abril 10, 2020

Literaturas del encierro: una isla en medio del naufragio.


Por: Omar Alejandro González Villamarín
Docente IDEAD - CAT Ibagué-

No es desconocido para nadie que, en términos literarios, todo acto de escritura provenga de una caverna, en todo el sentido que pueda tener la palabra “Caverna” en tanto representación platónica o como lugar de aislamiento desde el que se ve el mundo. El escritor Santiago Kovadloft nos refiere en su libro El silencio primordial, que en sentido estricto el escritor es un lugar, la más de las veces, aislado y en ruinas, y que el acto de escritura es entonces un intento por recomponer, con los pedazos, con el lenguaje, ese lugar para los otros. Añadiría a esto la idea de que el lugar se encuentra en ruinas porque fue consumido por el fuego y que escribir es revelar lo que el incendio interior hizo cenizas.
Por estos días en que nos encontramos confinados puede la literatura ser el aliciente que saque nuestra bien temida claustrofobia,  y en vez de exorcizarla como a un demonio, haga de ella la base sobre la que reposa el pensamiento. Precisamente esa es la idea que me ha permitido movilizar, a través de las redes, un espacio que he denominado Literaturas del encierro, espacio para el disfrute vertiginoso de textos literarios que tengan por trama y argumento circunstancias de encierro, bien sea físico, mental, emocional, hasta aquellas en las que se explora con más hondura el aislamiento social, político y económico; literaturas en las que sale a relucir la condición humana propia de las crisis existenciales, o aquellas que vaticinan tiempos de catástrofe moral, de rupturas culturales y filosóficas.
Explorar la literatura desde la condición de soledad y aislamiento durante esta crisis de salud pública mundial, no debiera ser visto como un acto de oportunismo, antes bien, se esperaría que se entendiese la voluntad de urgente remedio que desea ofrecerse para los cientos y miles de personas que soportan con tedio los días. Por eso la iniciativa de compartir una narración corta o un poema y, a través de ellos, tender puentes de interpretación que nos acerquen  a dimensionar las crisis como algo que hace parte de nuestra evolución, como algo que resulta intrínseco en nuestra naturaleza finita y vulnerable.
Una dosis de humor, un poco de tragedia, algo de maravilla, quizá una pisca de incertidumbre, se esconde en cada uno de los textos que a diario se comparten en Literaturas del encierro. Nos son dádivas salvadoras, son humanas píldoras que en su breve sustancia acarician un poco del tiempo que  parece irse  y en su aplastante paso nos deja inermes.
Quizá no sea mayor cosa este impulso virtual, nacido también, como es natural, de mi condición de aislamiento, pero es un honesto llamado, una búsqueda ansiosa de dialogar y tener contacto con los otros, con esos mundos que aún sostienen deseos vitales y aunque aislados, bullen por manifestar sus ideas y pensamientos… ¿por qué no, entonces, reunirnos en las posibilidades de la virtualidad, por qué no ceder ante las redes si estas movilizan el fluctuar de lo sensible?
Que sea pues Literaturas del encierro ese lugar en el que hermanemos desde la distancia.
Les comparto los enlaces en los que pueden encontrar las primeras cinco intervenciones que se han realizado hasta el día de hoy.


3 comentarios:

  1. Sucumbir creativamente... Mas no morir en las Redes.

    ResponderBorrar
  2. Excelente iniciativa, para que se sostenga aún más después que termine la cuarentena, hace falta mas literatura en las redes.

    ResponderBorrar
  3. Interesante idea ...
    Medio fatal ....
    Lo pensé interactivo ...
    Para la construcción de un diálogo ...
    Literario.

    ResponderBorrar

Exprese su opinión, este es un sitio para la argumentación