Bronca cuando ríen satisfechos al haber comprado sus derechos Bronca cuando se hacen moralistas y entran a correr a los artistas Bronca cuando a plena luz del día sacan a pasear su hipocresía Bronca de la brava, de la mía, bronca que se puede recitar Para los que toman lo que es nuestro con el guante de disimular Para el que maneja los piolines de la marioneta general Para el que ha marcado las barajas y recibe siempre la mejor Con el as de espadas nos domina y con el de bastos entra a dar y dar y dar ¡Marcha! Un, dos... No puedo ver tanta mentira organizada sin responder con voz ronca mi bronca mi bronca Bronca porque matan con descaro pero nunca nada queda claro Bronca porque roba el asaltante pero también roba el comerciante Bronca porque está prohibido todo hasta lo que haré de cualquier modo Bronca porque no se paga fianza si nos encarcelan la esperanza Los que mandan tienen este mundo Repodrido y dividido en dos Culpa de su afán de conquistarse por la fuerza o por la explotación Bronca pues entonces cuando quieren que me corte el pelo sin razón, es mejor tener el pelo libre que la libertad con fijador ¡Marcha! Un, dos... No puedo ver tanta mentira organizada sin responder con voz ronca mi bronca mi bronca Bronca sin fusiles y sin bombas Bronca con los dos dedos en Ve Bronca que también es esperanza Marcha de la bronca y de la fe...
A partir del jueves 30 de septiembre, se da inicio del conversatorio "A cielo abierto: Universidad y Sociedad". Se abrirá la discusión con la participación de dos ponentes, quienes tendrán 15 minutos para presentar sus argumentos, luego se abrirá la discusión abierta entre los asistentes, respecto a las temáticas planteadas. Al final los ponentes recogerán las diferentes visiones en documentos.
Iniciamos con dos temáticas de urgente actualidad:
"La responsabilidad ética y social de la Universidad Pública frente a la Megaminerìa" Profesor Alexander Martínez Rivillas.
"Movimiento estudiantil y responsabilidad social". Estudiante de Comunicación y Periodismo Sebastián Gutiérrez Mosquera.
LUGAR: BLOQUE DE EDUCACIÒN A DISTANCIA UT - PRIMER PISO -HALL-
HORA: 6:00 PM
OBJETIVO DE LOS CONVERSATORIOS
Las palabras de Iván Illich al afirmar que: “Las escuelas están en crisis y también lo están las personas que se encuentran a cargo de ellas. La primera es una crisis dentro de una institución política, la segunda una crisis de actitud política” , siguen vigentes hoy de frente al mundo convulsionado de un capitalismo cuyo desprecio por lo humano sustenta sus ganancias. El panorama mundial se encuentra teledirigido por unas políticas globales que desde el entramado de las corporaciones manipulan el bien común en pro de la ambición individual; y a la universidad, como constructora de saber se le ha condicionado para que se convierta en un producto de conocimiento que luego será subastado en la rapiña del mercado. A esa misma lógica se somete un país que bajo el seudo-concepto de “revolución educativa” ha venido parametrizando la educación superior hasta arrinconarla a unos indicadores que en nada corresponden a las necesidades reales de nuestro múltiples contextos educativos; y por supuesto, la universidad del ámbito local, como rémora que no quiere perder la ruta de los tiburones, se ha imbricado a estas demandas sin detenerse a pensar, es decir, sin detenerse a realizar el acto primigenio de la razón de ser de una academia. La sociedad repleta de inequidades, injusticias, barbarie y desarraigo, nos invita a que volquemos la mirada y las acciones sobre ella, y nuestro compromiso no puede ser ajeno a sus lamentos.
