1.
Mediante
la Circular Normativa No. 02-2014, la
Vicerrectoría Administrativa de la UT, se nos informa acerca de unas “medidas
tomadas a partir de la fecha”, y luego proceden a dictarnos los 10 mandamientos
de la SEGURIDAD, (así con mayúscula) a los cuales estaremos todos sujetos y,
por supuesto como es costumbre, jamás se nos consultó.
El
primer mandamiento reza que no se permitirá la entrada a personal externo sin “la
debida autorización de un funcionario”. La Universidad del Tolima está cada vez
más lejos de la comunidad, porque a este territorio “verde y de paz” solo
podemos entrar los carnetizados. En el mandamiento tercero se nos recomienda
tomar medidas para cuidar las cosas, pronto tendremos guayas en el cuello para
llevar el portátil. Uno podría preguntar: ¿Si no dejamos entrar a nadie externo
pero debemos cuidarnos de los robos, significa que los ladrones están adentro?
Lo
cierto es que con este absurdo estatuto de seguridad, pronto nos tocará
diligenciar el formato “certificado” para programar con anticipación la visita
conyugal.
2.
¿En
dónde están los estudiantes? ¿Llorando la MANE derramada? ¿Pegando las pancartas
de sus candidatos? ¿Consultando Wikipedia? ¿Protestando en Facebook y viendo
realities? ¿Organizando el combito para reclutar primíparos? ¿Criticando la
situación venezolana y subsumidos en la nueva temporada del Zombie Death colombiano?
Algunos
pocos están preocupados por el valor de las matrículas, por eso mal llamado “calidad
educativa”, por la ausencia de políticas culturales claras, por eso de la vida
universitaria. Es que la mayoría de estudiantes universitarios pasan por la
universidad, pero la universidad no pasa por ellos.
3.
Hace
rato viene rebotando por los correos un Proyecto de Acuerdo para la evaluación
docente. En algunas Facultades se ha “medio discutido”, en otras se da por
mandato. El tema de la evaluación es fundamental para la vida académica y para
la discusión de profesorado, espero sea debatido porque en la propuesta que he
visto (no sé cuál versión sea) algunos artículos parecen escritos por los
mismos que escribieron la Normativa de Seguridad, y no podemos permitir que sea
aprobado a espaldas de la comunidad, como ha sucedido con los últimos
proyectos, incluido el de exclusividad docente.
4.
Saludo
el libro Música de parcas, del joven
escritor y director del taller de literatura del Centro Cultural, Omar
Alejandro González. Éste, su primer libro de cuentos, resultó ganador de la
convocatoria de autores universitarios que realiza la Universidad del Tolima.
En sus 30 cuentos, de variada extensión y contenido, que compone las dos partes
del libro, nos enfrentamos a una especie de miscelánea narrativa con
estructuras que van desde el cuento clásico, al minicuento y la microficción;
esa misma variedad de formas se refleja en los temas que abordan, sin que el
lector pueda situarse en vórtices narrativos determinados, sino que debe ir de
aquí a allá, bamboleándose ante el reflujo de voces, gritos y silencios que el
libro propone. Invito a su lectura.
5.
Carta
a un joven docente:
Kapuściński solía decir que los cínicos no servían para la
profesión de periodismo, al parecer para docentes sí. Eso es todo.