades y Artes.


El Salmón sigue resistiendo.

La Revista Contracultural El Salmón realiza la entrega número 24 de su versión impresa, esta vez dedicado al tema de la guerra y la paz. Igualmente, aprovechará el espacio para ofrecer una rueda de prensa en donde informará y denunciará las amenazas de las que ha sido objeto por parte de paramilitares del Bloque Capital, junto a una veintena de publicaciones culturales, críticas y alternativas del país.
Esa misma noche y en el mismo espacio, se hará entrega del libro Memorias del III Foro Nacional Interuniversitario Poder Constituyente, realizado a finales del año 2014 en la Universidad del Tolima y organizado por la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU- Tolima). Además se obsequiará un calendario ambiental y el evento tendrá expresiones culturales de resistencia musical. La cita es en el Auditorio de la Academia, el 20 de marzo, a partir de las 6:00 pm.






Rigoberta Menchú, presente en la Universidad del Tolima.

La reconocida luchadora indígena guatemalteca, premio Nobel de Paz en 1992, nos visitará y el 12 de marzo, a las 3:00 pm, en Auditorio Mayor de la Academia compartirá la disertación titulada: El buen vivir, cosmovisión amerindia en la construcción de la paz, y el jueves 13 de marzo participará en conversatorio: El papel de la mujer en la construcción de la paz en América Latina, en el mismo auditorio, a las 3:00 pm.

febrero 16, 2015

TRANSCURRIR UT (FEBRERO 16 DE 2015)



Por: Carlos Arturo Gamboa Bobadilla
I
Durante el año 2014 fue conocido, por la comunidad universitaria y la opinión pública del Tolima, el caso del profesor Alexander Martínez Rivillas, contra quien la Administración de la Universidad del Tolima emprendió todo un mecanismo de “acoso laboral” que en su momento se denunció como persecución por varios sectores críticos, regionales y nacionales. El argumento del rector de la Universidad del Tolima y sus asesores “espirituales” y jurídicos consistía en afirmar que el profesor Martínez había obrado de mala fe, pues su título de Magister otorgado en Barcelona (España) no había sido convalidado. Incluso en los pasillos se “regó la bola” de que el profesor era un falsificador, que lo expuesto era un “falso positivo académico”. Quienes defendimos los derechos del profesor Alexander Martínez hoy nos sentimos satisfechos por la expedición de la Resolución 21707 del Ministerio de Educación Nacional mediante la cual se les respeta el derecho a los docentes que realizaron sus estudios en el exterior y que por trámites de los países involucrados, se encontraban en un limbo leguleyo. Especialmente en el Artículo 15 se declara que: “La presente Resolución rige a partir de la fecha de su publicación y deroga las normas que le sean contrarias, en especial la resolución 5547 de 2005”. Es de aclarar que el profesor ingresó a la Universidad en el 2007, ganando un concurso de méritos como profesor de planta.
II
Después de tanto desgaste institucional vale la pena realizar algunas preguntas: ¿Por qué el staff del rector de la UT no tuvo en cuenta el concepto jurídico que la misma institución, en la administración anterior (Héctor Villarraga), había dado favoreciendo al profesor Martínez Rivillas? ¿El dinero y el esfuerzo institucional que se invirtieron en dicho proceso quién o quiénes lo reintegrarán? Recordemos que incluso el profesor fue sometido (y sigue sometido) a procesos en los entes de control y se le levantó el fuero sindical.
Esperemos que ante lo contundente de las nuevas evidencias, el rector de la Universidad del Tolima tramite el cierre de este acto “fallido” y se restituya el buen nombre y la honra del profesor Martínez, por lo cual lo mínimo que se esperaría en este caso sería un pronunciamiento público.
III
El domingo 16 de febrero se publicó una nota en el periódico El Nuevo Día, que se tituló: “Implantación gradual de la gratuidad en la UT, anuncia el rector MuñozÑungo”. No deja de sorprender que en dicho artículo el rector afirme que se requieren dinero extras para cumplir las metas de su plan de gobierno, y al mismo tiempo se esboce una retórica como la del titular.
Nadie formado en una institución pública puede estar en contra de la gratuidad en educación, pero lanzar frases al vacío es alimentar hambrientos con promesas. Si esa es la meta ¿por qué no se ha accedido a replantear las tablas de matrículas como lo vienen exigiendo los estudiantes durante los últimos tres años? ¿Por qué no empezamos por nivelar las matriculas de la modalidad presencial y la modalidad a distancia? Los últimos pagan hasta el doble, y con menos “calidad” como lo reconoce el mismo rector en la nota. Los estudiantes de la modalidad a distancia pagan más por menos. En todos los espacios oficiales la Administración argumenta que somos una sola Universidad, pues que se note, y que tengamos una sola tabla de liquidación de matrículas para todos. Luego veremos cómo de “verdad” luchamos por la gratuidad, tema que no es del resorte de un rector o de una plataforma de reelección, sino de un proyecto de país.
IV
El poeta Nelson Romero Guzmán recientemente se hizo merecedor del premio Internacional de poesía Casa de las Américas con el libro titulado: Bajo el brillo de la luna. Quienes hemos tenido el placer de deleitarnos con su ya extensa obra poética, nos regocijamos porque este reconocimiento reafirma su talento y visibiliza un trabajo silencioso y riguroso que el escritor oriundo de Ataco ha venido desarrollando.
Próximamente Nelson Romero será nombrado como docente del Departamento de Estudios Interdisciplinarios del IDEAD-UT, debido a que se encontraba en la lista de elegibles en un concurso efectuado anteriormente. Buen gesto el del Consejo Académico de “enganchar” este docente, y de muy mal gusto que un par de voces se opusieran, sobre todo cuando el derecho se lo ganó en varios escenarios.