Ese es nuestro escenario: el aquí, el hoy, las relaciones con “los otros” y con el mundo, y en ese escenario la universidad debe pensarse así misma desde la construcción de una política creativa, que invite a la reflexión, a la crítica y a la argumentación; en donde lo plural pueda expresarse por intermedio de los miembros de esa común-unidad educativa que se pretende fortalecer, con la participación de los docentes, los estudiantes de las diferentes facultades, los catedráticos, los tutores del IDEAD, los administrativos y muchos otros de aquí y de otras latitudes; junto con ellos hemos querido abrirle una brecha a la ignominia de nuestra época y para ello hemos vuelto a la acción que justifica la Universidad en este tiempo: Pensar para accionar nuestros caminos.
Debatir las lógicas imperantes de calidad, currículo, competencias, administración educativa, y muchos otros temas propios de la Universidad, es nuestro objetivo; pero no para acatar de manera a-crítica esas lógicas, sino para proponer desde la palabra y la escritura la invención de otras posibilidades. Por eso el Conversatorio es a Cielo Abierto, porque sólo quien desprende su mirada hacia el mundo, puede interpretar las realidades que le circundan. Hoy queremos de manera fraternal invitarlos a pensar en este espacio, a debatir, a escribir bajo el influjo de las ideas, para que seamos consecuentes a nuestro tiempo histórico y podamos, entre todos, proponer esa Universidad necesaria a los retos de un mundo aciago.
Por ahora empezamos el próximo jueves 30 de septiembre, y los invitamos apelando fraternalmente a aquella sentencia de Nietzsche quien dijera que, “sólo a quien construye el presente le está permitido criticar el pasado”.
Aunque no me gusta utilizar los eufemismos porque esconden la dura realidad, no encuentro otra expresión para señalar lo que está ocurriendo en la UT. Realmente una desaparición forzada de una publicación no es otra cosa que la condena a muerte que se cierne sobre las manifestaciones intelectuales, artísticas y culturales expresadas por seres humanos que discrepan. Asfixiarlas económicamente es un intento de eliminar el pensamiento de quienes reflexionan distinto y para ello recurren a otro eufemismo, que es "por falta de presupuesto" y así creen engañar a la opinión pública y a los principios democráticos y humanistas que dicen profesar.
En la UT circulan varias publicaciones, la mayoría de ellas con el apoyo institucional. "El Salmón" y "Aquelarre" hacen parte del grupo. La primera la dirigen estudiantes y egresados, con el propósito de "movilizar miradas, experiencias y posiciones alternativas de algunos sectores democráticos y progresistas que conforman el tejido social invisibilizado, con miras a entablar un diálogo con sensibilidad social que incentive procesos críticos y participativos en defensa de la dignidad y la diversidad como elementos identitarios de la reconstrucción social".
La segunda pertenece al Centro Cultural de la Universidad y en su primer editorial clama porque "la loca lucidez del arte, la dimensión estética, la diversión y la fiesta, puedan ayudarnos a desmitificar la diosa razón y a confrontar la violencia generalizada que caracteriza nuestro país así como a la cosificación y alienación que pesa sobre el hombre".
Estas publicaciones han navegado y festejado sus apariciones, siempre con la incertidumbre de su próxima edición, pero con la convicción plena de que las opiniones expresadas en sus artículos han logrado irradiar el pensamiento de jóvenes inquietos, maduros intelectuales, investigadores y pensadores no sólo de la universidad, sino del país y el mundo entero.
La aceptación que han tenido resulta gratificante. Solamente dos ejemplos: el semiólogo Armando Silva me dijo en Medellín que le parecía increíble que desde una universidad de provincia se estuviera publicando una revista de la calidad y contenido de "Aquelarre". Lo mismo me expresó en Lima el Director del Centro de Estudios Latinoamericanos Cornejo Polar.
La desaparición de estas revistas compromete seriamente a las directivas de la Universidad, pues su papel es el de velar porque la Misión de la UT se cumpla y ella reza claramente que debe procurar una formación integral con valores como la tolerancia y el respeto, en la búsqueda incesante de la verdad y el conocimiento, lo que solo es posible con la participación también de los otros, los que nadan contra la corriente y los que festejan alborozados el pensamiento político y artístico no venal.