noviembre 18, 2013

TRANSCURRIR UT (NOVIEMBRE 18 DE 2013)



Por: Carlos Arturo Gamboa Bobadilla

1.

Malos vientos soplan de nuevo contra el proyecto Salmón, revista contracultural que durante más de una década ha alimentado el escaso espíritu crítico de la Universidad del Tolima. Siempre enfrentada a los pírricos presupuestos que las administraciones de turno destinan al fortalecimiento del mundo cultural, la Revista Salmón ha tenido que batirse a aletazo limpio contra los osos depredadores, sin importar el color ideológico de sus garras. No se concibe que una expresión “distinta” deba estar mendigando para sobrevivir, sobre todo cuando al observar el panorama vemos que las expresiones estudiantiles escasean, y se apoyan acciones siempre que estás conserven el discurso políticamente correcto, para que no afecte los oídos sordos de quienes consolidan su poder comprado conciencias. No vale que la revista sea anti-minera y la administración de turno se jacte de este discurso, o que en sus páginas se formen estudiantes que garabatean angustias existenciales y dramas de resistencia, cada semestre se hace más difícil desovar.

2

Aun en contra de la corriente desfinancia-peces, el próximo viernes 22 de noviembre, a las 6:30 PM; (una buena hora para dejar de respirar), se llevará a cabo en la Universidad del Tolima el lanzamiento del número 22 de la Revista Salmón. Se hará un homenaje a un pez caído bajo las balas hechas del plomo que le extraen a la tierra, el campesino Pedro César García.

3.

En la Universidad del Tolima se celebró la fiesta de los graduados, acto que permitió conocer algunas personalidades que han transitado por esta Alma Mater. En la editorial del “catálogo” de graduados reconocidos, el rector afirma que: “Es importante que una comunidad tenga conocimiento de las ejecutorias de sus integrantes”, lo cual comparto y me permite preguntar: ¿Por qué la notoria ausencia de egresados del IDEAD?, ¿sólo un miembro destacado en 30 años de existencia de la “facultad” más grande de la Universidad del Tolima?, creo que el desconocimiento del impacto social del IDEAD queda de nuevo al descubierto; además el ser reconocido como egresado no debe implicar solo el ostentar muchos diplomas o cargos, apuesto más por la fuerza creadora de muchos egresados de los programas del IDEAD que luchan en las regiones por construir una sociedad más justa. Ellos son dignos de todo el reconocimiento, así no aparezcan en los catálogos.  

4.

Una curiosidad del evento de egresados: En un volante que repartieron con algunas convenciones para que los visitantes ubicaran su Unidad Académica, el IDEAD se identificaba con el color “verde militar”. Eso eran otros tiempos del IDEAD, ¿cierto? Es que la semiótica siempre permite descubrir algo más allá de lo que se observa a primera vista.

Otra curiosidad: La mayoría de egresados que asistimos al evento somos funcionarios, profesores, catedráticos y administrativos de la Universidad del Tolima, ¿será por eso que no nos reinventamos? ¿Endogamia?

5.

Se siguen escuchando voces de totalitaristas que claman mano dura contra las expresiones críticas de la Universidad del Tolima. Se escuchan rumores que en un Consejo Académico el amo y señor de los gritos pidió destitución de profesores contradictores. A este ritmo pronto tendremos al procurador Ordoñez impartiendo clases de Constitución Política Colombiana en la UT, traído por sus admiradores.

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