febrero 12, 2015

CARTA DE PABLO MONTOYA AL RECTOR DE LA UdeA




Debido a lo puntual, sagaz y contundente de esta misiva es primordial que le demos alas. Comparto las ideas aquí propuestas por el escritor Pablo Montoya y aplaudo su escritura que pone en evidencia uno de los grandes males del sector educativo de Colombia: las ansias de eternizarse en el poder de ciertos sectores hegemónicos de las Universidades Públicas, por no mencionar las privadas en donde ha sido tradición. Ojalá el profesorado en general y sobre todo aquellos que se asumen como intelectuales podamos unirnos en torno a tragedias como esta, y como Colciencias, como el MEN y demás arbitrariedades que impiden la construcción de un sistema educativo nacional que nos permita respirar futuro (Carlos Arturo Gamboa).


Medellín, 10 de febrero de 2015

Doctor Alberto Uribe Correa
Rector Universidad de Antioquia

Le escribo estas líneas, no representando a nadie, sino a mí mismo. Pero como usted es el rector de la Universidad de Antioquia y yo soy uno de sus miles de profesores, lo que a continuación digo será, sin duda, asimilado al conjunto de protestas silenciosas o bulliciosas que ha generado su nueva participación, como candidato, en las elecciones de la rectoría de la universidad por el período 2015-2018.

Su actitud, en primer lugar, me genera rechazo y me produce una profunda fatiga y una inevitable sensación de impotencia. Con su deseo de querer perpetuarse en el poder, veo un comportamiento inapropiado que ha sido constante en la vida política colombiana y latinoamericana desde que estas naciones existen. Con su actitud, aparece una vez más la evidente presencia de una pesada y fantasmal maquinaria política que lo ha respaldado y quizás lo instalará nuevamente en el cargo de rector de la Universidad de Antioquia.

No quiero tocar las causas que lo han llevado a querer ser por cuarta vez el máximo dirigente de nuestra institución. Solo quiero manifestarle algunas consideraciones, más personales que otra cosa, para que, al menos en la soledad de su conciencia, las tenga en cuenta. No piense que su candidatura me ha provocado la impresión de que usted es un hombre infatigable e invencible y digno de admiración. Al contrario, lo que concluyo de usted es que es un político con suficiente sed de poder como para que impida que surja el humanista transformador, y no el científico tecnócrata, que la universidad urge para enfrentar estos difíciles tiempos actuales.

¿No le basta con haber dirigido la universidad durante nueve años? ¿No cree que ya es tiempo que usted descanse y nos permita a nosotros la posibilidad de otra opción? ¿No cree que la universidad es un espacio comunitario en el que es fundamental que las nuevas generaciones tomen las riendas de su administración? La universidad es un ser vivo que quiere sentir que respira nuevos vientos. Pero usted, con su permanencia en el poder, le niega esa sensata esperanza. Por lo demás, no tengo nada que reprochar a la vejez, aunque sí creo que los hombres de su edad, en los ámbitos universitarios, deben retirarse del ruedo en el momento indicado y dejar que las nuevas generaciones tengan su espacio para intervenir. De cualquier manera, usted con su actitud no representa la sabia y respetable vejez, sino el cansancio de lo ya hecho y la continuidad de un sistema en cierta medida caduco. ¿En verdad no lo asalta por un instante la idea de que ya es hora de que la universidad cambie de faz y se proyecte al presente con un rostro más dinámico y una mentalidad más diferente y audaz?

Sin duda usted ha hecho cosas positivas por la Universidad de Antioquia, pero no soy de aquellos que andan pregonando las virtudes de los poderes políticos y académicos. Ese es un papel que nunca me ha correspondido ejecutarlo, ni como profesor, ni como escritor, ni como intelectual. Más bien, ante las supuestas virtudes del poder político y académico que usted y los suyos representan, levanto los hombros con incredulidad. La educación colombiana, la de América Latina y la del mundo de ahora me despiertan una profunda desconfianza porque ella, entre otras cosas, se ha entregado sin pudor a las ambiciones voraces de un mundo empresarial que en vez de aliviar nuestras atmósferas y empujarlas hacia una suerte de enriquecimiento cognitivo los ha enrumbado hacia una competitividad desoladora y aplastante.

