En estos días volvió
a circular un video de un supuesto poeta del ESMAD. Realmente la noticia fue
trasmitida en el año 2009, cuando celebraban (hay gente así de masoquista en Colombia)
la primera década de existencia del Escuadrón Móvil Antidisturbios. Esta avanzada
de represión que cada vez aumenta su pie de fuerza y que se expande a cada una
de las ciudades colombianas, no es más que otro síntoma del proyecto de control
de un Estado incapaz de darle solución a los problemas sociales de la población.
Desde entonces los hemos visto golpear, gasear, arrestar y hasta asesinar personas
que hacen uso de su derecho a la “libre protesta”. La impunidad es su lugar de
regocijo y la derecha represora su aliciente. A pesar de las múltiples
denuncias en redes sociales, en videos de aficionados y con pruebas reales de
agresión, el ESMAD sigue potenciándose como la barricada del sistema, el sueño
de esos hombres que claman seguridad democrática,pero que realmente esconde el enunciado:
“dejen a los ricos en paz”.
Por eso la
noticia de un poeta que lanza bombas antidisturbios no parece una novedad en un
país en donde “cualquiera es un ladrón, cualquiera es un señor / lo mismo un
burro que un gran profesor”. Este supuesto poeta que “aparte de lanzar gases lacrimógenos”
se hace llamar escritor, no es menos falaz que esos supuestos políticos que sodomizan
la política, o los defensores de derechos humanos que asesinan sueños, o lo
gobernantes que entregan el país a la multinacionales a cambio de un par de
peniques en sus cuentas bancarias, o los profesores que vegetan frente a un
tablero esperando el chequecito del mes. Este es un país repleto de poetas
despoetizados, de poetas despolitizados, de esos que corren en busca de
metáfora para embellecer la miseria y escupen cuando un mendigo se acerca a su
mesa, de esos que envilecen la humanidad mientras por medio del arte tratan
de exaltar lo humano. Poetas del miedo, de la guerra, de la corrupción, del
engaño. Poetas que fácilmente te asesinan con un endecasílabo, o que guardan en
sus carpetas un epíteto que inmoviliza, un sustantivo filoso o un adverbio
lacayo.
En estos tiempo
cuando el pueblo retorna al oxigeno de las protestas, cuando descubre, al
mirarse en el espejo de los días, que unos pocos se han tragado sus sueños, estos
poetas despolitizados estarán temerosos, usarán toda la fuerza de represión
disponible, alistarán sus armas para frenar el cambio. En estos días el poeta
del ESMAD escribirá, con la sangre de los campesinos, sus loas al control. Pero
algo si le aseguro, si me lo encuentro reprimiendo alguna protesta, le zampo su
sonetazo.
Un cuento. Un político le dice a una prostituta en una casa de citas, cuando ella le pregunta, ¿Que hace?. Responde : soy político y honrado. Luego le pregunta a ella, ¿que hace?. ella le responde: SOY PROSTITUTA Y VIRGEN.
ResponderBorrarErnesto Monroy Gonzalez
lo triste,
ResponderBorrartener que decirle "poeta"
al criminal
CÓMO HACER QUE EL LENGUAJE SE REVELE
SE NIEGUE
SE RESISTA
A SER UTILIZADO
POR EL PODER,EL CRIMEN,LA TORTURA
COMO ENMUDECERLO
Y QUE SOLO CANTE LA DIGNIDAD,LA LIBERTAD,LA HUMANIDAD
HABRÍA QUE REGAÑARLE
LLAMARLE LA ATENCIÓN
ABRE LOS OJOS MI HERMANO
ENREDA Y TRABA LAS LETRAS
ESCÓNDELAS
PARA QUE LOS SICARIOS DEL PODER
CON SANGRIENTAS MANOS
NO TE ENVILEZCA
Grupo de Teatro Universidad del Tolima