Por: Carlos Arturo Gamboa B.
1.
En medio de la
avalancha de información que busca “desprestigiar” la Universidad del Tolima,
quizás para poder tomar acciones concretas con el campus, no se puede entender el discurso que algunos actores de la
comunidad han enarbolado. El comunicado de las Directivas (junio 7), el
ventilador de AngloGold, el Comandante Murillo, El nuevo Día y El canal local
PC, han desplegado sus fauces informáticas para hacerle creer a la ciudad que
en el Alto de Santa Elena se han refundado
Sodoma y Gomorra.
2.
El Consejo Académico
parece transcribir al Comandante Murillo. Un desconocido Sintraunicol se
pronuncia en la misma línea, viendo demonios en los que protestan y monjas en
el ESMAD. Falla en la apreciación del atuendo. Ellos reafirman, de una u otra
manera discursiva, esa sentencia que el Director de la ODI proclamó hace unas
lunas: La UT es una olla. Martínez
Prado le agregó a la olla una dosis de violencia, incluyendo a los docentes
como vándalos; el coronel Murillo puso en la receta unos estudiantes secuestradores,
terroristas, un campo de consumo y unos afrodescendientes vandálicos. La
Veeduría, desconociendo que uno de sus integrantes, el profesor Germán Llanos,
está siendo criminalizado, apenas esboza su carencia de solidaridad y ante la
olla decide “lavarse las manos”. PERO NINGUNO DENUNCIA LOS ACTOS VÁNDALICOS DE
LA POLICÍA Y EL ESMAD.
3.
Estamos recolectando
videos, fotos y demás evidencias en las cuales se puede mostrar a policías golpeando
estudiantes cuya única arma de destrucción máxima eran sus libros. Videos que
muestran cómo la policía gaseaba las calles de Santa Elena, sin percatarse de
la presencia de una población que no tenía nada que ver con la protesta. Incluso
ya es famosa una foto en donde dos policías rompen las farolas del bus de la Universidad
del Tolima. ¿Cuántos plantones contra estos hechos han organizados los que
claman no más violencia? Será qué para ellos esto no es violencia? ¿Los medios
como El Nuevo Día por qué no han registrado estos hechos? ASPU sigue esperando
el espacio en Ecos del Combeima para defender a los profesores, porque aquí no
hay docentes aliados con el narcotráfico, ni terroristas. Aquí hay cientos de
docentes de planta y catedráticos que trabajan a destajo y que sin ellos miles
de estudiantes no podrían optar por la educación pública.
4.
En medio del
señalamiento y la calma Chibcha, ahora circula un versión en la cual se asegura
que se robaron varias piezas valiosas del Museo Antropológico de la Universidaddel Tolima, sin que ningún pronunciamiento oficial exista al respecto. ¿Serán
los vándalos? No creo, aquí hay ladrones silenciosos, que no hacen disturbios,
que no protestan, pero que deprendan la Universidad del Tolima a su antojo.
¿Cuántos plantones se han realizado contra ellos?
5.
Circula en la red una
invitación del super-demócrata candidato a la decanatura de la Facultad de Humanidades
y Artes, es para asistir al restaurante el Toy Wan para lo que parece ser una comida
o comidilla de campaña, o más de posesión, porque el señor Calderón aparece en
la tarjeta como decano. No sabemos a quiénes va dirigida, pero suponemos que es
institucional porque tiene el logo de la Universidad del Tolima. ¿Será que hay
dineros calientes en la campaña? O más bien ¿será que la política cambió y en vez
de tamal ahora los candidatos ofrecen arroz chino? ¿Será eso lo que se denomina
maoismo vía Pekín?
6.
La solidaridad está
en otro lugar. Está en todos aquellos, afortunadamente cada vez más, que no nos
tragamos las versiones oficiales a la ligera. Los que a pesar de las afujías
caminan, construyen. Por eso El Salmón se prepara para un nuevo porno-desove el
próximo viernes. Por eso mañana miércoles habrá asamblea general estudiantil. Por
eso muchos inundan las redes con mensajes de solidaridad ante la persecución
que los medios y la administración de la UT realiza contra el profesor Germán
Llanos. Por eso seguiremos defendiendo la Universidad Pública, la Universidad
del Tolima, que no es un paraíso, pero tampoco es Sodoma y Gomorra.