Por: Carlos Arturo Gamboa B.
Docente Universidad del Tolima
Que
alguien le diga al alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado Barrera, que la
Universidad del Tolima existe. Que su sede principal está en la ciudad que
regenta, pero que además hace presencia en 25 sedes más, dando cobertura a 9
departamentos de Colombia y acogiendo cerca de 25 mil estudiantes en programas
de pregrado y posgrado, en sus modalidades de presencialidad y distancia.
Que
alguien también le diga que durante su gobierno (o deberíamos decir
desgobierno) la comunidad, desde varios frentes, ha estado reclamándole mayor articulación
con la Universidad Pública de la región. Que le informen que en la sede Central
de Santa Helena y en cerca de seis sedes que operan en instituciones educativas
de la ciudad, se educan miles de ibaguereños, es decir, ciudadanos que reclaman
su gestión de gobierno.
Hay que recordarle también que durante lo más
crudo de la pandemia vimos actuar la gobernación en línea de responder a los
retos de la comunidad educativa, mientras que por su parte Hurtado fue incapaz
de responder adecuadamente ante éste y muchos otros retos.
Ahora,
ante la propuesta del gobierno de Petro, en términos educativos, es factible
entender que se busca loablemente mayor cobertura para ofrecerles formación
superior a miles de jóvenes y adultos, sobre todo en zonas rurales. Lo cierto
es que esto no se logra solamente creando nuevas universidades, si no, sobre
todo apoyando los proyectos regionales educativos de las universidades públicas
existentes y, como en el caso de la Universidad del Tolima, apuntalando sus
ejercicios en la región Tolima y en todo el país a través del Instituto de
Educación a Distancia que lleva haciendo esta labor durante 40 años.
Por
lo tanto, considero que el anuncio del alcalde, en el cual afirma su disponibilidad
para construir “la universidad pública más grande de Colombia en un lote de 70 hectáreas
que tenemos en zona de expansión”[1],
es otro de sus alardes de populismo, alejado de la realidad y más bien
evidenciando el desconocimiento de los esfuerzos educativos para la formación
superior que se hace en la ciudad, el departamento y la nación.
Lo
que si queda claro es que Hurtado siempre tuvo un tesoro frente a sus ojos, pero,
como en el cuento de hadas, por su ceguera lo ignoró.
Que
alguien le hable al alcalde Andrés Hurtado de la realidad a ver si de algo se entera; y a la
población ibaguereña que se prepare
adecuadamente para elegir un nuevo alcalde, que de verdad conozca la ciudad y
sus necesidades, que se ponga a tono con el proyecto de país que hoy nos llena
de optimismo a los colombianos y que recupere la gobernabilidad en una ciudad
que padece las consecuencias de sus malas decisiones. ¡Ya estuvo bien de
cegueras!
[1]
Noticia en :https://www.elolfato.com/ibague/una-nueva-universidad-publica-para-ibague-y-el-centro-del-pais-la-peticion-de-hurtado-en-la?fbclid=IwAR316P3UB63XAZXUBsrqXGGANaFaoUkZwLmqa12ziqk6SyhwQYvn4ypSk9U&fs=e&s=cl
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