Docente Universidad del Tolima - IDEAD
La
sociedad actual de la información enuncia las diferentes formas de la
construcción del conocimiento en las instituciones de educación o formación,
mediante técnicas, procedimientos y características del proceso de aceleración
económica y política que vive el mundo entero. Necesariamente ello impacta el
rol del docente en aras de la excelencia en la ejecución de su desempeño.
La
pedagogía evolucionó, hacia finales del siglo XX, desde la gramática y la semántica,
hasta la inserción de toda una era digital, que desafortunadamente no fue tan
contundente en el impacto del desempeño de docentes y facilitadores en los procesos
de enseñanza y aprendizaje, lo que sí logró el Coronavirus en el primer
trimestre del 2020. El cambio repentino permitió reflexionar sobre las
habilidades representadas en siglas del argot pedagógico como NTIC, -nuevas
tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC –tecnologías de la
Información-, TAC-Tecnologías de Aprendizaje y conocimiento y el lenguaje E-Learning que es el aprendizaje en
línea.
Es
así que, el momento requiere de docentes, facilitadores, estudiantes y
aprendices que vivencien los conceptos de aprendizaje, enseñanza y evaluación
desde la resignificación de la «didáctica digital» y de la tendencia de autogestión
mediante el uso y aplicación de plataformas y herramientas como E-learning en la modalidad a distancia. El
E-learning, presenta características
propias para los procesos de formación en la modalidad presencial y también a
distancia, centradas en el uso de máquinas, equipos y redes de comunicación y de
telecomunicación.
Además,
el rol del docente cambia a facilitador de procesos de una manera contundente,
generando una la relación dialógica del constructo, forjando un mundo de
posibilidades en relaciones de equilibrio, comunicación más personalizada y mayor
exploración en mundo de las redes propias del pensamiento global. El E-learning invita hoy al compromiso del docente
en la estrategia, ya que como concepto “La didáctica no pasa de moda”, sino que
ubica al profesor en plataformas y aplicaciones educativas con todas sus herramientas
de difusión a nivel asincrónico y sincrónico.
Esto
permite el desarrollo y la mejora del trabajo cooperativo y colectivo reflejado
en los denominados CIPAS en el modelo del IDEAD. Gracias a la comunicación e
interacción que genera sinergia, simbiosis entre los estudiantes y el
docente-tutor-, las comunidades virtuales dinamizan la enseñanza y el
aprendizaje, virando hacia la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación en
la formación a distancia, pero es un reto que debe instalarse también en la modalidad
presencial.
Esta
pandemia evidenció la potencia de la formación E-learning o aprendizaje electrónico, sin descuidar la “didáctica”,
porque ella permanece independiente de la modalidad, sea esta presencial, a distancia
o virtual: con acercamientos a herramientas de interacción como el chat,
sesiones en línea, videoconferencias, anuncios, mensajerías, notificaciones,
entre muchas más. Todo esto, a través de dispositivos que permiten enviar
mensajes, recomendaciones, instrucciones, compartir videos en entornos como el casco
urbano y rural del país, siempre y cuando se posea conectividad y herramientas
de trabajo.
En
este sentido, sin que fuera esa su intención, el Coronavirus impactó en el uso
de tecnologías y acciones de formación en línea, con estrategias y técnicas
metodológicas que dejen huella en el tiempo y que retan a los docentes del
IDEAD, y de la universidad en su conjunto, a estar preparados para dar
respuestas asertivas, de cobertura, calidad y de alto impacto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Exprese su opinión, este es un sitio para la argumentación