Director Grupo Investigación Argonautas
Cada
vez que volvemos a los contextos educativos encontramos la ebullición de viejos
problemas fermentando la realidad de la escuela. Pereciera ser que el tiempo
escolar es cíclico, estamos sometidos al eterno retorno impidiendo que la
escuela evolucione y dé cuenta de un mundo que cambia vertiginosamente. De la tiza
al marcador, del pizarrón al acrílico, de la campana al timbre, de viejo
cuaderno amarillo a la tableta, todos estos dispositivos escolares se
enunciaron como elementos salvadores de la escuela y sus prácticas, pero todo
parece seguir igual. Las nuevas tecnologías, los enfoques hibridados de las
teorías pedagógicas, los avances de la psicología, entre cientos saberes más,
parecen ser insuficientes para responder al reto de las muchedumbres de niños
que cada año inundan las aulas con gritos, deseos, conflictos, angustias,
desánimos, risas…
Y si
los mismos problemas de siempre agobian la escuela, ¿por qué la escuela se
empecina en seguir siendo la misma? Hace décadas se reclama «otra escuela»,
casi desde su misma fundación la escuela ha estado supeditada a transformarse.
Decir que sigue siendo igual es un desafuero, lo que pasa es que no cambia al
ritmo del «mundo de la vida», cambia a una velocidad imperceptible y en un
planeta repleto de clics, su parsimonia desespera. Para tratar de cambiar la
escuela debemos preguntar y responder otra vieja pregunta: ¿para qué la escuela
hoy? Ya nadie ignora que el saber no está ubicado en la escuela como institución
formal, ahora más que nunca el saber está fuera de sus muros, lejos de las
aulas; se podría decir con sólidos argumentos que en donde menos pulula el
conocimiento es en los salones de clases. Ahora el conocimiento está en las
redes, en la web, ese laberinto de saberes que flota en el mar de la humanidad.
Los docentes ya no son los símbolos de la sabiduría, ahora cualquier portal
sabe más que un magister ¿entonces, para qué el docente? Otra pregunta por
resolver.
No
obstante, a pesar de todos estos avances, seguimos sometidos a la tiranía de la
realidad. En la escuela cada día enfrentamos cientos de problemáticas y los
nuevos licenciados que llegan asumen esta complejidad casi que derrotados. «La
realidad es muy distinta a lo que vimos en la universidad», esta suele ser la frase
más común entre los egresados de los programas formadores de maestros. Tienen
razón. Si algo ha estado desconectado de los planes formativos universitarios,
es la realidad.
En
ese sentido, desde el Instituto de Educación a Distancia de la Universidad del
Tolima, hemos venido asumiendo, hace años, un modelo de trabajo basado en el
enfoque problémico curricular, el cual pretende imbricar los contextos escolares,
los estudiantes de pregrado y los saberes universitarios, buscando de esa
manera construir un puente dialógico con la realidad. No se trata solo de saber
que existen problemas (diagnosticarlos), sino que además se debe avanzar a
plantear soluciones a los denominados «pequeños problemas» que no por ser
pequeños dejan de ser importantes. Quizás de esta manera le aportemos más a la
escuela y podamos soñar en que algún día se transforme.
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Aparte del prólogo a Memorias del Seminario de Investigación Formativa en Contexto. IDEAD-UT-2016.
Hola carlos, es cierto la realidad enunciada desnuda nuestro Esquelético sistema educativo, como maestro y padre de un futuro licenciado al que no se le pudo advertir en que lió se estaba metiendo, me cuesta trabajo pensar en un futuro digno para quienes se entregan a tan noble labor en este país. Albergo la esperanza que en el exterior encuentre lo que aquí se nos ha despojado y que se nos seguirá negando, las licenciaturas están en crisis y en parte los culpables son aquellos que desde la universidad fungen como falsos profetas. Lo de mostrar, los costos pecuniarios y un ministerio cómplice que apalanca estas mas malas practicas.
ResponderBorrarUn saludo especial, te sigo y comparto muchas de tus apreciaciones. Un abrazo.
Buenos días Carlos,
ResponderBorrarespero que estés sobreviviendo de la mejor forma posible en este 2017.
Es la misma situación de siempre. Aquí, en este país, no se educa... se generan en serie como las llantas o la cocacola
Saludos,
María Cecilia Plested
gracias compañero por la motivación a despertar la conciencia.
ResponderBorrarAramis Suárez Castillo
Gracias por compartirlo.
ResponderBorrarLeonor Cordoba Andrade
Excelente comentario. Te comparto dos ensayos, el breve será publicado en Aleph 180, el otro ya lo ha sido en un libro de la Sergio Arboleda, pero puedes difundirlo, si interesa,
ResponderBorrarAbrazo, Gabriel Restrepo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarQue buen texto....
ResponderBorrarComparto un trabajo realizado en Chaparral con diferentes programas y que busca en todo caso, intervenir en las Instituciones Educativas desde la interdisciplinariedad.
Deicy Conde Ducuara
Buena tarde. Profesor Carmis como hago pasa asistir al seminario??
ResponderBorrarGracias
Robert Guzman
Es necesario revivir el movimiento pedagógico, así como la investigación pedagógica. El magisterio no se puede dedicar solamente a las tareas de reivindicación salarial.
ResponderBorrarEdwin Andres Martínez