Por: Carlos Arturo Gamboa B.
I
Se partió
diciembre en dos y la incertidumbre ronda el campus de la Universidad del Tolima. Para los amantes de la
navidad, los regalos, las fiestas de despedida y los agasajos, este diciembre
será negro; para los que no, también. En más de dos décadas que llevo habitando
este territorio de sueños, nunca había presenciado tal malestar. Todos saben
que las cosas no van bien, pero cada uno tiene distintas versiones. Que el
rector anda buscando los 12 mil millones para poder cerrar el año, que no se
sabe si habrá vacaciones colectivas, que van a despedir gente, que esto, que lo
otro… y en el reino de la incertidumbre el poder gobierna a sus anchas.
II
Los diciembres
en la UT eran distintos. Incluso algunos años había derroche. Fiestas por
Facultades y por Dependencias. Fiestas aquí y allá. Novenas navideñas. Regalos
para los niños. Whisky para los jefes. Cerveza en las esquinas cercanas. Pero
también sonrisas, alegrías, tranquilidad y sobre todo seguridad de que las
vacaciones eran espacios temporales para recargar baterías, porque el año que
seguía traería nuevos retos. Hoy se habla de angustias, de sinsabores y de la inseguridad
de un 2016 que amenaza con derruir las estabilidades.
III
¿En dónde están
los responsables de esta angustia institucional? ¿Seré yo maestro? dijo Judas
mientras mojaba el pan en el plato del maestro. Ahora nos invitan al escenario
del “todos ponen”, pero sin que aparezcan los responsables es imposible jugar
ese jueguito. Otro piden que nos “pongamos la camiseta”, pero la verdad hace
muchos años la tengo puesta, desde que era estudiante de pregrado, por lo cual
no entiendo tal sentencia, ¿será que los que llaman a ponerse la camiseta nunca
la tuvieron puesta? Las lecciones de economía muestran una verdad contundente,
cuando la resección llega, pagan los más débiles. Es el primer mandamiento del
capitalismo y en estos tiempos el capital manda en todo, hasta en la Universidad
Pública.
IV
Espero que todo
cambie. Que por el bien de la región la Universidad del Tolima cruce el río
tormentoso. Pero para ser sincero dudo que el futuro sea próspero, cuando el
presente atenaza con hechos reales. El 2016 traerá muchos retos para la
comunidad, recomponer el rumbo es el primero de ellos. Las crisis también son
oportunidades de transformación, pero como dijo Einstein “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Para reestablecer
la confianza se debe evidenciar la verdad, de lo contrario solo crecerá el
dique de la mentira. Hay muchos que deben hacerse a un lado y permitir que la
comunidad enderece el rumbo, de lo contrario los reyes magos del Ministerio de
Educación podrían llegar iniciando enero, y no traerán en sus alforjas
presentes, sino medidas de coacción, reestructuraciones y agobios. Serían los
jinetes del Apocalipsis disfrazados, y todos sabemos lo que pasa cuando suenan
las trompetas de la intervención. Espero que eso no suceda, y si sucede, como
dicen los religiosos, “nos encuentren comulgados”.
V
En medio de todo
toca tomar aire y disponerse a la lucha por la Universidad, porque más allá de
nuestras necesidades inmediatas, la Universidad del Tolima es el sueño de
muchos que hoy no están aquí. Por ustedes, por ellos y por todos… no
desfallecer es el camino. Quisiera decirles felices fiestas, pero eso sería
mentirles y ese es el oficio de otros. Mi abrazo fraterno, por ahí nos vemos.
4 comentarios:
Buenas tardes profesor Carlos:
¿Qué acciones podemos emprender los egresados para ayudar a la Universidad?
Sin duda, concuerdo con usted en que se debe conocer los factores que han llevado a que la UT hoy esté en esa situación económica tan compleja.
Lina Elizabeth Porras Santana
Felicitaciones por esas reflecciones.
Héctor Eduardo Esquivel
Que buen artículo gamboa
William Parga Rodriguez
Abrazo fraterno
A exigir que los billones de la pos guerra
se le consignen a las Universidades Públicas
empezando por la UT.
Grupo de Teatro Universidad del Tolima
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