marzo 26, 2015

“Somos iguales para tener el derecho a ser diferentes”: entrevista a María Elena Erazo



Por: Carlos Arturo Gamboa B.

María Elena Erazo Coral se ha formado en la universidad pública y es una gran defensora de la misma, porque quizás quienes han tenido que “sobrevivir” al mundo público, entienden mejor sus potencias y sus dramas. Es Doctora en Ciencias de la Educación y actualmente lidera la Asamblea Universitaria de la Universidad de Nariño; además, es la Directora del Departamento de Ciencias Sociales. Reafirma su afición al Deportivo Pasto, sin importar que en la actual temporada al equipo del sur, de la misma tierra que inspirara los sentidos versos de Aurelio Arturo, no le haya tronado bien. Como ella misma lo expresa cree en “…la igualdad en la diferencia, es decir, somos iguales para tener el derecho a ser diferentes”.
Desde los afectos, los encuentros y los debates he querido preguntarle a María Elena acerca de esa construcción democrática que se viene gestando en la Universidad de Nariño, proceso muy distante a las formas obsoletas de participación que tienen atenazadas a las universidades colombianas a la mano burocrática de las clases políticas regionales. Además, esta conversación sirve como un abrebocas a lo que será el IV Foro Interuniversitario Poder Constituyente a celebrarse en la UDENAR el primer semestre del año 2015.
Carlos Gamboa: La Universidad de Nariño hace tiempo viene trabajando en la Reforma Universitaria mediante la participación activa de la comunidad ¿cómo se logra involucrar a todos los estamentos universitarios que tienden a ser reactivos a estas propuestas?
María Elena Erazo: El trabajo frente a los proceso democráticos que se llevan en la actualidad en la UDENAR,  a mi juicio son proceso gestados desde los años setenta, cuando un gran movimiento estudiantil y profesoral construyen una propuesta de reforma para la Institución de manera democrática, esto es, dialogada, discutida, concertada con los estamentos universitarios; esa generación, deja una huella imborrable en esta universidad.
El Estado colombiano al ver que esta propuesta (1972) ( universidad para el “desarrollo integral”, que dé respuesta a los problemas de los seres humanos, de la región, basada en la investigación al proponer que la docencia debe tener como fundamento la investigación) está en contravía con lo planteado para la educación superior en los centros de poder (universidad profesionalizante, memorística..) la interviene en 1977, cerrando sus instalaciones por un semestre y  organizando una universidad según su lineamientos.
Revisando los archivos de la Institución, me percato que frente a la estructura universitaria que impone el estado, hay voces que continúan planteando la necesidad de  construir una Universidad distinta a la que el Estado impone; se sigue hablando por ejemplo, de una reforma  académica, se sigue luchando y exigiendo que  las decisiones de esta universidad  deben ser tomadas de manera democrática. Así, en la década de los ochenta, se protesta frente a la politiquería del gobierno de turno, evidenciada en decisiones como el cambio constante de rectores, pues esta Universidad entre la década de los 70 y 80  tuvo 18 rectores. ¿Qué política académica o administrativa sería se podía consolidar con rectores, que en algunos casos, estuvieron por un lapso de tres meses? En 1993, se logra esta reivindicación y hasta el día de hoy en la universidad se hacen las elecciones de rector mediante el voto directo ponderado, es decir en urnas separadas votan estudiantes y profesores, cada uno con un ponderado del 50%;  el Consejo Superior hace la designación del rector, respetando la decisión de la Comunidad Académica (No hay violación  a la ley 30, porque se cumple lo estipulado por esta – el C.S DESIGNA).
Hay temas que en la reforma de 1972 no se consolidaron y durante las siguientes décadas, continúan en discusión:
·         La universidad y la región.
·         La universidad para el desarrollo integral (1972) hoy universidad para el desarrollo alternativo.
·         La docencia fundamentada en la investigación.
·         La necesidad de una reforma universitaria democrática.
La propuesta de una reforma universitaria democrática toma fuerza, en la campaña a la rectoría del Dr.  Silvio Sánchez (2006), cuando profesores, estudiantes que respaldan esta candidatura se plantean como eje programático llevar a cabo la reforma profunda de la Universidad de Nariño. Al llegar de manera democrática  el Dr. Silvio Sánchez a la Rectoría (2007) se pone en marcha la reforma, se crea la Asamblea Universitaria. Es decir, los procesos democráticos surgen como procesos de lucha,  como voluntades políticas, como unidad de fuerzas (profesores, estudiantes, trabajadores, administración, unidad de generaciones – nos encontramos en esta reforma la generación de los setenta[1], los ochenta y noventa[2] y la generación del siglo XXI); surgen de la resistencia, al pensar que “otros mundos son posibles” como lo decía el Dr. Sánchez, surgen porque no nos conformamos al mundo que pretenden construir los centros de poder y los poderosos de este país. No somos muchos, a veces, pero esos pocos hacemos ruido y logramos que otros se unan a la lucha.
