Por:
Carlos Arturo Gamboa B.
“El cine es una verdad 24 veces por
segundo”
Jean Luc Goddard
Debo confesar
que hace un buen tiempo una película no me generaba tantas contrariedades como La mujer del animal, del cineasta
colombiano Víctor Gaviria. Lo primero que rememoré, después de esos 120 minutos
de agonía, fue la pesadumbre que me alertó los sentidos cuando vi Saló o los 120 días de Sodoma de Pier
Paolo Pasolini; aunque las estéticas distan entre sí, la crueldad de la imagen
emparenta estas dos obras que logran colocar frente a nuestros ojos el zumo
horrorizado de la condición humana; por eso se torna arte, doloroso, propio del
realismo sucio.
Con una apuesta
estética y actoral que ya dejó huella en el cine, esta vez Gaviria se adentra
en esa realidad de las otras violencias, la del género, que pervive como
hermana siamés de la miseria, la delincuencia y la insolidaridad. La mujer
violentada es una metáfora cruel que hace crispar los nervios y logra el efecto
de hacernos sentir que no estamos frente a una pantalla, sino que asistimos
como testigos indefensos (igual que todos los coprotagonistas), a la gran
función de la barbarie patriarcal, en donde la injustica danza al ritmo de una
sociedad destrozada. Pegados a la silla del cine soportamos el horror de la
inmovilidad. Uno quisiera levantarse, apagar el proyector para evitar que la
protagonista siga sufriendo y, quizás, en una especie de necesidad catártica,
deseamos que al “anti-héroe” lo ajusticien pronto, solo así nuestra mente podrá
soportar que tanta inhumanidad siga taladrando los sentidos.
Hay un paisaje
en el cual sucede la película y es el territorio de la ignominia. Miseria,
ausencia del Estado y sus instituciones y crueldad, encarnada en “El animal”,
ese siniestro personaje que merodea por todos lados dejando una estela de dolor
por donde cruza y que cada vez vuelve a Amparo, el cuerpo violentado, la vida
desgarrada; pero también esa crueldad habita en los ojos de “los otros”,
incapaces de actuar al ver tanta atrocidad, quizás porque eso es lo primero que
genera la violencia; inmovilidad.
La actriz
española Ana Diosdado alguna vez expresó que “Los auténticos actores son esa
raza indomable que interpreta los anhelos y fantasmas del inconsciente
colectivo”, y acá sí que logran darle vida a nuestros fantasmas, porque uno
podría afirmar, sin temor a fallar, que no existe un colombiano que no haya
sido testigo cercano de la violencia contra una mujer; porque en la película se
narra:
(…) la historia de un maltrato, pero a la vez es la historia de cómo se
ha hecho del abuso de la mujer un tema común y corriente, cómo de puertas para
adentro se convirtió en normal el acto abominable de pasar por encima del otro.
Quizá lo más difícil en la película no sean los golpes, sino la indiferencia de
los testigos: una mujer humillada en público, sacada de los pelos de una
taberna, y todos en silencio, como si todo fuera un paisaje atroz y común.
(Rivera, 2017, párraf. 4)
El mismo Víctor
Gaviria dijo en alguna entrevista que durante la investigación para la película
se encontró de frente con tantos casos de este tipo, que sintió la necesidad
urgente de culminar el proyecto, porque: “A medida que íbamos investigando nos
dábamos cuenta que animales hay muchos, y todos muy crueles, todos terribles: tíos,
abuelos, padres”. Y ese es el mayor efecto que causa la película en los
espectadores, recordarnos que ese animal desaforado, violento y sanguinario,
está tan emparentado a nosotros que quizás podría llevar el mismo apellido, al
menos ya tenemos la certeza de que lleva el mismo gentilicio: colombiano.
La mujer del animal es una película
necesaria para Colombia, porque muestra la verdad de frente y sin anestesia. Si
Gabriel García Márquez nos enseñó a vernos a través de la metáfora del realismo
mágico, hace rato que Víctor Gaviria nos construyó un espejo fílmico en donde
al asomarnos nos asustan nuestros propios horrores.
Referencias bibliográficas
GAVIRIA,
Víctor. (2017). La mujer del animal.
Colombia: Polo a Tierra / Viga Producciones
PASOLINI, Pier
Paolo. (1975). Saló o los 120 días de
Sodoma. Italia: United
Artists
RIVERA MARÍN, Daniel. (2017).
La mujer del animal: la brutalidad de la
indiferencia. En. Revista Arcadia. Disponible en: http://www.revistaarcadia.com/cine/articulo/la-mujer-del-animal-pelicula-de-victor-gaviria/62498