Por: Carlos Arturo Gamboa B.
Docente Universidad del Tolima
–IDEAD-
El Instituto de Educación a
Distancia (IDEAD) de la Universidad del Tolima cumplirá 40 años de existencia
en el año 2022. Durante esas cuatro décadas ha enfrentado múltiples retos para
sostenerse como proyecto educativo válido para la formación superior, y, aunque
parezca contradictorio, los principales obstáculos han surgido desde el seno
mismo de la comunidad, en especial de las direcciones universitarias de turno. Lo
que sí es una constante es que el mayor factor de error frente a la toma de
decisiones ante el IDEAD se debe al desconocimiento estructural del mismo.
No obstante, hoy el IDEAD parece
vivir una nueva época dorada, después de la última crisis que atravesó la
Universidad del Tolima, crisis que tuvo un alto componente negativo debido a
las malas decisiones en el orden de la cobertura y el fortalecimiento del
IDEAD, lo que repercutió de manera contundente en las finanzas generales de la
UT. De antaño es sabido que los aportes que ingresan por el Instituto,
contribuyen a balancear los débiles presupuestos de la universidad.
Desde el 2018, el IDEAD empezó una
constante recuperación de cobertura, generando nuevas ofertas, ampliando los
programas y los Centros de Atención Tutorial. Se abrió con decisión a los
posgrados, con nuevas especializaciones y maestrías. Esta apuesta tuvo mucho
que ver con el plan del rector Omar Mejía y su compromiso de fortalecer el
IDEAD, compartiendo la apuesta estratégica de “Cobertura con responsabilidad”.
A cifras de hoy, el IDEAD alberga el 70 % de los estudiantes de la UT, el otro
30 % lo poseen las nueve (9) Facultades de la modalidad presencial.
Con la llegada de la pandemia y los
nuevos retos, el IDEAD, que ya venía creciendo de manera sostenida, disparó su
oferta. Lo anterior se debió a que con el buen uso de las mediaciones
tecnológicas el proceso formativo pudo continuar su marcha rápidamente y,
además, la matrícula cero hicieron que miles de estudiantes en 9 departamentos
del país y 24 sedes, vieran muy atractiva la oferta del IDEAD.
Al día de hoy, dicho crecimiento
favorece a cerca de 18 mil estudiantes de todo el país en programas de pregrado
y posgrado, entonces ¿en dónde está el asunto de la preocupación? Pues es muy
sencillo, al crecer en oferta educativa se necesita crecer en otros indicadores
como: infraestructura física y tecnológica, puntos o sistemas de atención a los
estudiantes, procesos de matrículas, laboratorios para atender programas con
altos contenidos de prácticas, necesidades de nuevo personal para atender a los
estudiantes y a los docentes, que obviamente también aumentan por vía de la
contratación de hora cátedra, soportes de todos los programas de bienestar,
financiación para proyectos de investigación y semilleros, protocolos de salud
para las 24 sedes en el plan de retorno seguro, entre muchos aspectos más
propios de la administración educativa de un proyecto de tal magnitud e impacto
como es el IDEAD.
A la par de los elementos
anteriormente enunciados, la autoevaluación constante ha llevado al IDEAD a
repensar su oferta desde otros aspectos como la viabilidad de programas que ya
han saturado ciertos municipios y cuyo impacto en los planes de desarrollo de
las regiones no es el adecuado, es decir, no se trata de formar por titular, si
no de articular las necesidades de la región con los currículos ofertados. Por
ello, la nueva apuesta se vislumbra con mayor impacto en posgrados en áreas en
donde se tienen muchos graduados de pregrado y nuevos programas de pregrado
para oxigenar la oferta.
Como dije antes, el IDEAD parece
estar en nueva época dorada. ¿Cuáles son los riesgos? De nuevo el
desconocimiento estructural de un proyecto por parte de quienes están al frente
de la Universidad del Tolima. Durante los dos últimos años el crecimiento en
inversión ha sido supremamente inferior al crecimiento en cobertura, lo cual
genera un desequilibrio en el proyecto. La escasa adquisición en tecnología
para los CAT por ejemplo, ha sido una constante en este último periodo, por no
nombrar si una sola línea de trabajo, pero así podemos tomar cada indicador y
encontrar un saldo negativo. Esto es todo lo contrario a lo que el rector Omar
Mejía le planteó a la comunidad del IDEAD y asumió como compromiso del último
periodo rectoral.
Para rematar, el día 9 de diciembre,
el rector encargado John Jairo Méndez y la secretaria de la Vicerrectoría
Académica, Yolanda Ospina, presentaron un proyecto de oferta académica para el
semestre A de 2022 sin tener en cuenta los elementos de planeación estratégica
plateados desde el Consejo Directivo del IDEAD. En dicha oferta se desconocen
de fondo las necesidades sentidas de los Centros de Atención Tutorial, los
programas académicos y por supuesto, las necesidades de los cerca de 18 mil
estudiantes y 1200 docentes. Estos elementos ya han sido abordados en tres
documentos de planeación estratégica que la comunidad del IDEAD ha venido
construyendo, como son: “En la marea de las transformaciones. Política de
acciones pedagógicas mediadas por TIC”; “Propuesta de alternancia educativa: por un retorno seguro, responsable y progresivo" y “Requerimientos para oferta académica del IDEAD –A2022”. Estos documentos
están disponibles a la comunidad para verificación de una apuesta seria y
responsable.
Ahora bien, aprobar una oferta que
puede generar el ingreso de cerca de 3.000 estudiantes nuevos, en principio,
puede parecer el camino indicado, el problema llega cuando a esos estudiantes
se les deba proveer todos los derechos que se adquieren cuando realizan su
matrícula: soporte tecnológico, espacio virtuales y físicos, laboratorios,
nuevos tutores (sin nombrar la deficiencia en número de profesores de planta) y
todo el soporte académico administrativo para atender los múltiples procesos de
la vida universitaria.
Todo esto último pasa mientras el
Rector Omar Mejía se encuentra en comisión en España y obviamente este no era
lo presupuestado en su plan de gobierno que termina en el año 2022. Uno puede
preguntarse ¿será que ante la usencia del gato los ratones hacen fiesta?, o
¿estás fueron las instrucciones que dejó?
El IDEAD el año entrante celebrará
40 años de existencia, motivo para encontrarnos como comunidad, valorar
nuestros logros y solidificar los retos. Esperemos que el rumbo se enderece, de
lo contrario esta visión chata de un proyecto de la estatura del IDEAD nos
puede hacer pensar, como dirías Borges, que la realidad es circular, es decir,
que retornamos a cometer los mismos errores del pasado. Sólo espero como
egresado, docente, director del IDEAD y como sujeto comprometido con el
fortalecimiento del proyecto de educación pública, que este no sea un nuevo déjà vu.
Es grato compartir que en esa línea
de fortalecimiento posgradual, en la sesión del 9 de diciembre, el Consejo
Superior Universitario aprobó dos nuevos programas para el IDEAD, estos son: Especialización
Virtual en Ambientes y Recursos Digitales para la Educación y Especialización
en Seguridad e Higiene en el Ámbito Laboral.