Por:
Carlos Arturo Gamboa B.
Docente
IDEAD – UT
Hace un par de
semanas tuve la fortuna y el suplicio de transitar algunas de las carreteras
principales del sur del departamento del Tolima. Fortuna porque pude volver a
respirar el aíre límpido de muchas de sus montañas y disfrutar la variedad de
verdes en sus cañones. Suplicio porque las vías están tan deterioradas que por
momentos uno se siente transportado a la época colonial y desea tener
una recua para poder transitar esos caminos de herraduras, por los cuales los
distintos vehículos padecen hasta el estertor.
Hay que recordar
que estamos a punto de concluir la segunda década del siglo XXI y vivimos
saturados de imágenes televisivas en las cuales el gobierno de turno repite que
está construyendo vías para el desarrollo y posicionando una extraña marca con
el nombre de 4G. Esos recuerdos hablan entonces de otro país, uno que a estas
rutas es ajeno.
En medio de la
verdura vegetal se trazan unas vías que agonizan mirando los abismos. Tramos destapados,
empedrados, barrizales, grietas, carreteras anegadas; todo ello trasmite olvido
estatal, desidia, mal gobierno, derroche de dineros, corrupción, atraso,
angustia.
Viajar, por
ejemplo, entre Chaparral y Planadas, por la vía que se traza entre Tuluní y Señoritas,
termina siendo una experiencia que habla de la desigualdad que los territorios
y sus pobladores han padecido por años. En un instante de apenas metros, la
cinta asfáltica inconclusa se convierte en una mancha grisácea de rocas, como
si los viajeros atravesaran una puerta del tiempo entre la modernización y un
pasado precario. Igual sucede en la ruta entre Chaparral y Rioblanco, o entre
Ataco y Coyaima.
La Provincia del
Sur del Tolima está conformada por nueve municipios. Ataco, Chaparral, Coyaima,
Natagaima, Ortega, Planadas, Rioblanco, Roncesvalles y San Antonio. Territorios
ricos en agricultura y ganadería, verdaderas fuentes de sostenibilidad alimenticia,
pero castigados por la desidia que durante años ha cosechado injusticia en sus
regiones.
¿Cómo se puede
construir un plan que potencie los enclaves de desarrollo cultural, económico y
social de esta gran provincia si se encuentra casi aislada de los centros? Esa
interconexión es fundamental y las rutas para que transite el intercambio, son esenciales.
Por eso me asombra que en estas épocas, cada vez que las lluvias arrecian, la
mayoría de estas zonas queden a la merced de los caminos de herradura. Los
pobladores sufren para sacar sus productos muchos de los cuales ya arrojan
pérdidas por la ausencia de planes de sostenimiento al trabajo agrícola,
mientras los productos y mercancías que ingresan a la región se encarecen.
Parece increíble
que no haya sido posible construir un plan de infraestructura que solucione de
manera definitiva el acceso y la salida de estos territorios. Todo consiste en
disponer de dinero (que siempre ha habido) para que se levante muros de
contención, puentes, drenajes adecuados, capas de asfalto resistentes y demás
requerimientos técnicos, así como materiales para que las vías soporten las
inclemencias del tiempo. Pero se nota que en las obras ha primado la
improvisación, el ahorro en los materiales y los típicos arreglos temporales que
garantizan que cada vez que el clima y el deterioro cumplen su función, los
contratistas tengan trabajo.
Es urgente que
el gobierno nacional, la dirección departamental y los gobiernos municipales se
tracen como eje estratégico de desarrollo la adecuación definitiva de las vías
del sur del Tolima, por no hablar de otros aspectos vitales que se hacen
urgentes; solo así dejaremos atrás la desigualdad social, la falta de
oportunidades y el olvido estatal, factores que engendran violencia en todas
sus formas. La verdadera paz pasa por ese camino.
Adenda: Para el fin de semana del 12 y
13 de mayo, el Instituto de Educación a Distancia de la Universidad del Tolima,
ha decidido suspender las actividades educativas que tiene en el municipio de
Planadas, debido a que las zonas de acceso se encuentra de nuevo colapsadas y
es imposible la concentración de los estudiantes y docentes universitaritos en
sus respectivos centros para asistir a los cursos programados. Una muestra más
del impacto que genera no tener vías adecuadas.
5 comentarios:
Le recomiendo ir a Roncesvalles, mil veces peor.
yeison alfonso mendez aguilera
Parece ser que la vías 4g, esas de doble calzada, favorecen a quienes dan la concesión,favor de billones, por eso están de moda...mientras los municipios siguen sufriendo las trochas...Al Estado y sus gobiernos nunca le ha interesado el campesino, ni la seguridad alimentaria, menos la dignidad del campesinado...
Grupo de Teatro Universidad del Tolima
Impresionantes fotos, para ser casi casi un país de la OCDE. ¿Usted tiene Twitter? Saludos
Constanza Vieira
Muchas gracias ! Muy buena denuncia
Saludo
Catalina Turbay Restrepo
Cuanto daños hacen los politiqueros a una sociedad con falsas propuestas. Noooo es un peligro transitar por estos corredores llamados carreteras. Cuanto daño se le hace al campesino para sacar los productos del campo a la ciudad.
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