Por: Carlos Arturo Gamboa B.
Docente Universidad del Tolima
Mientras que en cientos de lugares
de Colombia se siguen articulando los movimientos sociales, los sindicatos, los
colectivos independientes, los estudiantes, los campesinos, los indígenas y la
ciudadanía en general, con el fin de construir el paro del 21 de noviembre como
un escenario nacional de legítima protesta; al interior de la Universidad del
Tolima se asiste a la puesta en escena de una parodia de movimiento.
Después de más de cinco semanas de
acciones fallidas, el estudiantado se encuentra disperso, quizás debido a que
se decretó la figura de “Asamblea permanente”, sin un rumbo fijo, logrando de
entrada que los dos siguientes puentes festivos la mayoría de estudiantes de la
modalidad presencial se fuera de minivacaciones.
Luego de asambleas diversas en las Facultades,
en donde participaron los docentes, y que en su mayoría plantearon la figura de
“Asamblea escalonada”, con el fin de recuperar clases y preparar la
movilización, la asamblea general de estudiantes, sin mediar espacios de
diálogo y debate con los demás estamentos, decretó seguir en su lógica, lo cual
va dejando cada día más sola la Universidad.
¿Quiénes asumirán los costos
políticos, académicos y financieros de tales decisiones? ¿Qué hay detrás de una
apuesta que desmoviliza y desinforma? Debo decir que cerca del
70 % de los estudiantes culminarán el semestre académico B de 2019, estos son
los estudiantes de maestría y del Instituto de Educación a Distancia. El
restante 30 % tendrá que volver a jugar en el 2020 a culminar tres semestres en
un año.
De lo anterior, se derivan costos de
manutención de los estudiantes por parte de sus familias, atraso en
graduaciones, aumento de costos por temas de bienestar universitario, vulneración
de los derechos de los catedráticos, aumento de las jornadas laborales de los docentes
de planta, entre muchos más. Y claro, toca entender que cuando hay movilización
se tienen que asumir unos costos, pero en este caso ¿Quiénes los asumen? ¿Los
que decidieron la estrategia o los que la padecieron?
La desinformación es otro aspecto
característico de este movimiento, en un video que circula en YouTube, este
pequeño grupo de estudiantes afirma que están contra la reforma del Estatuto estudiantil,
el Estatuto profesoral y el Estatuto general, por parte del Consejo Superior.
Al respecto toca aclarar que el Estatuto
estudiantil no se ha reformado precisamente porque durante los tres últimos
años ha carecido de un liderazgo de su estamento para la construcción; el Estatuto
profesoral que está en construcción por parte del profesorado aún no ha
remitido su documento final al Consejo Académico y el Estatuto General está en
Consejo Superior para su aprobación después de tres largos años de discusiones,
convirtiéndose en uno de los documentos institucionales que mayor aporte colectivo
ha tenido. Incluso organizaciones estudiantiles hicieron llegar aportes y
propuestas al mismo.
¿Es la desinformación una carencia o
una estrategia? Sabemos que por los pasillos de la Universidad del Tolima aún
rondan los viejos fantasmas que la condujeron a la quiebra y ahora que la ven saliendo
del atolladero, la querrán recuperar para sus proyectos personales. Algo
parecido pasa con el Hospital Veterinario, ahora que por fin se demostró
eficiencia en su culminación, aparecen algunos con “ganas de administrarlo”.
Y mientras se empecinan en una
estrategia que conduce hacia el abismo, los hechos siguen demostrando su
erróneo actuar. El sábado pasado los estudiantes del IDEAD, muchos que vienen
de municipios y veredas, no pudieron ingresar al campus de Santa Helena, aun cuando ellos autónomamente decidieron culminar el semestre. En un comunicado, de nuevo dieron a conocer
su posición: “… desconocemos a este reducido número de
estudiantes que no representan nuestros intereses académicos y asumimos de
manera autónoma culminar nuestro semestre”.
De igual manera, se conocen amenazas a dos docentes catedráticos, quienes al parecer están siendo coaccionados
debido a que decidieron continuar con el ejercicio académico. “Asuma las
consecuencias de no apoyar las (sic) justa causa estudiantil”, dice el panfleto
que recibieron. Nada más inaceptable en una comunidad universitaria que este
tipo de acciones, provengan del lugar donde provengan.
Todo este panorama genera
rechazo y desdibuja el fin mismo de la movilización que consiste en la
lucha por cambiar los problemas estructurales del país. Crean desconfianza
entre los estudiantes, divide los estamentos, hace que la justa lucha por la
educación pierda adeptos y reduce los problemas universitarios a vendettas y
odios internos. Así lo que debe ser un gran movimiento, termina en una parodia
de pocos protagonistas.
Posdata: En medio de todas estas contradicciones debemos movilizarnos
como estamentos el próximo 21 de noviembre. Estudiantes, docentes y
trabajadores saldremos a exigir un mejor país, uno en el que tengan lugar
nuestros sueños.
Señor Gamboa, parece que la amnesia es de corto y mediano plazo, porque cuando se paró en la puerta a cerrar la universidad y posterior a ingresar en huelga de hambre, notificaron a varios personajes icónicas de la UT (icónicas por la polémica que los acompaña) como personas no gratas,sin medir los perjuicios para todos los estamentos y posterior a la terminación de 'la huelga de hambre' callan y se hacen cómplices del consevadurismo en la UT, además, se les olvidó el papel de un sindicato profesoral, señor poeta. También le quiero recordar que la ultraderecha utiliza esos medios para deslegitimar cualquier acción cometida por algún tipo de movimiento social (este es el caso de las amenazas que por parte de quienes han liderado este proceso y el grueso del estudiantado no provienen, le recuerdo que siempre existirá el beneficio de la duda y en ello entra el tema de que hasta no ser comprobado no pueden aseverar que hace parte de la dinámica de la asamblea permanente).
ResponderBorrarAdemás, si usted se toma mínimamente el trabajo de leer los comunicados, declaraciones y demás escritos que han salido de la asamblea, podrá notar que los objetivos han estado claro desde un principio y han sido de carácter local, o ¿Pretende hacer lo mismo que el rector y decir que la lucha a sido únicamente de carácter nacional y que el nada puede hacer porque todo le compete a el consejo superior?.
Lo invito a la reflexión y ha recordar que la parodia la pueden ejercer diversos actores de la universidad tales como: administrativos, juntas directivas, sindicatos de profesores, entre otros.
A y se me olvidaba decir que....La universidad existe por y para los estudiantes.