Carlos Gamboa: Desde su experiencia en estos procesos ¿qué importancia le otorga a la profundización de la democracia universitaria?
María Elena Erazo: La democracia es una palabra que toma distintas formas y construye distintas realidades  dependiendo de quién y desde dónde se enuncia. A nombre de la democracia se han invadido pueblos (Afganistán) y se hacen retomas a sangre y fuego (Palacio de Justicia); a nombre de la democracia llegan al poder los corruptos (Senado, Cámara, Cortes); pero, la lucha por la democracia también permite la libertad de los naciones, la conquista de derechos, la construcción de nuevas realidades sociales.
Carlos Gamboa: Entonces la pregunta es: ¿cuál es el sentido que tiene la democracia en el proceso de reforma de la UDENAR?
María Elena Erazo: El sentido es la construcción  colectiva, discutida, argumentada de una nueva estructura académica-administrativa de la Institución, además de pretender  un cambio en las mentalidades de quienes habitamos el espacio de la UDENAR, ¿para qué? Lo dice en su misión construida colectivamente:
Para formar profesionales que aporten a la construcción de una sociedad que viva en paz, éticos, críticos (hace tanta falta hoy estos seres humanos, en un país donde el presidente de la Corte Constitucional dice que la ética y el derecho son dos cosas distintas), seres humanos que aporten a la solución de los problemas regionales y a la construcción de desarrollos alternativos; repito, porque otros mundos sí son posibles (al menos soñamos con este propósito. La utopía como dice Galeano, nos sirve para caminar en estos sentidos).
Carlos Gamboa: ¿Cuáles son los principales obstáculos para emprender proyectos de democratización al interior de las Universidades Públicas?
María Elena Erazo: Los intereses personales, en detrimento de los intereses colectivos, públicos (mi centro, mi puesto, mi lugar, mi forma de hacer las cosas).  Hay lugares en la Universidad que se les nombra de esta manera: El centro de Pedrito Pérez, la virtual de…,  la facultad de…
Los poderes y los poderosos que se entronizan en lugares de la academia y la administración de la UDENAR y por supuesto, se resisten a perderlo.
Las actitudes egoístas, pesimistas, la crítica mal intencionada.
Las mentalidades fosilizadas y atornilladas que no pueden pensar que hay otros caminos, otras formas de hacer las cosas, otras formas y estructuras con las que sí puede funcionar la Universidad, parecería que el lema es: Más vale malo conocido que bueno por conocer.
Y el Estado, con todas sus formas de lucha, que van desde las legales hasta las ilegales.
Carlos Gamboa: ¿Qué relación existe entre los postulados de la Constituyente Universitaria y el proceso de Reforma Universitaria de la Universidad de Nariño?
María Elena Erazo: 1. El sueño, la utopía de construir y pensar en una universidad que responda a los intereses y necesidades del ser humano en concreto, de las realidades locales, regionales y aún, a  las del país. 2. Pensar en una universidad que desnaturalice el pensamiento homogéneo, homofóbico, discriminatorio. 3. Resistirnos a que conviertan a la educación, y en particular la E. superior en un mercado. 4. La defensa de la universidad pública. 5. La lucha por la autonomía y la democracia.
Carlos Gamboa: ¿Cuál debe ser el papel protagónico de la Universidad Pública en el actual proceso de paz y el futuro cercano del posconflicto?
María Elena Erazo: La formación de nuevos seres humanos formados en:
…lo diverso, es decir que entiendan y vivan pensando-actuando  que la diversidad es lo natural, lo contranatural es ponernos a todos los mismos lentes,  pretender que vean una sociedad homogénea (constitución del 86- una sola religión, un sólo idioma), y cuando ven lo diverso se escandalizan y piensan en que eso hay que eliminarlo o convertirlo (culturas, comunidades y pensamientos). El pensamiento homogeneizador, es desde mi perspectiva, uno de los grandes factores  generadores de violencia.
…y para mundos alternativos. La propuesta de los centros de poder parte de que el consumo, la acumulación de capital a cualquier precio trae el progreso, la felicidad de los pueblos, la universidad pública debe construir escenarios para un mejor bien-vivir y bien-estar del ser humano que no se basan en esos principios de vida.
… un pensamiento democrático.
… un pensamiento autónomo.
… la ciencia.  La ciencia  para que aporte a la solución de las necesidades de los más vulnerables, del ser humano en concreto, entonces es una ciencia de clase.


[1] Participaron y participan en esta reforma el Dr. Silvio Sánchez, rector;  Gerardo Guerrero, vicerrector académico, profesor y estudiante respectivamente en los años setenta.  María Clara Yépez, Pedro Pablo Rivas, Pedro Pablo Cabezas…  docentes de esa época.
[2] De esa generación hago parte yo y la mayoría de los que hoy somos docentes de la UDENAR.

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