Pero este no es el espacio para que entremos en este tipo de discusiones. Yo tan solo me he acomodado en estas breves líneas para pedirle el favor de que recapacite y tome la sana y lúcida decisión de retirarse. Trate de descansar un poco, que bien merecido se lo tiene, y déjenos respirar, aunque sea ilusoriamente, la posibilidad de que la rectoría albergará a alguien diferente a su nombre, a su apellido y a su comportamiento político y académico.

Cordialmente,

Pablo Montoya Campuzano
Escritor -Profesor titular de literatura
Facultad de Comunicaciones
Universidad de Antioquia

febrero 04, 2015

SER PILLO PAGA



Por: Carlos Arturo Gamboa B.
Cansados de las políticas populistas del gobierno de Santos, un nutrido grupo de notables colombianos ha decidido implementar el programa “Ser pillo paga”; esto con el fin de contrarrestar esa seudopropaganda que invita a los colombianos más pobres a estudiar mediante becas, que quizás no sean becas, pues si se retiran podrían quedar sin título y endeudados hasta la médula. ¿Se imaginan ustedes lo que le puede suceder a un provinciano regresando a su tierrita después de cuatro semestres en Bogotá? ¿Cuántos años durará pagando su deuda? Esto podría convertirse en el UPAC de la educación, teniendo en cuenta que los índices de deserción alcanzan el 42 %, y crece…
Por eso debemos apostarle a lo que mejor sabemos hacer: ser pillos. La historia de Colombia demuestra hasta la saciedad que el mejor camino es delinquir, por eso la corrupción es la carrera predilecta para el ascenso social. Ya “Uribito” Arias demostró que se pueden dar becas como las de Agroingreso Seguro para los latifundistas amigos y la inversión ser ve reflejada a corto plazo en las urnas. No toca esperar cinco o más años para que los egresados salgan a montar un café internet o a manejar taxi.
Igual que los estudiantes de ese otro programa populistas, nuestros participantes se inscribirán en las Universidades acreditadas, o ¿creen que Uribe, los Nule, Samuel Moreno, Sabas Pretelt, Londoño y los demás cientos de prohombres se hicieron en las Universidades de provincia? NO, ellos se formaron en las mejores universidades del país, y hasta se posgraduaron en el exterior, ahí está la evidencia de la necesidad de estar acreditados. Además, muchos hicieron pasantías en los Concejos Municipales, en la Cámara de Representantes y en el Senado, espacio propicio para unir teoría y práctica.
Claro está que toca estar prevenido ante las deserciones, porque si en las universidades el porcentaje crece, en nuestro programa puede ser letal. Las últimas estadísticas muestran que muchos desertan cuando vienen las “pruebas finales”, y huyen a Panamá, EE.UU, o cualquier lugar del mundo a donde la “justicia pedagógica” no los alcance. A este ritmo tendremos deserción del 99 %, solo quedará en el programa un abogado de esos que se formaron en las universidades “acreditadas” y presta su honorable servicio a los “pillos”.
Ante la iniciativa, ya se han inscrito varios “maestros” insignes de Colombia a orientar cursos, seminarios y programas dentro de la propuesta “ser pillo paga”, entre esos tenemos:
Seminario “El derecho a la impostura”, orientado por Luis Carlos Restrepo
Diplomado “Las obras civiles, una oportunidad de negocio”, dirigido por Samuel Moreno
Programa “Ciencias Agropecuarias aplicadas al campo de los amigos”, dirigido por Andrés Felipe Arias.
Maestría “Ciencias ocultas”, acreditada por el asesor espiritual de Zuluaga, Luis Alfonso Hoyos.
Seminario “Cómo desbordar la inteligencia”, orientado por María del Pilar Hurtado.
Cátedra “Michel Foucault, el poder deber ser eterno”, diseñada y dirigido por Álvaro Uribe Vélez
Diplomado a dos voces “Matar, rematar y contramatar”, a cargo de Mancuso y El Alemán.
Cátedra “La importancia de ser honesto”, creada por Fernando Londoño.
Seminario de nivelación “El Twitter y otras formas de la política”, liderado por el egregio Uribe.
Curso vacacional “Un temporada en Melgar”, ofertada por el Ejército Nacional.
Con esta nutrida oferta de-formación, el futuro del país está garantizado, eso sí toca aprender inglés para poder entender las órdenes que llegan del norte. Inscríbase ya, porque en Colombia, SER PILLO PAGA.