Por: Carlos Arturo Gamboa B.
1.
“Usted no es un
estudiante válido”, es el mensaje que la plataforma de la Universidad del
Tolima les da en estos días a sus usuarios.
En épocas de matrículas recordamos que los discursos de la tecnología
siempre esconden un duro rostro: la realidad. Parece increíble que un problema
tan sencillo de resolver se convierta en el karma semestral de los estudiantes.
¿Quién responde por estas ineficiencias?
2.
A muchos
docentes no pudieron tramitarnos las evaluaciones que realizan los estudiantes
en la plataforma, dicen que porque no estaba habilitada. Dicen también que
porque no se contrató el encargado de tal función. ¿Quién responde por estas
ineficiencias?
3.
Los estudiantes
regresan a las aulas y de una a votar. El eslogan de la UT en estos días es: “lleva
una urna en tu corazón”. No habrá debate, para qué, la mayoría esta hastiada de
esa forma antidemocrática de hacer “democracia”. Se reelegirán algunos decanos
que desde sus cargos han amordazado la academia, se elegirán autoridades
académicas al Consejo Superior, cargo que solo sirve para votar por el próximo
rector. El próximo rector se elegirá también este semestre, el actual aspira a
reelegirse, me imagino que mostrando indicadores que no reflejan la realidad. Muy
pocos quieren hablar de la Universidad, sus problemas, sus sueños y sus retos, todo
esto no cabe en las urnas. La democracia en estos territorios es un chiste. ¿Quién
responde por estas ineficiencias?
4.
Los catedráticos
de la Universidad del Tolima, que son 5 veces más que los docentes de planta,
también viven cada semestre su karma. Los sacan de sus cursos sin previo aviso,
les recortan horas sin tener en cuenta su desempeño, los docentes de planta
toman sus cursos y ni las gracias les dan y, últimamente, les atrasan los
sueldos. Imaginemos que un día los catedráticos toman conciencia y deciden
parar sus labores. Colapso universitario, el 85 % de los cursos no tendrían profesores.
¿Quién responde por estas ineficiencias?
5.
A los profesores
Alexander Martínez Rivillas y Jorge Gantiva Silva, miembros de la Asociación
Sindical de Profesores de la Universidad del Tolima, los sometieron al escarnio
público durante dos años. Los demandaron, los vilipendiaron, dijeron que “tenían
diplomas falsos”, mejor dicho, montaron todo un falso positivo jurídico contra
ellos. Ahora el Ministerio de Educación otorgó la convalidación de los estudios
que el profesor Martínez realizó en España, y el Tribunal Superior del Tolima
declaró improcedente la demanda contra el profesor Gantiva. Uno esperaría un
acto de desagravio por parte del rector, pero no se le pueden pedir peras al
olmo. ¿Cuánto se invirtió en pago de abogados, tiempo institucional y desgaste administrativo?
En tiempo de crisis financiera valdría la pena obtener estos datos. ¿Quién
responde por estas ineficiencias?
6.
La cultura de la
mediocridad crece cuando nadie se responsabiliza de la ineficiencia.
2 comentarios:
¿Y cuándo tomarán conciencia los catedráticos?
Compa:
La 171 es eso, gracias a la pandilla de los conversos que ahora arma el juego de unas
elecciones para perpetuarse en espera de un monumento a la mediocridad y a la corrupción.
Cordial saludo,
Héctor Galeano Arbeláez
Egresado 1964. Ing. Agronómica
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