Por: Carlos Arturo Gamboa
Vicepresidente ASPU-Tolima
Una idea de transformación de la educación pública sigue rondando por el país: La Constituyente Universitaria. En Villavicencio se desarrolló el II Foro Nacional Interuniversitario Poder Constituyente, con la participación de cerca de 14 universidades públicas colombianas. Múltiples voces, distintas experiencias, muchas preguntas, grandes retos, conforman la polifonía de sentires frente a la descomunal crisis que vive la educación en todos sus niveles. En el caso de las universidades públicas colombianas se esbozan unos temas en común que las ahogan, entre los cuales tenemos:
Gobiernos universitarios sin gobernabilidad: En la mayoría de los casos los
casos los Consejos Superiores Universitarios terminaron siendo el nido en donde
empollan los más variados vicios de la sociedad colombiana, corrupción,
clientelismo, mafias, repartición de puestos, tráficos de influencias, empresarización
de lo público, entre cientos de más licencias, han puesto en jaque la vida
universitaria. Los rectores, o son parte de esas camarillas o están sujetos a
ellas, quienes tranzan el bien y el mal, quienes ponen o quitan rectores por
encima de las voluntades democráticas de las comunidades.
La manoseada palabra autonomía: La falta de financiación estatal, el entreguismo desaforado
al capital, el síndrome de pos-graduación, la apatía docente, el acomodamiento
de los sectores académicos y el adormilamiento estudiantil, han convertido la
palabra autonomía en un concepto que sirve a todo fin. En ese sentido, la universidad
pública vive en un estado de heteronomía constante ante el CNA, Colciencias, El
Ministerio Nacional de Educación y demás órganos que regulan y estrangulan lo público
en función de indicadores propios del mercado.
¿Transformar o reformar?: Las reformas son siempre el método más eficaz para
deteriorar lo público. Ante la imposibilidad de imponer la reforma a la Ley 30,
el MEN emprendió el camino de hacer breves reformetas, con lo cual ha ido
imponiendo el espíritu de su universidad con ánimo de lucro, arrodillada a los
indicadores transnacionales y supeditada al mantenimiento con base en la mercantilización
de sus servicios. Ante el declinamiento de la MANE que terminó atrapada en las lógicas
“aparatosas” de los grupúsculos y la apatía generalizada del profesorado universitario,
el gobierno Santos ha ido imponiendo su lógica. En este espacio, es fundamental
la construcción de una Constituyente Universitaria que se la juegue por derruir
ese modelo constituido y con base en el poder constituyente, emprenda la trasformación
de la universidad pública.
La desmitificación de la universidad: El proyecto hegemónico de universidad la ha conducido
por erróneos caminos, dejando por fuera el mundo cultural, los saberes excluidos y la visión emancipadora del saber popular. Esa
desconexión entre universidad y contexto hace que en los momentos de crisis no
se cuente con el respaldo popular para su defensa. Por lo tanto es necesario
replantearnos el quehacer universitario desde una óptica raizal, amalgamada con
conceptos como el buen vivir, la ecología de saberes, la inclusión; solo de esa manera estaremos
verdaderamente soportados en lo constituyente que radica en cada individuo y en
la fuerza de lo común.
Quizás estas cuatro ideas fuerza sirvieron
de puente y permitieron compartir experiencias, dudas y retos. Muchos más temas
hicieron parte de la variedad de disertaciones que caben bajo el enunciado “compromiso ciudadano para la reconducción de
la universidad pública”, pero ya serán objeto de sistematización en las memorias
del evento. Lo expuesto aquí corresponde a mi opinión.
De la misma manera, el colectivo que
sigue creciendo no está exento de debates, controversias y
contra-argumentaciones, pero solo si somos capaces de cohesionarnos en el
proyecto de la defensa de la universidad como un espacio que puede generar
futuro, podremos vislumbrar un camino en conjunto; caso contrario repetiremos
los viejos errores de los movimientos sociales, en especial de la izquierda colombiana
que le rindió más pleitesía a sus egos que a sus proyectos de transformación. Salimos
fortalecidos de este foro, con grandes tareas, con la decisión de seguir
caminando por el rumbo de los sueños de poder constituyente. El III Foro se
realizará en Universidad de Pamplona en mayo de 2014, y en su agenda tendrá
temas como el diseño de mecanismos y metodologías para el fortalecimiento del
proyecto constituyente, los saberes emancipatorios en el marco de la
Constituyente y los modelos de gobierno universitarios pensados desde el poder popular
constituyente, entre otros.
Esperamos seguir creciendo, en ideas
y en lo colectivo, esperamos seguir contribuyendo a recuperar esa idea de
sujeto universitario, esperamos contar con más universidades en el proceso. Solo
los seres humanos que sueñan y se empecinan en transformar su realidad son
dignos de futuro, por eso el reto de la Universidad Pública consiste en
recuperar esos dos sentidos que la nombran: Lo universal incluyente y lo
público. Los dos aspectos hoy parecen estar en sus últimos estertores, de
nosotros depende que la universidad sobreviva en un tiempo de indicadores
banales.